La Bella y La Bestia ✒SasuSaku

Prólogo.

—Sakura-Chan, tienes que darle un paro a todo esto. —Aconsejó un rubio de mirada preocupada a la hermosa ojijade. —Me tienes preocupado. Hace contigo lo que quiere. —Acarició la mejilla roja de la pelirosa.

—Agh, Naruto me duele. —Informó al de orbes azules mientras hacia una pequeña queja de dolor.

—Lo sabemos pequeña. —Habló Kakashi mirando con tristeza a la pelirosa. —Ocultarlo con maquillaje no servirá de nada.

—¿Has intentado decírselo? —Preguntó Sai, su antiguo compañero de equipo.

—Sí, pero constantemente me dice que no tiene tiempo y simplemente se va. —Explicó Sakura con una mirada de melancolía.

—¿Le as dicho a alguien más de los maltratos de Sasuke? —Preguntó ésta vez Kakashi.

—No Kakashi-sensei, además, si se enterara de que hablo con ustedes acerca de esto me mata.

—Sakura-Chan, ¿Como lograste salir hoy de casa? Es muy raro que nos cítaras con más frecuencia.

—Sé que me engaña con Karin, hoy se lo diré, ya sufrí mucho por él, cuándo me rechazaba, al irse de la aldea, al intentar asesinarme... Soy una completa tonta, egoísta y sin dignidad alguna. —Sentenció por odio ella misma, aunque hablaba con ellos eso se lo dijo más así misma que a Kakashi, Sai y a Naruto.

—No digas eso... —Empezó Naruto pero está lo interrumpió.

—Es la verdad Naruto, siempre me han salvado y yo como ignorante sigo detrás de él, todo... Todo lo había echo por él —Su voz se rompió poco a poco. —Soy una inútil y ahora que estamos juntos así me paga. Quiero remendarlo. —Bajo la cabeza y empezó a apretar los ojos para no llorar pero era imposible. —Pero no sé cómo.

—¿Sabes feita? Tú siempre me has ayudado a mí, ahora me toca hacerlo también, ayudandote a superar todos tus traumas.

—Te ayudaremos, Sakura-Chan. No te desanimes.

—Naruto y Sai tienen razón. —Confesó el de cabello grisáceo. —Te ayudaremos en lo que nos pidas.

Los tres la tomaron de las manos y le sonrieron con confianza, Sakura, levantó la mirada y está vez lloró, pero no de tristeza e impotencia como siempre lo hacia sino de felicidad. Ellos la abrazaron tal cual como una familia hubiera echo, ella se recostó en los pechos del trio y sonrió cálidamente. Tenía apoyo y eso la reconfortaba.

Ahora el plan B seria decirle a Sasuke de una vez por todas que terminaría con él. El plan que más le asustaba, pero su equipo le dio la fuerza para llevarlo hacerlo.