Cap. 2
Año Nuevo.
Nuestra relación logró fortalecerse, no era perfecta, pero éramos felices.
Antes de casarnos, seguimos viviendo como hermanas, dormíamos juntas, pero cada una en su lado de la cama. A veces no podía resistir las ganas de acariciarla y me acercaba a ella, sin embargo Mei al final terminaba con ese momento de forma repentina.
- Yuzu. Es suficiente. Debes controlar tus impulsos.
- Pero Mei, hace un par de días fuiste tu quien empezó. – Es cierto, hace un par de días, mientras dormía, Mei me despertó, su cuerpo estaba ardiendo. Me quedó mirando fijamente por unos segundos, mi corazón palpitaba tan fuerte que temía que ella lo notara. Entonces me beso y empezó a acariciarme por debajo de la pijama, me estremecí, sentí como mi cuerpo se dejaba invadir por el de ella, estuve a punto de perder el control. Sin embargo logre apartarme y le pedí que recordara la promesa que habíamos hecho. Debíamos esperar -.
- En ese momento Yuzu, me detuviste, tenemos una promesa, recuerdas?
Mei puso esa cara fría que solo a ella le queda bien. Y que me pone sumamente nerviosa.
- De acuerdo. – Suspiré, TOUCHE! Era su revancha -.
- Vuelve a dormir Yuzu.
Los días transcurrieron con normalidad, disfrutaba esa nueva etapa de nuestra relación, aunque continuábamos actuando como hermanas por solicitud del abuelo, teníamos nuestros momentos para estar solas y tener citas. En la escuela nuestras amigas sabían de nuestra situación. Matsuri siempre incitaba a que fuéramos más cariñosas sin temer a lo que pudieran pensar los demás, sin embargo, Mei y yo siempre mantuvimos nuestra relación discretamente. Aunque nuestras noches solo eran para nosotras, cada vez se nos hacía más difícil "esperar", algunas noches yo perdía el control, otras lo perdía ella.
En año nuevo, luego de una breve velada familiar, Mei y yo nos fuimos a dormir. Mei se había comportado un poco extraña durante la cena, al llegar a la habitación empecé a cambiarme, cuando iba hacia la cama Mei se interpuso en mi camino.
- Yuzu.
- Hai!
- Cuanto tiempo se supone que debemos esperar?
Mei puso una cara extremadamente tierna, me miró fijamente, casi atravesándome el alma. Se acerco tanto a mi que sentí su corazón latiendo fuertemente. Yo tampoco quería esperar más.
- Creo que hemos esperado suficiente Mei.
La bese. Lentamente, toque sus labios rojos, sentir sus suaves labios contra los míos me lleno el alma. Cada vez que nos besábamos sentía la misma sensación, era como si mi cuerpo se estremeciera y mi corazón quisiera salirse y saltar de emoción.
Nos tumbamos en la cama, de rodillas una frente a la otra, nos besamos más intensamente, Mei me quitó la pijama recién puesta y me obligó a tumbarme en la cama. Beso mi cuello y toco mi pecho suavemente, recorrido con sus manos mi cintura, mientras con fuerza aprisionaba su pelvis a la mía. Sentí como el calor nos invadía. Con esfuerzo y como si lucháramos por el control logre cambiarme de posición dejándola a ella tumbada en la cama, casi sin aliento, nuestras miradas se encontraron, durante unos segundos contemple a Mei, respiraba rápidamente y me observaba, quizá esperaba que me detuviera, pero esta vez no tenía la intensión de parar, la "espera" había terminado.
Le quite la ropa, la bese intensamente, con mi lengua recorrí sus pechos, bese sus pezones y los mordí suavemente, pude sentir a Mei temblar entre mis brazos mientras seguía recorriendo su cuerpo entre besos y lamidos. Llegué hasta su pelvis, cuando de repente Mei con sus manos toco mi rostro y me hizo detenerme.
- Yuzu. Bésame. – No quería detenerme, quería seguir mi rumbo hacia sus labios y lamerlos intensamente, pero no precisamente los mismos labios que Mei me pedía ahora que besara. Me halo hacia ella y me beso con fuerza, mordió mis labios y rodio mi cintura con sus brazos -.
Mientras nos besábamos, con mis dedos alcance su entrepiernas y sentí su humedad, Mei apretó con sus piernas y entendí que le gustaba. Poco a poco fui entendiendo como mover mis dedos, cada expresión y cada movimiento de su cuerpo me enseñaba lo que iba haciendo bien y lo que no.
No paramos hasta el amanecer. Mei y yo esa noche de año nuevo nos fundimos la una en la otra hasta que nos quedamos dormidas, exhaustas y agradecidas de poder dormir hasta tarde del día siguiente.
Al despertar, nos miramos fijamente, sonreímos y nos dimos un beso de buenos días. Tuvimos que usar ropa de cuello alto y manga larga para poder salir de la habitación, nuestros cuerpos mostraban señas de la noche anterior, señas que solo nos pertenecían a nosotras.
Mamá había salido, Matsuri prometió visitarnos ese día así que preparé algo de comida y nos quedamos a esperar que llegara para hacernos compañía.
Nuestra relación había dado un gran paso, había pasado una barrera que nos nuestros cuerpos llevaban pidiendo a gritos atravesar desde que nos conocimos.
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Citrus - Fanfic (En Proceso)
RomanceYuzu y Mei viven nuevas aventuras como pareja, su relación como adultas nos trae nuevas experiencias y complicaciones.