Todos creen que el amor entre Taehyung y Jungkook es intocable, un amor tan íntimo que nadie entiende pero se ve; de un día para otro, todo se derrumba cuando Jungkook anuncia la gran noticia que está esperando un bebé. El mundo del pelinegro cae al...
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Hoy Jungkook tenía una sonrisa brillante, sus comisuras no parecían bajar sentía que las mejillas le dolerían pronto. Acariciaba su pequeño vientre hinchado, más bien no lo había dejado de tocar desde que bajo del taxi, la felicidad no podía irse si en su mente vagaba la idea de un bebé creciendo dentro suyo.
Taehyung no reacciono del todo bien cuando le dio la noticia de su primer bebé, creyó que el estrés del trabajo no lo tenía de buen humor para recibir tal noticia. No tomo mucha importancia, Hoseok le aseguro que con el tiempo su esposo cambiaría su actitud, darle un poco de tiempo en asumir el asunto. También menciono que Yoongi estaba bajo mucha presión y que tuvieron una pequeña pelea unos días atrás.
Jungkook tomo las palabras de Hoseok con tranquilidad, tal vez fue eso que Taehyung no tuvo una reacción positiva. Taehyung lo amaba y estaba seguro que también amaba al pequeño frijol que crecía en su vientre, no debía preocuparse por eso.
Brinco ante el sonido chillón del ascensor, salió cuando las puertas se abrieron y camino por todo el noveno piso. Se encontró inmediatamente con Jimin, el asistente de Taehyung, el le sonrió en cuanto lo vio caminar cerca.
—Me gusto verte de nuevo Jungkook, el señor Kim te espera —Jungkook asintió con un gracias, despidiéndose con la mano entro a la oficina.
Las cortinas estaban corridas hacia los lados dejando entrar la luz en la oscuridad del despacho. El pelinegro tembló por la fría tensión, se acercó hasta el escritorio de su esposo quien le daba la espalda.
—Hey cariño, estoy aquí, ¿Para qué me llamas? —el hombre pequeño se sentí cómodamente, mirando como Taehyung giraba para mirarlo neutro.
—Tenemos que hablar—dijo serio, su tono de voz lo hizo estremecer al hombre castaño.
—Estas más serio de lo normal ¿sucede algo? —Involuntariamente toco su estómago cuando un vuelco se dio dándole la sensación de vomitar.
—Debería ser yo el que pregunte ¿no crees? —gruño bajo, Taehyung se presionó en círculos la sien izquierda cn sus dedos. Un hábito que tenía cuando estaba disgustado, especialmente Jungkook lo sabía y verlo ponía más nervioso la situación.
—No estoy entendiendo—Jungkook frunció el ceño un poco confundido, estaba dispuesto a ponerse de pie y darle un masaje en los hombros, el moreno lo disfrutaría mucho si era el estrés del trabajo.
—Quiero el divorcio—salpico asqueado, mirando el estómago de Jungkook.
— ¿Uhm? —La garganta se le seco.
Taehyung extendió el sobre amarillo que estaba en la superficie plana, saco los documentos y los tendió al pelinegro.
— ¿El divorcio? —pregunto aun si creer lo que veía, la firma de Taehyung estaba plasmada en grande en la parte inferior del documento, como si quisiera decir lo que deseaba.
