Un monstruo en la bañera.

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Ufff...bueno, es la primera vez que no actualizo mil años más tarde(?) No saben de verdad cuanto aprecio que sigan leyendo esta cosa a pesar de mi tardanza, como siempre, espero que les guste la nueva parte, cambio y fuera~


Con mucha rapidez un par de brazos me tomaron por sorpresa, unos suaves labios se posaron en mi oído, empezaron a hablar en susurros, rápidos y frenéticos susurros, como si necesitara con toda su alma decirme algo.

Era más que claro quién se había escabullido a mi cuarto y trataba de abrazarme torpemente, también era más que claro el aroma a whisky en el aliento de aquella aparición tan suave y tranquila.

"¿Viste...viste a la ballena, Ace? Yo...y-yo creo que la perdí...."

El chico estaba aterrado. Su cuerpo temblaba como en pleno invierno y un líquido cálido donde se encontraba su rostro empezó a manchar mi espalda. El pecho me dolía como si un lobo salvaje estuviese jugando con mis órganos, y la necesidad de abrazar al mayor fue tan fuerte que sin dudarlo un solo segundo lo tomé de la cintura y con un empujón hice que todo su cuerpo quedará entre mis brazos, él trató de ayudarme, pero no tenía caso, estaba tan ebrio que sus palabras parecían solo balbuceos. Tomé la manta y sin nada que decir la eche sobre nosotros.

"¿Donde está la ballena, Stu?"

Tal vez era inútil buscar respuestas ahora, tal vez la ballena estaría siempre a la espalda de Stuart y el pelo azul siempre viviría con un pie dentro del océano, pero al ver sus ojitos, al escucharlo y sentirlo las ganas de meterme completamente desnudo al océano para darle algo de calor se hacían inmensurables. No quizo responderme por un tiempo solo respiraba de mi pecho, no quería siquiera abrir los ojos para ese punto y se notaba.

Fue entonces cuando comencé a preguntarme, ¿que diablos estaba haciendo yo aquí? ¿De verdad iba a lograr que algo en la atrofiada y por demás complicada vida de Stu encajara? Yo jamás había encajado en ningún lado, con la única persona que alguna vez encaje fue con Snake, y lo había arruinado todo con él. En un instante para otro, sentí que los muslos de Stuart empezaban a oprimirse con mucha fuerza como si evitara algo...una mancha húmeda comenzó a crecer desde su entrepierna hasta casi su s rodillas, estaba llorando y me pedía perdón de cuantas formas se le ocurrieran.

Esta bien, lo admito, jamás había estado en una situación así, ni siquiera parecida. Stu como un niño asustado se había orinado en mi cama en busca de calor y consuelo. Solo que el cantante en mis brazos no era un niño, y estaba ebrio...muy ebrio. Sentí un enorme pesar en todo mi cuerpo, una horrorosa sensación de estar empeorando todo, de no ser si quiera un uno por ciento de ayuda para la complicada persona que estaba hecha un manojo de dolor en las mantas.

"L-Lo siento...lo lam...mento...puedo...puedo I-irme..."

No. No podía dejar que se fuera así, a que se adentrara a cuantas ideas dolorosas se cruzaran por su frágil psique. Claramente el peli azul había llegado a tocar fondo, y el fondo es un lugar muy frío para pasarlo solo una noche cómo está, en donde ya todos en la casa se habían ido a dormir.

" no no no, Stewie no te pongas inquieto...todo estará bien..."

Mil palabras de calma salieron de mis labios hasta que el mayor comenzó a respirar de forma más tranquila. Tomé la iniciativa para mejorar lo que venía siendo una noche llena de angustia y preparé una tina de agua caliente, por suerte para mi, el baño individual que se encontraba en mi cuarto el cual contaba con una bañera también, era uno de los escasos cuartos limpios del desastre que era mi nuevo hogar. Él solo me miraba, acostado en mi lugar de la cama mientras yo lo desvestía con sumo cuidado y colocaba su húmeda ropa interior al igual que el pantalón en el cesto de la ropa sucia. La mirada del contrario comenzaba a ceder da a poco, sus rasgos se hacían cada vez más suaves y ya no podía siquiera mirarme. Con mucha suavidad me coloqué encima de Stuart para besar su mejilla y susurrar sobre su piel.

