Capítulo 1: "Seamos amigo".

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—Nancy, ¿tienes los papeles con la información de mi nuevo paciente? —Me cargue en su escritorio.

—Sí, aquí están... —Me los entrego con una tierna sonrisa.

—Gracias... —Los tome y regrese a mi oficina.

Hoy vendrá un nuevo paciente y me lo asignaron tratar, su nombre es Kim Taehyung.

•tocan la puerta•

—Adelante. —Respondí mientras ojeaba los papeles del joven Kim.

—Con permiso. —Dijo con su voz un tanto ronca. Inmediatamente alcé la mirada en dirección a la puerta poniéndome de pie, es un joven bastante alto, de contextura delgada, tenía el gorro de su polerón puesto con las manos en los bolsillos.

—Buenos días joven Kim—sonreí y me puse de pie.

—Por favor, dígame Taehyung, no me trate de "joven" cuando al parecer ambos tenemos la misma edad. —Dijo cabizbajo.

—Soy 3 años mayor, pero como gustes Taehyung—tome asiento—puedes tomar asiento, por favor.

El obedeció y tomo asiento sin problema. Al momento de sentarse se saco el gorro y levantó la mirada dejándolo ver su pálida piel, sus ojos cafés y sus ojeras notables, pero es increíble como no lo hacen lucir mal y sus labios tienen un lindo color carmesí.

—Bien, ¿Cómo te sientes hoy Taehyung? —cerré mi computador.

—¿Cómo se supone que deba estar bien con esta maldita enfermedad? —Dijo con un tono de voz bastante frío.

—No seas tan amargado, eres joven, solo dedícate a disfrutar tu vida. —Respondí.

—¿Cree que puedo ser feliz sabiendo que me moriré en cualquier momento? —Me miró directamente a los ojos, sentí como un escalofrío recorría todo mi cuerpo.

—Taehyung, es realmente raro que alguien muera por cáncer de estómago—afirme.

—Pero no imposible. —desvío su mirada hacia la gigantesca ventana de mi oficina.

—Ya veo, no eres muy sociable ¿verdad? —Me puse de pie y caminé en dirección a la gran ventana y comencé a mirar el paisaje, desde mi oficina se puede ver toda la ciudad, es realmente hermoso.

Taehyung se pone de pie y se gana a mi lado, acabo de descubrir que le llegó exactamente hasta los hombros. Ambos estamos observando el paisaje, ninguno de los dos dice nada, hasta que el decide romper ese silencio incómodo.

—Oiga... ¿usted es mi médica o mi psicóloga? —Me mira sin ninguna expresión.

No pude evitar sorprenderme ante su pregunta, ¿quién se cree para hablarme así? Solo es un paciente. Levanté mi mirada, solté una sonrisa y le respondí.

—No me veas como tu médica... Vamos, seamos amigos. —Estiré mi mano hacia él, el solo me miro sin decir nada. Al parecer mi propuesta lo sorprendió.

Nos volveremos a ver. | •KTH & ___|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora