El club de los corazones rotos

Seitaki

Hola hola!! Querid@s lectores!! Como estan??

Disculpen la demora. Gracias por el apoyo que siempre me dan!

Disfruten el capítulo!!

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Miraba embelesado a mi pequeño bebé alimentarse de mi mientras le acariciaba la suave pelusita de cabello celeste que tenía en su cabecita. Kagami-kun se había quedado profundamente dormido en el sofá luego de estar cuidándonos toda la noche y madrugada. Ya pasaban de las nueve de la mañana y todos estaban tratando de descansar después del agitado parto. Nijimura-sempai daba sus vueltas de vez en cuando al igual que Kiyoshi-sempai, y el tío Midori también. El tío Kaede, quien estuvo fuera por no sé qué asunto, ahora se había instalado en el otro sofá de mi habitación. Cabe decir que al enterarse, no se despegó de Tora, como cariñosamente Kagami-kun y  yo llamamos a nuestro bebito para que no hubiera confusiones, y estaba todo cariñoso con el bebé. El tío Rintarou también lo estaba, y tanto que le sugirió al tío Kaede la idea de tener un bebito- para alegría de mi sádico tío-.

Escuché unos gemiditos que me sacaron de mis divagaciones y miré a mi bebé el cual ya había terminado de comer. Me tapé de nuevo y coloqué a mi bebito en mi hombro para darle suaves palmaditas.

—¿Kuroko? ¿Está todo bien?- miré a Kagami-kun el cual se estaba levantando y se tallaba los ojos- ¿Qué horas son?

—Pasan de las nueve de la mañana, Kagami-kun, y todo está bien.- sonreí dando un bostezo- Tora está despierto, acaba de comer.

—¿Puedo cargarlo?- asentí dándole al bebé y Kagami-kun lo sostuvo con torpeza y miedo.

—Cuidado con la cabecita, sostenlo bien y sin miedo, Kagami-kun.

—Cielos, Kuroko, es que siento que aún no me lo creo: ya somos padres, tenemos un bebé hermoso.-acunó a Tora sentándose en la cama, a mi lado-Estamos comenzando a ser una familia.

—Lo sé, Kagami-kun, también creo que esto es algo loco pero ya estamos aquí.- suspiré recargándome en las almohadas- Ahora tenemos a nuestro bebé con nosotros.

Escuchamos unos leves golpes en la puerta y pronto entró Izuki-sempai junto con todas las madres, más sus bebés,  y Nijimura-sempai. Reí bajito, y de manera disimulada, al ver a Nijimura-sempai todo idiotizado con el pequeño Shuusei mientras le tenía en brazos arrullándole y con un fondo de nubecitas.

—Kurokocchi, hemos venido a darte tu visita.-canturreó Kise-kun- ¿Cómo están los tres?

—Estamos bien, Kise, solo un poco cansados.- se me adelantó Kagami-kun y luego vio con los ojos entrecerrados al pelimoradito en los brazos de Himuro-san el cual lucía algo molesto- Peloncito de hospicio…Ò-Ó

—No empecemos, Kagami-kun, deja en paz al niño.- no pude patearlo pero si darle un almohadazo-Por cierto, ¿Dónde está Sorato-kun?

—Está con Reo-chan, el cual fue a ayudarle al tío Hinata a preparar un poco de té de durazno junto a Kaname-chan…-unos gemiditos le interrumpieron y se giró de manera sonriente a su bebé lloroso.-Ya voy, Kazu-chan, ya voy a darte de comer. No te pongas tsundere como Shin-chan.

—¿Alguien nos había llamado?- por la puerta se asomó Reo-san con el bebé faltante. Pronto entró y vi al pelimoradito calmarse y ponerse risueño- El té estará listo pronto.

—¿Por qué estaba molesto Taiyou, Tatsuya?- Hanamiya-san hacía eructar a su bebé después de alimentarlo- Por lo que sé, comió hace poco. No debe haber motivo para que esté molesto.

—Se puso molesto porque Reo se llevó a Sorato. Taiyou no tolera estar separado de Sorato: hace berrinche hasta que vuelve a estar con él.

— ¡Qué curioso! Es como cuando Murasakibara no se despegaba de ti, Himuro.- Izuki-sempai dio un bostezo- Será lo mismo con los mellizos.