Hola guapuras, se que me he ausentado y si ODIENME todo lo que quieran, lo acepto, pero créanme no fue con intención, pase días horribles, pero ya estoy aquí y créanme que los premiare.
********************Un silencio abrumador vestia la casa, las respiraciones se encontraban ausente, nisiquiera el ventilador del aire acondicionado, el viejo se encontraba sentado en un taburete en la isla que adornaba la cocina leía lo que parecía ser una noticia interesante del periódico, su hijo bajaba las escaleras un poco desorientado, empezó a notar el pequeño silencio que abrumaba su casa y eso no era normal, aunque nada era normal allí.
- Papa ¿donde esta Megan?
-En la biblioteca- respondió este sin apartar la mirada del manuscrito en su mano.
- La casa esta muy silenciosa- volvió a hablar este a su padre
-Claro que lo esta, nadie trabaja hoy. Solo somos nosotros cuatro- respondió este
Una mueca se formo en la cara del hijo del viejo ¿porque los trabajadores no estaban haciendo sus deberes? O aun mas precipitado ¿porque su padre no dejo que estos trabajaran hoy?, toda clase de preguntas y suposiciones se hacían espacio en la cabecita de Dylan, tratando de volver a la conversación este iba a hablar pero fue interrumpido por una carcajada, una muy grande, muy abierta, muy melodiosa una carcajada jamás escuchada o quizás si, una sola vez y nunca creyó que volvería a pasar o no tan seguido. El viejo bajaba el periódico lentamente y retiraba de su rostro los lentes fondo botella que usaba para leer ¿de donde procedía aquella voz? O mas bien ¿quien era responsable de ello? Como zombies se dirigieron a dicho lugar y ninguno espero encontrar aquella escena, ambos abrumados en el marco de la muy ancha puerta abierta y lanzándose entre si miradas de incógnitas y una que otra de complicidad.
-Cuando sepa porque escribí esto prometo que te lo mostraré.
-No! Yo quiero ahora Megan, te seguiré haciendo cosquillas si no me muestras.
Las manos alrededor de sus costillas se movían sin cesar y aun en la inocencia divina que esa mente habitaba y la mas dulce intención de esas manos traviesas, Charles estaba brindando una mañana diferente a Megan, no fue consciente de los dos pares de ojos en la puerta que los miraban atónitos, ni mucho menos que se encontraba encima de ella tirada en el suelo, no había malicia en la intención, no había ni una pizca de sentimiento oculto, todo era neutro y sin sentir, solo aquellos "buenos días" tan diferente del día de hoy.
-Esta bien, esta bien- comenzó a gritar rendida Megan- te dejare leerlo, lo juro pero ya para- seguía hablando esta tratando de parar de reír.
-Tengo una arma contra a ti- respondió este, quitándose encima de ella y sentándose en el piso- no se te olvide Megan- finalizo, agarrando el cuaderno en donde había encontrado a Meg escribiendo.
Estaba algo asustada, si era miedo lo que tenia, había escrito algo sin sentido, pero que ella sabia lo que significaba, claramente estaba relatando a su madre, Maléfica le había contando una historia y ella era la protagonista. El la miraba e imaginaba muchas cosas, quizás fue abusada, quizás tuvo un bebe y lo dio en adopción, quien en su sano juicio la haría algo así a una niña tan indefensa, las ganas de saberlo todo lo estaban matando, asi no trabaja, ya no solo era un paciente mas, ni mucho menos un favor a su mejor amigo, era Megan, solo ella.
YOU ARE READING
Renacer
RandomSe podría vivir cuando se está ahí, hundida en aquel hueco profundo, cuando un vacío gigante la arropaba, cuando sus fuerzas decaían, cuando ella misma se crucificaba sin razón alguna, sin pedir ayuda, sin dejar que la ayuden, ella caía pero el viej...