El mal acecha

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Hola hola!! Querid@s lectores! Cómo están?

Aquí les dejo un nuevo capítulo, ahora empezamos con lo bueno!

No lo alargo demasiado..

A leer!!

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Como han pasado los años, esa frase tan característica de una que otra canción aplica directamente a nosotros. El tiempo había pasado, y vaya que había pasado. Cada uno de nosotros habíamos cambiado para bien y así debía ser. Habíamos crecido, madurado, éramos totalmente diferentes a aquellos chicos que simplemente habían huido  huyendo de un cruel pasado y con el tiempo acumulando fuerzas para enfrentarlo totalmente y cerrar esa puerta para siempre.

Cuatro largos años habían pasado, cuatro largos años llenos de emociones. Kagami-kun y yo, junto a los demás, en ese tiempo habíamos asistido a la universidad y nos habíamos graduado de nuestras respectivas carreras: Kagami-kun quería ser bombero, pero por la peligrosidad de ese oficio y por las amenazas del tío Midori, ahora ejercía dando clases en la academia de bomberos de la ciudad; yo por mi parte ahora soy profesor de un jardín de niños junto con Himuro-san, Miyaji-san y sorpresivamente también Nebuya-san; Takao-kun es ahora enfermero infantil en el hospital del tío Midori; Kise-kun trabajaba como modelo, claro que bajo otro seudónimo y solo para la ropa y accesorios de una tienda pequeña propiedad de Kaname-san, el cual era ahora diseñador; Sakurai-kun es ahora chef y tenía un pequeño restaurante en conjunto con el tío Hinata y además de ahí laboraban también Wei-san y Fukui-san; Furihata-kun es contador trabajando en secreto para Akashi-sama al igual que Kotaro-san pero él como asistente personal y Reo-san laboraba como diseñador de interiores; Hanamiya-san es abogado y trabaja para el tío Midori junto con Haruka-san mientras que Kiyoshi-sempai trabajaba como entrenador de basket; Tokiwa-nee ayudaba como profesor de ciencias en la universidad junto con el tío Kaede; Nijimura-sempai dirigía una de las empresas y además de que fungía como profesor de ciencias mientras que Izuki-sempai trabajaba como maestro de matemáticas.

Suspiré terminando de recoger unos juguetes del suelo y viendo de manera nostálgica una fotografía de Kagami-kun y yo teniendo en brazos a nuestro bebé. Acaricié los bordes con nostalgia y luego vi una pequeña manita posarse al lado de la mía. Di un pequeño brinco sonriendo y viendo a la personita que estaba a mi lado, Tora estaba ahí haciendo gala de sus dotes fantasmales.

—Mami, ¿Qué haces?

Tora ya tenía cuatro años y es un niño muy vivaz y alegre, comelón como Kagami-kun y serio y apático como yo. Él había heredado los ojos de Kagami-kun. La mezcla perfecta entre él y yo, no había para más.

—Recojo unos juguetes, cariño, ¿Dónde dejaste a papá?

—Está con tío Tat, están arreglando todo para el cumpleaños del tío Reo.

Reí y terminé de recoger todos los juguetes para ir a los jardines y ver como todos ayudaban en el cumpleaños de Reo-san. Los niños corrían de aquí para allá y más por jugar con los más pequeños. Si, los más pequeños.

Izuki-sempai y Nijimura-sempai habían tenido, dos años después de haberse casado, a dos gemelitos igualitos a Nijimura-sempai en todo, para nuestro dolor, hasta en su genio y coraje junto con un buen lado sádico. Ambos bebés, de dos añitos, se llaman Haruki y Takuto. Ambos niños demasiado sobreprotectores con su hermanito mayor no dejándolo ni a sol ni a sombra.

Esto porque al pequeño Shuusei le habían detectado una terrible enfermedad llamada epilepsia. El niño, a los dos años, mientras estaba en la casa ya que celebrábamos el cumpleaños del tío Midori de la nada se quedó ausente y segundos después estuvo convulsionando de manera violenta asustándonos a todos, en especial a sus padres. Afortunadamente el tío Midori actuó a tiempo y controló la situación.

El club de los corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora