Un Nuevo Intento, 10 Días (Spartor)

Día 5

Nadie había dormido bien.

Con el corazón envuelto en dudas el mayor salió a dar un pequeño paseo para poder terminar de pensar en lo que sentía que estaba a medias.

Andrés cuando salió Ari lo esperó en la cama por horas, sintiendo una vez más la inmensa soledad. Se levantó soltando un melancólico suspiro, pensando que quizás Ari ya se había dado cuenta que esto no iba para ningún lugar se dispuso a marcharse de aquel país al que no perteneció jamás.

Guardó sus cosas de manera desordenada dentro de su maleta, no quería tomarse el tiempo de poner todo en orden, solo pensaba en irse a refugiar en su habitación y llorar por horas hasta quedar profundas dormido; ya con todo listo antes de salir escribió una pequeña nota:

"Si te preguntas por qué me fuí, fue por que te amo y siento que tal vez lo que soy no es lo que necesitas"

La nota la doblo por la mitad, escribió su nombre en la parte de adelante y salio del lugar tratando de contener las lágrimas.

Unos minutos más tarde el mayor ya había vuelto con una
gran sonrisa sobre su rostro pues ya había aclarado todo aquello que lo agobiaba y sabía que ahora definitivamente en verdad, con ese perdón podrían armar un dulce futuro.

A penas abrió la puerta de su hogar sentió que algo iba mal, cruzó la puerta y en la mesa una carta pudo encontrar. Tras leerla se  sintió molestó y triste, pensó saliendo de su casa que nunca conoció ese tipo de inseguridad por parte del pequeño.

Corrió lo más rápido que pudo hacia el aeropuerto más cercano y ahí lo vio sentado, quizás esperando que lo llamen a su vuelo. Se aproximó corriendo hacia donde estaba el pequeño.

-¿Por qué te fuiste Andrés?.

-No tenías que venir a decir algo que no quiero oír.

-¿De qué me hablas?.

-De que tu ya no me amas.

-¿Quién te dijo tremenda tontería?.

-Es que sé que no soy lo que necesitas.

-Sabes- dijo arrodillandose frente al pequeño -si no es de ti, de nadie más me enamoraria-

Raptor beso a Sparta de una forma tierna, demostrando así cuanto lo amaba, fue entonces que la mágica unión tuvo que terminar por el sonido del altavoz.

-Pasajeros del vuelo 167 con destino a España por favor abordar por el angar n° 3.

-Ese es mi vuelo.

-ven- dijo extendiendo una mano -vamos a devolver el boleto.

-Pero eso no se puede hacer.

Ambos fueron corriendo al mostrador donde el pequeño había comprado el boleto. Tras negociar lo único que pudieron recuperar fue el 80% de su dinero y el resto quedó como multa por cancelar el vuelo a último minuto.

Volvieron a casa en taxi y dentro de él los dos prefirieron no hablar. Cuando llegaron a casa se pusieron a desempacar las cosas de la maleta

-Hey ¿Pensabas robarte mi camisa preferida?- le dijo mostrando que entre las prendas del pequeño estaba su camisa roja.

-¿Eh?- lo miró confundido Andrés -no tenía ni idea que eso estaba ahí, además ¿Por qué quisiera yo robarte una camisa apestosa?.

Las risas comenzaron a resonar en la habitación, con el ambiente más calmado recordaron que ninguno había desayunado.

-¿Quieres que pida una pizza?- le dijo el mayor saliendo al living.

-Vago- dijo Andrés mirando con una finjida decepción a su acompañante -es solo por que no quieres cocinar-

Andrés se sentó en el sofá siendo seguido por el mayor.

-Me atrapaste, pero aún  así me amas ¿no?-

-Cállate idiota- dijo el pequeño muy sonrojado y apartando la vista.

-Solo dilo ¿me amas o no?.

-No te amo, estúpido feo.

-Me siento engañado.

-¿Por?

-En la carta eso no es lo que habías escrito.

Lo habían atrapado pero no lo iba a aceptar, de su boca esas palabras jamás iban a salir, pese a que si lo amaba su orgullo estaba primero

-Solo di "te amo Ari".

-Te amo Ari- dijo todo sonrojado y con algo de fastidio -¿contento?.

-Demasiado.

-Estúpido.

Con toques de una fingida frustración y mimos se terminó el día 5.