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-¿Qué haremos? -Me preguntó Naruto aún en su estado de shock.

Lo miré extrañada por su pregunta.

-¿Que quieres decir con "Qué haremos"? -Él dejó su estado de shock y me miró a los ojos con seguridad.

-Este problema no es solo tuyo, también es mío, te amo Sakura-Chan y estoy dispuesto a ayudarte en lo que sea. -Me tomó de las manos acercando me a él y dándome un beso en la frente.

Le Sonreí con dulzura y feliz de que el no se enojara o dudara de mí.

-Gracias Naruto, -Le di un pequeño beso en los labios y sonrió. -Lo primero que tenemos que hacer es confirmarlo totalmente.

Él soltó mis manos y se puso a pensar, hasta que después de unos minutos habló.

-Creo que Hinata tiene un Test que nunca se realizó. Iré a buscarlo. -Se levantó de la silla y se fue de la cocina.

Me quedé sentada pensando en las consecuencias, en lo que podía pasar si yo estuviera embarazada, menos me podría divorciar de Sasuke y era lo que más quería.

No podría, él se atrevería de hacerme daño y no dejaría que dañase a mi hijo o hija.

Naruto volvió con el Test y me lo entregó con el fin de que me hiciera la prueba, lo tomé con manos temblorosas para finalmente dirigirme al baño con Naruto detrás de mí.

Entré y él se quedó afuera esperando el resultado. Baje mis pantalones y procedí a hacerme la prueba mientras rogaba al cielo para que saliera negativa.

No es que no lo querría sino que no era el momento indicado para tenerlo.

Dejé la prueba al lado del lavado, me limpie y subí mis pantalones, lave mis manos aun sin ver el test.

Lo tomé y salí del baño para verlo junto a Naruto.

Él me miro con tristeza yo lo miré igual, nos tomamos de las manos y volteé el test al frente, dónde salía el resultado.









Positivo.






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-Mamá, -Volteé a verla. -No debes hacer mucho esfuerzo, podrías lastimar a mi hermano.

Paré de firmar los documentos que tenía en la mesa para mirarla con una sonrisa forzada.

-Sarada, eres muy sobre protectora conmigo, sólo firmo estos papeles que tengo que entregar en el hospital mañana. -Dejé de verla y seguí con mi trabajo.

-Debes estar tranquila mami, le prometí a papá que te cuidaría.

Presione tanto el bolígrafo que terminé rompiéndolo por completo. Estaba destrozado como yo en ese momento.

-Sarada, -Volteé a verla sonriendo forzosamente, otra vez.- ¿Podrías ir a tu cuarto? Te alcanzo en menos de un minuto para poder darte tu beso de buenas noches...

Sarada se quedó viéndola por unos instantes, aún que era muy inteligente y madura para su edad aún habían cosas que le costaba comprender. -Está bien mamá.

Subió las escaleras para irse a su habitación dejando me sola.

Acaricié mi vientre ya con seis meses de embarazo, podía saber el sexo del bebé pero la verdad era que no tenía tantas ganas.

No sentía esa emoción que debería sentir una madre por el nacimiento un nuevo bebé.

Naruto la visitaba cada vez que podía, ya que al terminar de estudiar con Kakashi mandaba a un clon a su casa y venía hacía acá a hacerme compañía.

La verdad el me ayudaba con todo, era igual de sobre protector que Sarada, nos cocina, nos invita a dar paseos, nos compra cosas y hasta hace los quehaceres del hogar así le dijera que hacer eso no era necesario.

Conseguí otro bolígrafo y empecé a firmar hasta culminar, los ordené metiéndolos todos en una carpeta.

Fui a la habitación de Sarada a darle le beso de buenas noches.

Después fui a la cocina a hacer un poco de chocolate caliente, hoy hacia frío y era otro antojo que tenía en el día de hoy.

Hoy Naruto no había venido y era raro ya que nunca faltaba.

Abrí la nevera y saqué el chocolate a medio calentar poniéndolo en una olla y Prendí la cocina a fuego lento.

Cuando lo iba a apagar unos fuertes brazos me abrazaron por detrás apoyando su barbilla en mi hombro.

Reconocí ese olor al instante, tan rico, demasiado diría yo, Naruto me beso la mejilla y acarició mi vientre con una sonrisa. Apagué la cocina y me volví para estar de frente a él.

-Pensé que no vendrias. -Me tomó de la cintura juntando nuestras frentes.

-¿Y dejar de ver ese hermoso rostro? Ni hablar. -Sonreí.

No pasaría nada, Sarada dormía mientras que Sasuke se encontraba en su misión y necesitaba a Naruto más que a nada en ese instante.

Él se inclinó juntando nuestros labios en un beso que comenzó con suavidad y cariño pero a los minutos con pasión y necesidad.

-Te amo Sakura-Chan. -Confesó Naruto separándose de mi lentamente.

-Yo también Naruto.

Atrapó sus labios con los míos de nuevo apegándose a mi cuerpo mientras yo acariciaba su cabello rubio.

-¿Qué significa esto?

Nos separamos rápidamente al escuchar aquélla voz tan fría y seria, me quedé asombrada al verlo en el marco de la puerta mirándonos con furia y rencor.

Ahí estaba Sasuke Uchiha.


La Bella y La Bestia ✒SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora