Parte 4: Nee, Nee ... Estoy enamorado.

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Naruto suspiró inconscientemente; sintiendo sus manos heladas por alguna razón, mientras ambos realizan muy lentamente los sellos de mano para invocar a la parca. Kurumi no sabrá que hacer si ambos se equivocan con un solo sello. En vez de explotar y morir, puede enviarlos lejos de este mundo y ser torturados.

- ¿Alguien me recordará? – Preguntó el niño, entrelazando sus dedos para formar otro sello. Kurumi parpadeó un par de veces por la pregunta.

-Claro que sí. Tus conocidos que puedes considerar familia – Kurumi mencionó vagamente los nombres de cada persona que se relacionó lo suficiente con Naruto como para llamarlo amigo.

Aunque, puso más énfasis en su hermana de sangre, ¿Naruko cómo tomaría la muerte de su hermano en el departamento que comparten? Las Uchiha también entran ahí, pero apenas se conocieron formalmente.

Cada vez que ambos terminan un sello de mano, sienten un denso sudor frío bajar por la espalda de ambos. Kurumi no sabe si esto es normal; ella fue arrancada de Kushina. Posteriormente, ambos padres invocaron a la parca sin que ella estuviera relacionada.

El último sello.

Ambos tomaron una bocanada, Naruto abrió sus labios. Kurumi se preparó incluso para bajar su cabeza en el suelo de la alcantarilla si el Shinigami está molesto.

- Jutsu de invocación: La parca – Susurro Naruto en su habitación.

La habitación se comenzó a escuchar cierto sonidito. Algo tierno para ser precisos. Sin embargo, como saben que proviene del Shinigami, no evitaron tragar saliva.

*Clugh, Clugh*

Frente a Naruto, en el mismo vacío de la habitación, se comenzó a materializar la nada. Una silueta de un largo cabello negro se comenzó a formar. Unos tiernos ojos color avellana brillaron antes de que un joven rostro femenino apareció. El tono de la piel de la chica es lechoso pálido.

Unos listones negros y bordado con líneas rojas giraron en el cuerpo de la mujer, transformándose en un vestido negro con listones esponjosos. Largas medias negras y botas rojas de cuero.

La mujer blandió la guadaña detrás de ella, posteriormente, la colocó en el suelo.

La mujer blandió la guadaña detrás de ella, posteriormente, la colocó en el suelo

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- ¡Naru-chan! Vaya, la primera vez que te vi, eras un bebé rechoncho. Sigues siendo una lindura, ya sabes – La chica le sonrió al niño. Aunque sus ojos escanearon la habitación.

- ¿Y Kurumi? Según las predicciones de esa noche, todas somos esposas o enamoradas ... ¿Estaremos casados en un futuro cercano? No recuerdo. Bueno, no veo a Kurumi, por lo que estás en el espacio mental de Naru-chan – La parca comenzó a balbucear.

-Shinigami-sama ... Me disculpo con reverencia por no poder presentarme frente a su excelencia en mi forma física – Kurumi utilizó los labios de Naruto para hablar con la mujer.

NARUTO UZUMAKI EL PUTO AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora