UN DISPARO CERTERO

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Si hay penas que embargan el corazón la traición es la mas hiriente quien no recuerde a Eva, Adam y la serpiente no recuerda cual fue la primera vez que Dios encarno en carne propia el dolor humano.  Al sentirse traicionado incontables sentimientos brotaron de lo mas profundo de su ser, la ira, la pena, el dolor e incluso el odio fueron los causantes de lo que hoy por hoy somos. 

Simples mortales condenados a vivir y a sufrir lo que conlleva nuestra vacía existencia.

Eva mordió el fruto del pecado, engañada por la serpiente "Luzbel".

Adán  prosiguió sin saber que estaba cavando su propia tumba. Y si supo en algún momento cuales eran las consecuencias y aun así decidió comer del árbol prohibido  no lo culpo  pues al igual que fue embelesado por los encantos de un divino ser llamado mujer.

Olvidando el único error de Adán  que fue amar a Eva incondicionalmente y por sobre todas las cosas incluso de  aquel Dios, su padre y creador quien había tenido el detalle de obsequiar tan valuoso tesoro al hombre. Creando una mujer de su costado para que este no se sintiera solo y sus días fueran llenos de amor y felicidad. Dios había entregado todo de si al hombre pero este cegado por "la pasión y el deseo" fue capaz de traicionar a su Dios. 

Dios en un arrebato de ira los desterró del Edén y rompió todos aquellos planes e ilusiones que tenia para consigo. Fue entonces cuando apareció el dolor , el arrepentimiento, la amargura, el despecho y todas aquellas penas que hoy embargan nuestro corazón.

La traición es un sentimiento increíblemente poderoso porque en este nace un caudal de incontrolables y violentas emociones. la traición hiere , quema, escuece y arde como el alcohol que se vierte sobre una herida, como la más triste despedida, como una daga que  a través del corazón es introducida, y es que  cuanto duelen las mentiras y engaños de una  persona querida.

No me hubiese dado cuenta de que alguien le acompañaba si no es porque este le sujetaba la mano , de manera violenta me quite el yelmo  para ver claramente quien era aquel chico alto que la sujetaba de extraña manera .

Al entrar por el salón de eventos decidí seguirlas aunque de lo único que tenia ganas en aquel momento era de revolcarme y hacer una rabieta por los incontrolables celos y estúpidos pensamientos que rondaban mi mente. No podía hacerme otra idea mas que el chico que la acompañaba era su novio y peor aun que lo amaba.

Que era el al que pertenecían todas sus caricias sus besos, sus sonrisas, sus gestos sus idas y venidas, sus abrazos y todas sus locuras. 

No se que era peor si el sentimiento de decepción que me causaba pensar sentirme traicionado o la envidia que me asfixiaba a tal punto de que cada latido y  cada respiro los sentía como balas en el pecho. 

Esa noche cambiaría el rumbo de aquellas nefastas historias  que entramaba mi mente imaginando cosas que quizás nunca sucederían,como el hecho de que algún día ella pudiera ser mía.

Y si me ilusionaban tanto sus sonrisas y sus jueguecillos que imaginaba cualquier clase de cosas que aunque parecían carecer de sentido lo tenían solo por imaginar que los compartiría con ella.

Mi situación era triste si no era aun enfermiza, porque moria por algo que no me pertenecía porque las cosas nunca son como uno quiere eso muy bien sabia sin embargo e empecinaba en creer que tenia alguna remota esperanza.

Y si la había parecía haberse esfumado aquella noche,  todo apuntaba  a que alguien ya ocupaba su corazón y peor aun sus pensamientos , porque tal vez a diferencia de los hombres a las mujeres no les guié el instinto y sus deseos carnales.

Cuando la envidia y la rabia despertaron aquella noche , cuando comenzó el baile  y cuando ella sujetaba las manos de aquel extraño mientras bailaban al ritmo de una movida canción del momento.. 

Todo paso tan rápido desde que llegamos al instituto sin embargo aquellas tres horas del baile se me hicieron eternas. Yo no sabía bailar y moría de ganas por interrumpirla o al menos comprobar que aquel idiota de tez pálida y ojos marrones con la mandíbula cuadrada que a mi me parecía aforme antes que atractiva. No podía negar que tenía porte pero algo me hacía pensar que era una mierda, quizás solo eran mis estúpidos celos o quizás mi intuición.

Yo me pase la fiesta viéndola a lo lejos ni si quiera me volví a poner el yelmo todos iban disfrazados no conseguía reconocer a muchos  fue entonces cuando me di cuenta de que su mirada desde que entro acompañada de el jamas se volvió a dirigir a mi. Fue entonces cuando me di cuenta de que el brillo de aquellos hermosos ojos nunca iba a ser mio.

Porque esos ojos nunca me miraron como los mis cegados ojos  la miraron a ella.

Aquel fue mi mayor error y gracias a ello estaba muriendo.






Dos AstrosWhere stories live. Discover now