Dos Astros

GRIETAS

Existen solo dos tipos de personas,  

                                                                 Las que viven y las que mueren...

Elizabeth cumpliría ya los dieciséis años , que naciese en primavera era presagio de que la belleza y el encanto de una flor fuese su virtud. 

Las primeras palabras que cruzamos fueron algo fueras de contexto.

La luz de una fresca mañana asomaba por la infinidad de cristales del salón las mesas de caoba  en las que podrían compartir dos alumnos parecían embellecerse con la luz del sol . 

Apenas me percate de ello, porque una voz algo áspera y tenue irrumpió.

Deberías dejar de ver tantas tantas tragedias románticas.

Tal vez si protagonizaras mejor a Aquiles podría dejar pasar desapercibido lo que acabo de presenciar.

-No supe que contestar al verla sonreír nuevamente  y esta vez con cierta ironía.

Decidí solo devolver la sonrisa y continuar por tomar algún asiento y como todo novato intente buscar un lugar vació el cual ocupar. Sin embargo no tuve opción Alexandro un hombre de aspecto joven con la cabeza rapada unas enormes gafas y una barba muy bien cuidada ,la cual no dejaba de masajear me propuso tomar asiento junto a Elizabeth. 

Ella me miro extrañamente de pies a cabeza y se excuso diciendo: sr Alexandro . Margareth comparte la mesa  conmigo , hoy no ha venido pero...

¿Existe algún otro inconveniente como para evitar ser amigables con un nuevo compañero?...

Eh...¡ no!  -Respondió tímidamente Elizabeth mientras apartaba las cosas de la silla que debió estar desocupada hizo un ademan de sujetarse el pelo y se aparto para que pudiera tomar asiento.-

Me dispuse a tomar asiento cuando con su extraño tono ironico dijo: Que sepas que estaba más tranquila sola.

-No entendía porque se las tomaba conmigo. y eso lo evidenciaba mi cara de incertidumbre cuando los demás escucharon y se voltearon para reírse.

Inmediatamente el Sr Alex recobro el orden de la clase con su manera tan asertiva para decir las cosas.

Dijo algo usted Srta "Blasco".

Todo mundo callo y retorno la vista al pizarron verde adornado por una pared llena de imágenes  de  personajes históricos un calendario del año en curso y una extraña frase que creía provenía del Ebreo  "CARPE DIEM" y pues si claramente estaba equivocado.

Elizabeth Blasco enmudeció y por un buen tiempo se olvido de mi presencia mientras escribíamos lo que el maestro nos dictaba . Yo me había perdido desde ya hacia mucho rato me quede hipnotizado viendo como los rayos de sol enrojecían los cabellos castaños del ángel que yacía sentado a mi lado mientras veía como sus ojos se concentraban en el lápiz y el papel yo intentaba disimular estúpidamente. mientras mi mente vagaba en lo desconocido , en aquel tesoro perdido, que mi flota de errantes sentimientos encontró en aquella secundaria. 

Dicen que solo quien lleva su barco a flote lejos de la seguridad y la comodidad que ofrece un puerto es capaz de ver un nuevo horizonte y exclamar tierra a la vista. Entre las paredes y el techo buscaba alguna excusa para hablarle pero el silencio y mis miedos se adueñaron de mi aquella mañana.

Mientras me dirijia hacia el imperial portal de salida,  nuestras miradas se volvieron a cruzar y al percatarse de que mis ojos y mi ser se habían clavado sobre si .Se giro deslizando  una fugaz sonrisa. Si de esa sonrisa no era yo el culpable, no veía a alguien más que lo fuera. De igual manera que durante un instante no tenia ojos para nada ni nadie más . Acabe estrellandome  con Julieth otra de mis nuevas compañeras. Solo así pude perderle de vista mientras salia de la secundaria y de mis pensamientos solo por un pequeño instante. 

Porque al regresar a casa y a mi vida habitual no hice otra cosa que pensar en ella. Supe que desde aquel momento en que sus labios se abrieron para fastidiarme, yo jamas de aquel sueño iba a olvidarme...

Eramos críos y jugábamos con el corazón y los sentimientos  eramos críos y ambos como llevados por el viento  eramos críos  y a abríamos grietas  en el tiempo.