Un Nuevo Intento, 10 Días (Spartor)

"Adiós, Tsuki"

Era un día x y Sparta no entendía nada.
Recostado sobre el gran sofá que tenían miraba sin mirar la película que estaba reproduciendose pensado en qué le pasaba al mayor, pues este hace más de tres días  parecía decaído y apresurado, además de que miraba la hora todo el tiempo y se encerraba en la habitación por horas.

-Ari- Habló Andrés cuando el nombrado entró a la cocina -¿Quieres hablar de algo?-

-¿Por qué lo preguntas Tsuki?- preguntó Raptor con una sonrisa.

-Será porque estas demasiado raro, no raro común estas raro no tú- Tras decir eso Sparta se levantó del sofá -¿Quieres hablarlo?-

Ari solo revolvió el cabello del pequeño con una sonrisa y se fue a encerrar en la habitación, dejándolo con las palabras en la boca.

Sparta volvió a recostarse en el sofá sintiéndose un inútil por no saber descifrar lo que daña tanto al mayor, con las lágrimas a punto de salir escuchó unos ruidos raros provenientes de la habitación, se restregó los ojos y parado frente la puerta la tocó suavemente, al hacerlo los ruidos pararon.

-¿Ari, qué son esos ruidos?- nadie respondió del otro lado-¿Ari?-

Aún sin respuesta Sparta se sentó en el suelo, apoyando su espalda en la puerta.

-Ari, se que no estas bien, últimamente no comes, pasas encerrado en nuestra habitación, evitas abrazarme por las noches, no quieres jugar videojuegos y muchas otras cosas más- las lágrimas comenzaban a resbalar por las mejillas del pequeño -Dime cuál es el problema, juntos podemos arreglarlo Ari, sólo dime Ari, prometo poner toda mi atención, Ari sólo dime, prometo no hacer caras, Ari sólo dime, prometo abrazarte si lloras, Ari...

La voz del menor se rompió del todo, haciendo que este no pueda hablar más, Raptor por el contrario no dijo nada, ni salió de su habitación.

Esa tarde el pequeño la pasó sentado en la puerta esperando a que el mayor abriera pero nunca sucedió.
Esa tarde el pequeño la pasó en la puerta llorando desconsoladamente por no poder comprender lo que sucedía.

A la mañana siguiente Ari abrió la puerta y Andrés lo vio salir, desde el sofá donde había dormido, con una maleta y con los ojos hinchados.

-Tsuki, me tengo que ir ¿me esperarías? - dijo el mayor con una sonrisa.

-Si Ari- Andrés fue a abrazar al mayor, este lo aceptó con gusto -pero dime ¿qué sucede?

El mayor ignoró por completo la pregunta y se safó del abrazo para avanzar a la puerta.

- Adiós Tsuki-

Esas palabras fueron las últimas que escuchó Andrés de Ari.