IMPORTANTE LEER LA NOTA AL FINAL
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Está asustada, ambos podían notarlo verla ahí desarmada les causaba algo de culpa, pero ella había tomado una decisión y antes de que se echara para atrás, el viejo y su hijo la habían llevado donde un amigo de la familia.
-Estarás bien Meg, yo en realidad a raíz de todo, he hablado con él y me ha ido bien, he aprendido a cómo llevar la situación- le comento el viejo, ella se sorprendió mucho, entonces sí que le estaba causado daño al pobre, más del que creía y eso en parte significaba echarle más sal a la herida pero independientemente de aquello, la motivaba a no cambiar de opinión. Se había prometido hacerlo por el viejo, ahora por Dilan y en especial por ella.
-Yo... también hable con alguien- intervino el muchacho, rascando su nunca un poco nervioso, eso si que impresiono a ambos, al viejo y a Megan.
-Es un amigo, el estudio sobre ello y lo necesitaba, no por ti Meggy, por mí- concluyo Dilan.
-Crees que tu amigo ¿podría hablar conmigo?- hablo Megan, ambos quedaron estáticos -Pienso que por ser joven desarrollaría más confianza al hablar- siguió hablando la muchacha, una muy grande y profunda sonrisa se había instalado en el rostro de ambos, Megan sabía que los estaba complaciendo y eso la llenaba mucho y lo pensó, por un momento pensó que los estaba haciendo... feliz, pero fue solo un momento porque enseguida desecho esa idea y siguió preguntando acerca de aquel desconocido.
-Claro que Dilan se comunicara con el ¿Cierto Dilan?- intervino el viejo pellizcando a su muy descuidado hijo y trayéndolo a la realidad, el asintió numerosas veces y sucedió, aquel pequeño pero descuidado acto soltó una muy adentrada pero empolvosa melodía, fue hermosa, exquisita fue.... un placer gustoso, de su garganta una carcajada gruesa hizo la más deseada bienvenida, el corazón del viejo iba a explotar y unas lágrimas aparecieron, Dilan sonreía con asombro y Megan, tenía los ojos cerrados y reía sin cesar.
-Te ves estúpido haciendo así- dijo sosteniendo su estómago y quitando una pequeña gótica que se asomó en su ojo derecho.
-Síguete viendo como estúpido Dila- repitió el viejo, este lo miro con complicidad y corrió a abrazarla.
-Seré estúpido siempre Megan, lo prometo-.
No lo entendía, Megan no entendía que pasaba, porque el viejo se limpiaba las lágrimas con su pañuelo y aún más importante ¿Porque estaba llorando?, sí que estaba loco y su hijo, seguía sus mismos pasos.
Un señor, contemporáneo con el viejo los esperaba en un salón, era bonito ese lugar, le recordaba por alguna razón a un sitio y sin siquiera digerirlo, la muchacha se despegó de esos hombre y camino alrededor de cada estantería, había libros por doquier y eso la emociono mucho, cogía los libros a su alcance y le regalaba miradas cómplices al viejo, estos por el contrario se habían sentando en un mueble al lado del señor y la miraban, veían detenidamente cada movimiento que ella daba, cada mueca en su rostro y lo imprevisto llego, pero ellos, no lo veían venir.
-Mi padre me lo leía- hablo Megan alzando un libro en sus manos para que ellos pudieran verlo, el viejo estaba intrigado, no sabía nada de ella, salvo las pequeñas cosas que hablaba cuando tenía la mirada perdida, solo sabía el incidente de esa noche, pero nada más.
-Tengo recuerdos vagos- dijo mirándolos a los ojos -Ahí estoy yo, acostada a su pecho bajo las sábanas blancas de mi cada y ahí está el sobando mi cabeza leyéndome este libro- volvió a decir ella, sosteniendo la mirada de aquellos tres pares de ojos, estaban a la expectativa, querían saber más, pero ninguno sabia como romper esa burbuja en la que Megan se encontraba en ese momento, el desconocido hablo.
-¿Que te decía tu padre Megan? Cuando te leía, claro está.
-Decía, no quiero que crezcas rápido mi niña- hablaba ella ahora, sentándose en la fría madera de ese lugar. - Y si ¿leemos un cuento de princesas?, preguntaba siempre.
-No papa, sabes que no me gustan, no es real, nada de eso es real- dijo esa pequeña niña cruzándose de brazos y fingiendo enojo ante su padre.
-Eres mi pequeña princesa Megan y eso es real- le respondió el apuesto hombre.
-Es diferente Rafael, soy tu princesa, pero en esos cuentos todo lo pintan tan fácil, a pesar de las dificultades que esas mujeres viven, consiguen un felices por siempre y papa, eso nunca se podrá conseguir, no en el mundo real.
-¿Cómo me llamaste muchachita?- pregunto Rafael agarrando a su pequeña de los brazos y causándole melodiosas carcajadas.
Megan solo tenía 10 años y se expresaba muy madura para su edad, pero aun no entendía aquello, las princesas de esos cuentos también sufrían, lloraban y reían, eran felices algunas, con lo poco que tenían, otras siempre querían mas y así era la vida, en cuanto al felices por siempre, Megan tenia razón no se podía ser feliz por siempre, pero siempre se podría ser feliz, aun cuando las cosas estuvieran mal, aun cuando sintiese que no podría mas, ser feliz, esa era la mejor arma de lucha. Su padre nunca pudo explicarle aquello a Megan y ella no le pregunto sobre que pensaba el al respecto, ella se quedó con ese vacío de por vida sin notarlo y faltaría mucho para descubrirlo.
Mientras tanto ellos miraban a la expectativa cada relato y se fueron de ahí feliz muy feliz por ese gran paso, lo que había causado un libro.
Ya en casa, sentados en la isla de la cocina, ella volvía a estar así, ida, con el alma quien sabe dónde, torturándose con cada pensamiento, culpándose de algo que nunca hubiera podido evitar. En silencio bajo de aquel banquillo y subió los escalones con cautela hasta su habitación, Robinson y Dilan no entendía que pasaba, para ellos había sido un paso importante, pero verla así los estaba confundiendo. No sabían, dolía, cada recuerdo dolía, Rafael había significado todo para ella y el Sr. Robinson le recordaba mucho a él, más de lo que debía, pero sabía quién había sido su padre en ese entonces y tenía muy claro quién era el viejo loco ahora, el hombre que la estaba salvando de saltar al precipicio, ella tenía que entender aquello, Megan debía hacerlo porque si no, nadie podría salvarla de sí misma, ni siquiera ella.
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Hermosuras, como están, aquí un nuevo capitulo, espero y les este gustando.
Quería explicarle como será esto, como estoy estudiando y la Universidad de verdad que me quita mucho tiempo, los capítulos serán publicados, los fines de semana, puede ser a partir del viernes dependiendo que tan cansada llegue, ósea que podrán tener hasta tres capítulos de seguido como va hasta ahora, quien sabe, todo depende de ustedes.
No se les olvide regalarme mucho amor y votar en la ⭐ no tardaras ni siquiera un segundo haciéndolo.
Los adoro enserio, gracias por darme esta oportunidad y empezar a confiar en mi, infinitas gracias familia❤🐼
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Renacer
RandomSe podría vivir cuando se está ahí, hundida en aquel hueco profundo, cuando un vacío gigante la arropaba, cuando sus fuerzas decaían, cuando ella misma se crucificaba sin razón alguna, sin pedir ayuda, sin dejar que la ayuden, ella caía pero el viej...