La chica de mis pesadillas

El broche

Ilán llega temprano al hospital para recoger a su solitario amigo se sentía un poco culpable por no haber ido a verle durante su hospitalización pero seguro se calmaría al saber que encontró un poco de información de sus atacantes. Alegremente abre la puerta de la habitación de su amigo gritando — ¡traje ropa limpia y unos cupones para tu restauran favorito! — se queda algo confundido al verlo ponerse al remera de manga larga encima de una camiseta de algodón blanco — ya estás vestido —su voz se desanima un poco
— mande a traer mi ropa de mi apartamento — se para frente a él y mueve su cabeza a manera de señal, Ilán voltea y ve a Daire, se queda atónito voltea repetidamente alternando entre Alexander y Daire —serás exagerado apúrate tengo hambre — Alexander sale de la habitación
—Espéranos — exclama Daire recogiendo las últimas cosas los tres dejan atrás a Ilán
—no sean malos ¡espérenme tórtolos! —exclama Ilán con tono juguetón
—cállate idiota— Alexander le responde cortante.
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—¿entonces que encontraste? — Alexander le pregunta una vez que se cuenta en una silla de madera colocada en una mesa para cuatro de un restauran sencillo
— veras — se aclara un poco la garganta y saca algunos papeles del maletín que llevaba con el — la chica Astrid fue reportada como desaparecida hace cuatro años es hija única de los Nigati
—¡¿las dueños de la compañía en que trabajamos?!— Daire se sobresalta al escuchar el apellido
—efectivamente, ellos nunca lo hicieron público pero era evidente la ausencia de su hija pues ella aparecía constantemente como la prometedora sucesora — continúa explicando Ilán exaltado
—ptf jajajajaja — Alexander intenta contener su riza pero le es imposible, haciendo que los tres enfoquen su atención en el —¿¡ella es la  prometedora sucesora!? Pero si es solo una chica torpe y despistada —señala a Astrid aun riendo
—jajaja— A Daire se le escapa una risilla a causa de la cara de molestia de Astrid pues le parece muy tierna
— ja ja creo que ya te volviste loco Lex— Ilán ríe nervioso — ese asiento está vicio ¿que no vez? — dice mientras recorre un poco su silla en dirección contraria a el sitio de Astrid
Daire le da unos cuantos codazos leves a Alexander que aun sigue riendo él recuerda que Ilán no es capaz de ver a Astrid y está quedando como loco así que finge que no ha sucedido nada y vuelve a ser el hombre serio de siempre
– En cualquier caso ¿sabes porque la dejaron de buscar? ¿La dieron por muerta? ¿No es demasiado pronto para que dejen de buscar a su única hija, o tan siquiera no querrían recuperar el cuerpo de su hija? – todos se quedan callados reflexionando lo que Alexander.
–¿podría ser posible que alguien esté interfiriendo con la investigación?—pregunta Daire
— creo que si encontramos a la persona que se interpone también encontraremos a el o la asesina —
Ilán observa a Daire y a Alexander con extrañeza —¿cómo saben que ella está muerta? Eso ni siquiera la policía lo sabe con certeza, es más Alex ¿qué me estás escondiendo? Tu nunca te habías interesado en alguien porque si ¿qué me estás ocultando Alexander?— el ya no hablaba calmado se o juguetón estaba muy serio para ser el —cada vez que me ocultas algo todo sale muy mal eres al único que considero realmente mi amigo y no quiero verte de nuevo en aquella situación, no me gusta cuando me ocultas cosas— Ilan esta a punto de levantarse para irse pero Alexander lo detiene
—ciertamente he sido egoísta y peor aún con la única persona que ha sido mi amiga durante tanto tiempo— es la primera vez que Alexander se comportaba dócil con alguien e incluso sus nuevas amigas notaban lo extraño que era pues su expresión se notaba muy incómoda, se veía que ponía todo su esfuerzo por no ser el mismo tipo frío de siempre, el estaba dispuesto a cambiar, no quería volver a aquellos días fríos y solitarios así que tomó una gran bocanada de aire y con cierto recelo comenzó a contar su historia, él temía que su amigo lo tachara de loco o creyera que estaba inventado excusas extravagantes para no decirle la verdad, pero no fue así el solo se sentó frente a él y no hizo ninguna pregunta, puso mucha atención en cada palabra que le decía su querido amigo y ciertamente estaba sorprendido por lo que le había dicho pero los ojos de Alexander eran sinceros así que decidió creer en aquella loca historia.
— En una situación cómo está lo que más te recomiendo es que vallas directamente con los padres de esta chica, puede que ellos nos den más pistas para encontrar su cuerpo, además estamos estancados y no puedo moverme más — Ilan sonreía a Alexander intentando no mostrarse demasiado conmocionado por todo lo que tenía que procesar en ese instante, da un suspiro, busca en el bolsillo interior de su chaqueta de cuero una pequeña libreta y una pluma comienza a escribir algo y finalmente le entrega la nota a Alexander — leí esta dirección en el expediente, no debería hacer esto pero digamos que se me callo el papel en tu mano — todos sonríen ante aquel acto tan dulce de Ilan — me retiro por ahora tengo que volver a la estación y por favor prométeme que no visitarás de nuevo a extrañas señoras en el centro de la ciudad — Ilan deja dinero en la mesa para pagar la cuenta y se retira sin dar vuelta atrás desapareciendo tras la puerta de caoba del local.
Los tres se acercan para ver la dirección que les acababan de proporcionar e inmediatamente Alexander y Daire ponen una expresión algo incomoda.
—que está mal— pregunta Astrid completamente perdida.
—es una dona muy restringida, a menos de ser residente o tener una invitación no puedes acceder a el lugar, además es demasiado extensa la zona y será difícil dar con tus padres sin una guía apropiada — explica Alexander mientras se presiona la cíen con su mano
— Estamos en graves problemas, la única opción que tenemos es conseguir una invitación para entrar —Daire voltea a ver a Alexander como diciéndole que tendrá que hacer algo desfavorable para el
—Ni creas que iré a rogarle a esas ineptas que me vuelvan a poner en la lista de invitados— en el rostro de Alexander se forma un rostro de asco
—Es nuestra única oportunidad Señor jefe de sección — responde Daire algo agresiva
—¿De que lista están hablando?— pregunta Astrid con la esperanza de enterarse de algo.
—Cada año se celebra una fiesta exclusiva para los mejores empleados, ellos reciben un reconocimiento y conviven con los dueños de la empresa, es la forma en la que el señor Nigati se hacer a sus empleados, Alexander a tenido un pase VIP desde su primer año en la empieza pero siempre ha pedido que lo quiten de la lista, y por lo que veo ya ha tenido su pelea anual con la organizadora de eventos —Daire mira despectivamente a Alexander el cual le regresa una mueca feroz
— Lo haré pero tú —señala a Astrid — me debes una y extremadamente grande —Astrid se acerca a él y se coloca en su regazo
— ¿Qué te parece si te doy mi cuerpo como pago? —Daire se tapa los ajos con ambas manos y Astrid le lanza una mirada pícara a Alexander
—En primera no tienes cuerpo — Alexander empuja con su dedo índice la frente de Astrid— y en segunda no me gusta que me uses para poner incómoda a Daire, tienes demasiado tiempo libre — Astrid se reincorpora haciendo un puchero
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