El comienzo.

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Otro aburrido día de clases, caminando hacia mi aula me tope con Noah, quien me saludo muy afectivamente, me tomo por la cintura y me dio un marcado beso en la mejilla, yo lo miré con sorpresa y confusión a la vez, pero opté por ignorar, salvo que no fue fácil, pues por la mañana se dedicó a decirme lo bonita que era y hacerme ligeros cariños.

Madison: Bueno bruto, ¿y a ti que animal te pico? Nunca eres cariñoso conmigo.
Noah: Ay Barnett, siempre tan cerrada a los sentimientos, es que te quiero niña, te quiero -dijo mientras poco a poco sus mejillas se sonrojaban-.
Madison: Pero que cursi eres Noah -me guiño el ojo y prosiguió a mandarme un beso-.

Me asombro que se sonrojara, creo que nunca había visto a un hombre hacerlo.
Por mi parte, decidí dejar mis cosas en él aula y salir en busca de Dave y cuando finalmente lo encontré decidí pegarle un susto.

Dave: ¡MAD! -dijo con sobresalto- ya te dije que no me andes asustando.
Madison: Ya te dije que no me andes asustando -repetí con tono burlesco- ya no llores pequeña.
Dave: Un día de estos me vengaré de todas las que me haz hecho -dijo mientras se cruzaba de brazos-.

Me dirigí a abrazarlo para después hacerle cosquillas.

Dave: Eres un verdadero dolor de cabeza, ¿ahora que quieres?
Madison: Steve y yo iremos hoy a tu juego de basquetbol, solo quería avisarte.
Dave: Ay linda, voy a... -lo interrumpí-.
Madison: ¡No me digas linda! Sabes que lo detesto.
Dave: Como eres delicada, solo iba a decir que pasaba por ustedes a las 6pm.

Asentí seguido de una sonrisa mientras me retiraba de con él.

La amistad que tenía con Dave había empezado Gracias a Steve, quien le había platicado sobre mi con el afán de que me cuidara de "aquellos que se quisieran pasar de listos conmigo", pero realmente él y yo empezamos a conocernos más y éramos muy buenos amigos, incluso Steve y yo asistíamos cada viernes a sus juegos de Basquetbol.

En regreso a mi aula, me topé con Gisselle y Noah quienes se besaban, incomoda por dicho acto seguí derecho y decidí acelerar el paso hasta llegar a mi destino.

Sentí como unas manos me tomaban por la cintura lentamente lo que me ocasionó escalofríos, asome mi cabeza por encima de mi hombro para encontrarme con Noah.

Noah: Eres muy delgada Barnett -susurró en mi oído- te invito a comer, vamos.
Me reí ante dicho acto y retire sus manos de mi cintura para ponerme frente a él.
Madison: Vuélveme a tocar y te rompo la cara -dije mientras sonreía hipócritamente- pero eso de la comida, me suena bien.
Noah: Me vas a volver loco -me tomo la mejilla y la apachurro ligeramente-.

Segundos antes besaba a su novia y después llega y me toma por al cintura, ¿y este quien se creía o que?.

Nos dirigimos juntos a la cafetería de la escuela, en donde amablemente me compro un panqué y un batido. Al pasar los minutos sentí unas miradas provenientes de la entrada de esta misma y al voltear crucé miradas con Gisselle quien para nada me veía con entusiasmo, sino todo lo contrario, dicho esto se aproximó a donde nos encontrábamos, para plantarle un apasionado beso a Noah.

Entre pequeñas risas, me agache mientras tomaba una chispa de chocolate de mi panqué.

Gisselle: Mis padres hoy saldrán hasta tarde bebé -dijo mientras le guiñaba el ojo-.
Noah: Mmh, si claro amor, nos vemos más tarde -contestó un tanto nervioso mientras de reojo veía como me aguantaba la risa-.

Gisselle no se retiró sin antes besarlo una vez más. Cuando se retiró, me partí de la risa mientras Noah me veía muy seriamente.

Noah: ¿Me puedes dejar en paz? O acaso... -hizo una pausa mientras cambiaba su expresión- ¿tienes celos? -finalizó pícaro-.
Madison: Si claro, estoy enamorada de ti y me muero por tenerte en mi cama tanto como ella -contesté sarcástica seguido de una gran carcajada-.
Noah: La diferencia es que ella si me tiene, no solo me desea, como otras -se acerco bastante mientras observaba mis labios-.

Al tenerlo tan cerca vi sus labios y realmente nunca los había visto con detalle, eran tan carnosos y sexys... me retiré rápidamente mientras maldecía en mi cabeza por dichos pensamientos.

Rodee los ojos y Noah se rió.

Realmente era un dolor de cabeza estar con él, pues sabía lo guapo que era y las muchas chicas que tenía atrás, lo que hacía creer que el mundo giraba al rededor de él, era un idiota.

A little mess.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora