Mi Pequeña.

Capítulo Dieciséis

Blair
La mañana siguiente fue casi igual a todas mis mañanas, Nicholas se levanta, se ducha, se inclina y da un beso en mis labios para irse a trabajar.

Eran las 7:10 en el reloj de la mesita, quería despertarme completamente pero no era nada fácil, así que hacerlo toma toda la energía que puedo tener a las 7am y me meto a la ducha, el agua caliente relaja mi cuerpo y saca toda la flojera de mi sistema. Una vez que me pongo lo primero que encuentro bajo a la cocina.

La madre de Greg me mira y me salida.
—Hola cariño.
—Hola, puedo ayudar.
—No es necesario Angie nos ayudará, ven siéntate.

Tomo mi mano y me llevo a la mesa.
—Me dijo mi esposo que aceptaron.
—Si, Nick dijo que si ayer por la noche, no se exactamente lo que implica pero estoy feliz por el.

—Ya verás que las cosas mejoran, me dijeron que haces unas galletas estupendas.
—Pero decoraciones horribles.
—Bueno yo soy horrible en la cocina, especialmente en los postres, podríamos ayudarnos.
—Me parece bien —le digo con una sonrisa.

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El sonido de la campana suena cuando entro a la cafetería, camino lentamente hasta llegar a la cocina, Tom está decorando algunos muffins, levanta la vista y me ve.

—No estés triste.

No respondo, miro al piso mientras juego con mis manos.

—¿Esta Willow?
—En el patio.

Salgo hasta encontrarla, está sentada en el piso junto a un montón de libros.

—Hey—me saluda, estira su mano para alcanzarme, me invita a sentarme junto a ella.

—Nick me dijo que se van a ir.
—En unos días.

Nos quedamos en silencio.

—Esta bien Blair, puedes llorar.
—No, ese es el problema, no quiero llorar.

Miro al cielo despejado.

—Tambien me iré—suelta ella—Hare intercambio durante 1 año, en Alemania.
—No me habías dicho—ella asiente con pesar.
—Nada era seguro hasta el día de ayer.
—Asi que serán nuestros últimos días juntas—ahora si podía sentir lágrimas picando mis ojos.
—Oh cariño, no te vas a olvidar de mí.

Me inclino y la abrazo.

—Seguire ahí cuando me necesites—me susurra—solo tienes que llamar y te responderé, hablaremos todo el día, tienes un teléfono, te extrañaré, pero sé que las cosas entre las dos nunca van a cambiar, sabes por que?

Niego mientras me abrazo más a ella.

—Porque no estoy dispuesta a perder a una amiga como tú, tan fuerte, inteligente decidida, tan hermosa y tan insoportable—golpeo su hombro—No te dejare, aún lejos estaré contigo.
—Definitivamente estás estudiando literatura, tienes las palabras correctas siempre.

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El frío es infernal, detesto el frio, Nick se termina de acomodar nuestras pocas cosas en la maleta que tenemos.

—¿Estás lista cariño?

Miro a mi alrededor por última vez, nuestro primer hogar.

—Extrañare este lugar—le digo—El frío no.
—Lo entiendo, pero ya vendrán tiempos mejores, el departamento que nos prestarán será más seguro y estará bien condicionado.
—Si... Me imagino, pero este fue nuestro primer hogar.
—Mi hogar es donde estés tú—besa mi mejilla—Todo lo demás no importa.
—Si... Bueno tienes razón.
—¿Estás lista?
—Si—me ofrece su mano y la tomo.
—Dile adiós al departamento.
—Y hola a nuestra segunda vida —le digo y el me sonríe, toma la maleta y caminamos cerrando el departamento.

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Hola hola, hace un siglo que no escribía este libro y ahora... Bueno tengo una idea de lo que hacer con el, descubrí que esta historia está escrita desde junio del 2018 y he aprendido bastante acerca de cómo escribir o más bien estoy aprendiendo, así que si llegan a comenzar de nuevo está historia porque... Tal vez ni se acuerden de ella, tal vez se den cuenta de que la modifique... Aunque ya sé que haré con esta historia no prometo actualizar pronto, tengo otra historia corriendo y quiero centrarme en una a la vez.

Gracias por leerme😁