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Hace mucho tiempo, en la frontera que divide dos mundos completamente opuestos, ocurrió una tragedia.

Una humana cuyo nombre no mencionaré dio a luz a unas preciosa bebé que alegraría la vida de la pobre mujer. Hasta que se dio cuenta de algo que cambiaría su vida y la de la pequeña inocente en adelante, la niña había nacido con el cabello de color verde.

Desesperada la mujer tomó a la niña y corrió hacia la barrera de su mundo y el que pronto sería el de su pequeña. La dejo ahí como si nunca la hubiera conocido, a su propia suerte. Y nunca volteó atrás.

-¡Zara! ¡Esa historia es muy triste!- exclamó Zoey haciendo un puchero.

-Pero si todavía no llega la mejor parte de la historia- me queje - Tiene un final más feliz ¿Quieres escucharlo?

-Mmm no lo sé, ¿Tú que opinas Zander?- le pregunto al pequeño perro de peluche que cargaba a todos lados, si tan solo le dejara tener uno de verdad.

Imite el sonido de un perro como Zedd lo hacia para tenerla contenta -¿Lo ves? El quiere escuchar el final de la historia.

-Esta bien, solo porque Zander lo quiere.

-Okay, mmm ¿donde me quede? ¡Claro!

La pobre bebé después de ser abandonada por su progenitora comenzó a llorar, como si supiera lo que estaba pasando. Como si supiera que la única persona que le quedaba la había dejado.

-¡Zara! Dijiste que la historia tendría un final feliz- me reclamó la pequeña niña.

-Y lo tendrá, solo tienes que ser paciente y dejar de interrumpirme- conteste mientras le despeinaba el cabello, haciendo que riera.

-Ya no interrumpiré, lo prometo- dijo tratando de arreglar su corta cabellera verde.

-Bien, pero si me interrumpes no sabrás que le paso a la niña ¿okay?

- Okay- dijo sonriente.

La pequeña niña tuvo la suerte de que en ese instante un zombie venía de camino a casa después de un largo día de trabajo del otro lado de la barrera. Gracias al toque de queda que los zombies tenían no se escuchaba ningún sonido, excepto el llanto de la inocente criatura.

El zombie al escuchar al bebé llorando tan desconsoladamente decidió acercarse a ver qué es lo que pasaba, encontrándose la triste imagen de la bebé llorando mientras pataleaba con la frazada que la cubría.

Decidido a no dejar que la pequeña sufriera buscó a sus padres por todos lados hasta que agotado decidió llevarla a casa. El clima comenzaba a empeorar y no quería que la pequeña se resfriara.

-¿Y después qué pasó? - pregunto la niña con sumo interés hasta que vio cómo alzaba una ceja en su dirección- Perdón Zara- se disculpó a lo que yo solo reí.

-¡Zara, Zoey apresúrense o se les hará tarde!- exclamó papá desde la cocina.

-¡Ya vamos!- le respondí- Ya oíste ven aquí para que te peine.

-Pero no has terminado la historia- me reclamo.

-Mmm ¿Que te parece si la termino mientras te peino?- dije moviendo la silla para que se sentara.

-¡Si!- gritó corriendo a sentarse.

Después de mucho tiempo de buscar a los padres de la pequeña niña por todo Zombieland, no encontró a nadie. Así que decidió adoptarla. Y ahora ella vive entre nosotros los zombies.

-¡Wow! ¿Quién crees que sea Zara?- me preguntó entusiasmada.

-No te muevas, ya casi termino- conteste atando la coleta izquierda- Dale de comer a Zander mientras yo ayudo a papá- le dije mientras le daba el hueso de peluche con el que alimentaba a su mascota.

Camine hacia la cocina viendo como papá se peleaba con algo en una lata -¿Necesitas ayuda?- pregunte mientras me ponía a su lado.

-¡Zara, hija! Que bueno que llegas, dale vuelta a eso que está en el sartén- dijo mientras servía jugo.

-Claro, ¿pero qué es?

-Oh claro, verás como se que no te gustan los cerebros como a nosotros, he buscado otras opciones para que puedas comer- dijo orgulloso.

-Lo se pa, y te lo agradezco mucho. Pero enserio ¿qué es esto?- pregunte con diversión.

-Según dice aquí- dijo tratando de leer la lata con la que aparentemente terminó su batalla- Cerebros enlatados, hechos de coliflor.

-Mm eso suena asqueroso- solté con sarcasmo.

- Lo se- dijo con felicidad- Quería hablará contigo sobre el asunto de la escuela.

-Claro dime- dije recargándome en el mueble donde estaba el lavabo.

-Ten mucho cuidado ¿si? Los humanos pueden ser malos, se que tú lo entiendes pero Zedd no ¿puedes cuidarlo?

-Claro que lo haré, no te preocupes por eso- le sonreí para darle confianza.

-¿Te maquillaste bien? Déjame ver esas ojeras- dijo tratando de cambiar el tema.

-Si papá, llevo haciéndolo durante años y nadie a descubierto que estas ojeras no son reales- mencione y guiñe un ojo para que no desconfiara más.

- Claro, ¿Porque no llevas estos vasos a la mesa?

-¿Seguro que podrás tú solo?

-Claro, ¿por quien me tomas?- alce una ceja- Ademas solo falta servirlo- admitió avergonzado. Me reí mientras trataba de balancear los 4 vasos en mis brazos.

Al entrar al comedor me encontré con Zedd hincado en el suelo jugado con Zoey.

-Buenos días- salude poniendo los vasos en la mesa.

-Hola Zara- exclamó Zedd poniéndose de pie y sentándose para poder desayunar- ¿Emocionada?

-Claro- conteste rodando los ojos mientras no me veía y me senté para esperar el desayuno.

-Oye hijo- exclamó mi padre entrando en el comedor con un gran plato- prueba esto- dijo mientras le servía un poco a Zedd.

-Seguro ¿Qué es?- preguntó.

-Cerebro enlatado hecho de coliflor- conteste- ¿Te ayudo papá?

-No te preocupes, yo puedo- contesto sirviéndome un poco- y un poco para ti mi pequeño zombie ángel- le dijo a Zoey.

-Sabe a zapato de gimnasia pa- habló Zedd con la boca llena.

-¡Zedd, cierra la boca! ¡Que asco!- le reñí.

-Perdón- dijo de la misma manera, haciendo reír a Zoey y ganándose una mala mirada de mi parte, aunque después me reí por sus ocurrencias. Aunque no fuera mi hermano genéticamente hablando lo amaba mucho.

-Mira Zedd, no estoy seguro de ese asunto del football. Podría ser demasiado- comenzó papá tratando de hacer entender a Zedd- se que eres una gran chico, solo que no has pasado mucho tiempo con humanos. Y a los humanos no les agradan los zombies.

-Eso es porque todavía no me conocen- Lo interrumpió haciéndonos reír. Siempre ha sido así de seguro de sí mismo. Le ladro a Zoey para despedirse de ella y chocar las cinco -¿Nos vamos?- dijo extendiendo la mano como si me fuera a escoltar a una gran gala.

-Nos vamos- respondí riendo -Adios papá- dije besando su mejilla - Adios Zoey- repetí la misma acción con mi pequeña hermanita. Para después dirigirme hacia la puerta.

Forgotten |Bucky Zombies|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora