El infierno sobre mí

El primer error

- ¿Qué dices, tía? Estoy flipando - le digo a Jen mientras me enciendo un cigarrillo asomada a la ventana. Jamás hubiera imaginado que Jen acabara con una mujer, con lo que a ella le gustan los hombres.
- Sí, Oly. Hoy hemos vuelto a quedar y estoy súper nerviosa. ¿Qué me pongo?
- Mmm, ¿es una cita formal? ¿Qué vais a hacer?
- Pues iremos al cine a ver la de "Bohemian Rhapsody", que ya sabes que me encanta Queen y por lo visto a Sara también.
- Vale, pues yo me pondría los pantalones negros encerados que tienes, con la camisa esa roja y los zapatos de tacón que siempre te robo.
- Me gusta la idea. Te dejo, voy a prepararme. Te quiero - y cuelga.

Yo me quedo pensativa, mirando por la ventana hasta que se consume el cigarrillo entero. De pronto, me entra una llamada al móvil.
- Tía, que al final no me has contado qué te pasa - me dice Jen.
- Ah nada, tranquila. No es nada - le contesto.
- Oly, nos conocemos desde hace más de 20 años. Ya estás largando.
Cojo una bocanada de aire y hablo:
- ¿Te acuerdas de Ciro?
- Como para no. Menudo gilipollas - me dice.
- Ya, bueno. El caso es que me ha mandado un WhatsApp y no sé si contestarle o no. Todavía no me he metido en su conversación, así que no le sale el leído.
- Ni se te ocurra, Oly. Es un subnormal. Seguro que ahora no tiene dónde meterla y por eso te llama.
- Jen, tía, ¿qué sentido tiene que me hable ahora sólo para follar cuando sabe perfectamente que llevo 6 años con Abel?
- Porque siempre hace lo mismo. Cuando mejor estás, aparece y te jode todo. Mira Oly, haz lo que quieras, pero yo que tú no le contestaría. No ganas nada - y vuelve a colgar. Jen siempre hace eso, cuelga antes de que puedas rebatirle para así ganar la discusión.

Paso el día entero pensando en ese mensaje y al final, estando acostada en mi cama, decido contestar: "Hola, Ciro. Yo estoy bien, como siempre, ¿y tú?". Y sin darme cuenta, al contestar ese mensaje mi vida no volverá a ser la misma.