"Hey, no te duermas, pretty boy, el agua está casi lista..."

Tambaleadoce sobre la cama logró sentarse, yo lo sostuve entre mis brazos y sus piernas instintivamente rodearon mis caderas, era como cargar un saco con unas cuantas plumas dentro, ¿como alguien de su edad podía pesar tan poco? Al entrar al baño logré acomodarlo con sumo cuidado sobre tan solo la superficie agua, él se removió contra mi cuerpo, negado a entrar. Supuse de inmediato que podía estar pasando por su cabeza.

"Dulzura, la ballena ya se fue, ¿si?"

De a poco su agarre empezaba a ser dudoso, bien, a lo mejor estaba consiguiendo que el de ojos negros confiara en el baño que le estaba proporcionando.

"Tu...¿asustaste a la ba...ballena? ¿S-Se fue nadando?"

No pude evitar reír muy suavemente ante las palabras de 2D, era extremadamente diferente a cualquiera que alguna vez había conocido, pero aquello solo me daban ganas de abrazarlo hasta que la ballena abandonara su cabeza, alejar al marino animal con tan solo el calor de las mantas de mi cama.

"Si Stewie, se fue nadando, le dije que se fuera a asustar a otro lado"

Los labios del muchachito se llenaron de color por un segundo en una tierna sonrisa y sentí que mi deber de a poco estaba siendo cumplido. Stu pronto se convirtió en peso muerto en mis brazos, completamente dispuesto a meterse al agua. Lo deje con mucha delicadeza observando cómo su cuerpo se relajaba de a poco, él lentamente llego a abrazarce a sus rodillas, algo avergonzado de verme luego de aquello. Lo entiendo, es algo inusual, en especial teniendo en cuenta el hecho de que estaba viviendo aquí por tan solo algunos meses ya...pero había algo en todo esto que me pedía quedarme. Tal vez era el aroma de un lugar nuevo en la mañana, la forma en que los autos pasaban frente a mi ventana en la madrugada y todo parecía despierto, como Stuart me hablaba con tanta euforia todos los días, el calor de su sexo y...y la ternura de su piel en el agua.

Bien, supongo que ahora que todo estaba tan calmado, la situación no parecía tan negativa. Las cosas se salieron de control, y todo pareció caer por una inmensa montaña, creando una enorme bola de nieve de problemas, pero Stuart tomo mi mano tan suavemente que pude sentir cada una de sus arrugas y callos, también la suavidad natural de estas y el agua tibia. Comencé a limpiar su espalda con tranquilidad, canturreando suavemente algunas de las nuevas canciones del disco, parecía calmarle. Claro, muchas noches en la azotea había hablado con el cantante sobre el poder que tiene la música, y aunque su léxico fuese algo corto, no era necesario que hablara como un letrado para trasmitirme un mensaje que de verdad valiera. La música era aquella suavidad que encontraba Stuart en un mundo tan rígido, la suavidad que de alguna forma mi mano en su espalda, mis suaves masajes o el agua a su al rededor le estaban dando ahora.

Fue tranquilo, no fue caótico en ningún sentido como el peli azul pensó que lo sería, lo notaba en su lenguaje corporal. Desde el instante en que empezó a dejar ir todo su miedo entre sus piernas, hasta el instante en que empecé a desvestirlo para meterlo al agua, se notaba que estaba aterrado. Temía que todo volviera a caer. Pero realmente para este punto, creo que resisto un par de crisis más que antes. No quería abandonarlo. Cuando el agua empezó a enfriarse, tomé el cuerpo algo tembloroso y lo saqué de allí, este trató de pararse en el suelo mientras yo le colocaba la playera que le había robado aquella noche, viendo cómo me sonreía ante la comodidad del algodón. Le puse un bóxer para que no se sintiera incómodo y lentamente abandonamos el baño.

Él tomaba mi mano como un niño asustado de perderse, yo abrí la cama y deje que se metiera, gateando bajo las mantas. Luego de hacerse un ovillo, empezó a buscarme. Con mucha rapidez me acosté a su lado, abrazando el revoltijo de telas para que sintiera que al fin podía descansar. 

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⏰ Última actualización: Oct 30, 2018 ⏰

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La tormenta. (2dace fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora