Todos creen que el amor entre Taehyung y Jungkook es intocable, un amor tan íntimo que nadie entiende pero se ve; de un día para otro, todo se derrumba cuando Jungkook anuncia la gran noticia que está esperando un bebé. El mundo del pelinegro cae al...
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Jungkook se paseó por el departamento con el móvil en su hombro y oreja mientras cargaba un par de prendas que recién había planchado, camino con los pies desnudos y se sentía cómodo porque el piso era alfombrado, así que podía pisar sin preocuparse por un resfriado.
—Sí, TaeHyung pidió su regreso a Corea—murmuro JungKook bajo la capa de un rubor en sus mejillas.
—Wow, no fue tan malo después de todo—dijo Hoseok del otro lado de la línea, en un comentario poco burlón.
—Y yo que planee revolcar su departamento—el pelinegro suspiro decepcionado consigo mismo, metió las prendas en un cajón y sostuvo correctamente el móvil, sintiendo el alivio de su hombro.
Su amigo soltó una carcajada. —No te culpes del todo, debías afrontarlo tarde o temprano.
—Es extraño, nunca había actuado así con alguien. Quiero decir, dar razones necesarias para mi defensa, no me importa lo que digan los demás, pero TaeHyung, es diferente, como una necesidad—dejándose caer en la cama gimió por la suavidad y esponjosa que era el colchón.
—Uhm—murmuro Hoseok. —Eso es extraño, lo es. Y solo hay dos posibilidades para sentirse así, una es que hayas un cometido un delito que no causaste y dos...—hubo un silencio tan denso que Jungkook abrió los labios para preguntar si su amigo seguía allí. —Sigues amando a Taehyung—termino Hoseok antes de que el pelinegro soltara alguna palabra.
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Jungkook sonrió por lo descarado que estaba siendo Andrew con la chica que, amablemente los llevo a su mesa. La jovencita de tal vez diecinueve era linda y pequeña, tenía unas curvas tan marcadas sin tener la complexión delgada y eso la hacía ver guapa.
Ambos pidieron un té endulzado mientras esperaban al moreno y es que JungKook había conversado con TaeHyung las dos noches anteriores, sobre Jeongin y cómo iban las cosas sobre su regreso a Corea.
Taehyung intentaba tener su permiso al menos para noviembre, el desearía estar allí sin estar agobiado por moverse rápido cuando había regresado de un ritmo diferente del extranjero. Y JungKook le agradecía al final de la conversación, haciéndole saber que significaba mucho para él, TaeHyung tomaba muy enserio esas palabras y más en otro plano, como ganarse un poco la confianza del menor.
