Renacer

Capitulo 4

Estaba todo silencioso, no se escuchaba ruido alguno en aquella casa, Megan había pasado toda la noche encerrada en su habitación, el viejo se encontraba algo distraído, no entendía que podría estar sintiendo Meg ¿Por qué reacciono así? Se veía feliz teniendo esos recuerdos, él pudo notarlo, se sintió conectado con ella, pero algo pasaba, primero, no sabía que era y segundo, necesitaba paciencia mucha más de la que tenía.

El timbre sonó anunciado la llegada de Dilan y un desconocido más, después de lo ocurrido, el hijo del viejo llamo a su amigo gustoso y llegando a la casa lo llamo urgente, lo necesitaba ahí y así fue, el desconocido saludo gustoso al viejo y este muy pero muy feliz, tenía muchas preguntas y antes de que Megan lo conociera, el debía hablar con el muchacho, quería explicarle como era ella, decirle que tuviera mucha paciencia, que no le preguntara cosas incomodas, debía dejarla hablar a ella, tenía que darle muchas instrucciones y mientras el desconocido mostraba un aspecto des complicado, el viejo estaba nervioso.

Las risas hacían coro en el centro de la casa, solo el fuego procedente de la chimenea alumbraba los tres cuerpos de aquellos hombres y mientras ninguno se dio cuenta de la figura femenina que se encontraba bajando las escaleras frías a pies descalzos. Ella los vio, incluso vio al desconocido, lo miro de arriba hacia abajo, y aun borroso por la poca luz ella lo identifico y por primera vez, le gustaba lo que veía. Tenía una sonrisa sincera y muy segura, le agradaba aquello, y la seguridad, con la que hablaba y las muecas de sus manos eran muy divertidas, cada palabra que decía hasta ahora tenía una seña con sus manos. El vio la sombra asomada y pensó que quizás podría ser ella, pero no persuadió a los otros, compartieron miradas y se entendieron y eso a ambos les agrado.

Se fue a la cocina y con un pote de helado, se sentó con cuidado al lado del viejo, se acurruco bajo su brazo y ambos se sorprendieron, las risas cesaron pero el desconocido ya la había visto. El viejo le acariciaba el cabello y le besaba la comisura de la cabeza, Dilan le sonreía y el desconocido igual, el silencio no era incomodo, era un buen silencio.

-Meggy él es mi amigo, de quien te hable- hablo el hijo del viejo

-Ya lo sé Dilan, imagine que era él.

El desconocido la analizaba, quizás iba a ser algo complicado establecer una conversación con ella pero si le brindaba confianza quizás, solo quizás asi se lleven bien y pueda llegar a ayudarla.

Ella lo miro, no decía nada, le daba su espacio, mientras que el viejo y su hijo estaban nerviosos, ellos dos se encontraban a gustos, ambos se sonrieron y los espectadores se mostraron algo confundidos.

-Mi papa era escritor- dijo Megan

-¿enserio?- preguntaron el viejo y su hijo sorprendidos, el desconocido solo rio y negó con su cabeza.

-No nos habías contado ello, Meg- renegó el viejo

-En realidad a mí no me has contado nada con respecto a tu vida Meggy, solo cositas pequeñas, pero nada interesante. Síguenos contando acerca de tu papa.

- Él era escritor- continuo- Y yo quería ser como el, incluso llegue a escribir cosas pequeñas, pero todo se perdió en el incendio.

-¿Cuál incendio?- hablo de inmediato Dilan. Ella volvió a cerrarse mirando a la nada y el hijo del viejo maldijo para así por haber hecho esa pregunta.

-¿Sobre qué escribías?- pregunto el desconocido

Ella lo miro sonriendo – Sobre lo que me viniera a la mente, el decía que mis escritos eran muy profundos, aunque nunca superaban 4 líneas, a veces me regañaba porque escribía cosas feas, no porque estuvieran mal escritos, si no por lo que significaban-.

-¿Qué te motivaba a escribir esas cosas feas?- volvió a hablar el inquilino

-Mi madre- respondió tranquila, con una sonrisa- Nunca estaba en casa, cuando estábamos solo papa y yo todo era alegría y yo me sentía bien, pero cuando mama aparecía, la atmosfera de la casa cambiaba por completo, el ambiento se tornaba pesado, pareciera que en casa lloviera todo el tiempo, tormentas y relámpagos por doquier, por ello, cuando hablaba de oscuridad en mis escritos, hablaba de mi madre. Le decía Maléfica-.

-Y tu papa ¿te regañaba por decirle así?

-No, él sonreía, no la empecé a llamar así por que fuera mala, mi mama no era mala, solo le había tocado una vida dura y estaba todo el tiempo de mal humor, tenía un corazón duro como el hielo, por miedo, sentía mucho miedo.

-¿Cómo sabias tu eso?- pregunto el viejo intrigado

Ella lo miro sonriendo – Mama me conto mi historia, como fui concebida y como llegue al mundo, papa me conoció cuando tenía cuatro años, se enamoró de mi dijo así que, no nos dejó ir, ella vivía asustada, que algo pudiera pasarle a papa, incluso a mí, entonces se refugió en ello, la frialdad sin saber que nos estaba alejando-.

-Ósea que ¿tu papa no estuvo los primeros años de vida contigo?- intervino Dilan

-No, nunca estuvo conmigo y eso era lo que temía mama, que se enterara de que yo existía y quisiera venir por mí.

-No entiendo Meg- hablo de nuevo este

-Mi papa nunca estuvo conmigo Dilan, ni los primeros años de mi vida ni nunca, Rafael me conoció cuando tenía cuatro años y no me dejo ir de su vida- dijo calmada Megan, terminando su pote de helado, parándose de aquella sala y dejando al viejo y a su hijo confundidos.

-¿Tu entendiste que quiso decir Charles?- pregunto Dilan al desconocido

-Si- dijo este seguro de sus palabras, mientras que los otros le miraban con cara de que continuara- Rafael no es su verdadero padre- finalizo, parándose a buscar un vaso de agua a la cocina.

El viejo abrió los ojos lo más que pudo, la impresión le estaba ganando, ella sabía que Rafael no era su verdadero padre y lo decía así sin importancia ¿Por qué nunca le había hablado sobre ello? Siempre que hablaba de su padre lo hacía con si el lo fuera en realidad, nunca lo hubiese notado, jamás.

Megan era un baúl de secretos y Charles debía ayudarlos a saber sobre ella. ¿Quién era Megan Runess? Y definitivamente ¿Qué más secretos escondía?

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Muchos secretos están por ser revelados, y créanme esto sera pronto.

Los invito a seguir leyendo este hermosa historia, sigan me regalando amor, no se les olvide votar en el icono de la estrella y tampoco se les olvide seguirme, lo quiero un montón, les mando un abrazo gigante y gracias por ser parte de esta nueva familia.