Me despertó el sonido de la juguera. Acabamos de llegar al país y mi tía ya está haciendo jugos. Seguramente le pidió el artefacto a Rose.
Me estiré un poco antes de levantarme. Al hacerlo fui a mirar por la ventana y después tomé mi celular para ver la hora. Las 11:30 de la mañana. Que bueno que le dije a Asa más tarde. Los despertadores no van conmigo para nadaa.
Caminé hasta mi puerta y la abrí. Paula tenía su puerta abierta y estaba tirada en una posición dramática en la cama, reí en mi interior.
Avancé un par de pasos más, pasé la sala de estar y llegué a la cocina. Vi a mi tía y prima, y abrí el refrigerador para después sacar una botella de jugo. No me molesté en tomar un vaso ya que tenía sed y no quedaba tanto.
-Cerda -dijo Javi.
-¿Cómo amaneciste? -mi tía dejó de cortar fruta y me miró.
-Bien. Tengo una cama cómoda -.
-Ayer te escuché reírte en la noche -Javiera puso una cara pícara. Ya sabía lo que venía.
Hice una mueca y agrandé un poco los ojos, después volví a tomar la botella de jugo y me senté en una de las sillas altas que estaban alrededor de la isla en la cocina.
-¿Hablabas con el chico de ayer? -su cara de pervertida asustaba un poco debo admitir.
-¿Qué chico? -ahora se centró mi tía en la conversación.
-Ayer Eff estaba muy embobada con un chico que se parecía mucho a Asa Butterfly. O era él -.
-Es Butterfield -le corregí. -Sí, ¡era él! -grité emocionada.
-¿Conociste a tu ídolo? -dijo también algo emocionada mi tía. Claro que menos que yo.
-Suertuda, ¿no? -.
-De todas maneras, él me invitó a salir hoy a las 15:45 -informé.
-No lo conozco -mi tía miró insegura.
-¡Oh, vamos! ¡Siempre te lo muestro en entrevistas y por mí has visto todas sus películas! -.
Mi tía vaciló.
-Íbamos a recorrer la ciudad hoy -.
-Ohh, si. Asa me invitó , él me la iba a enseñar -después de decir eso, Javi se atragantó con lo que estaba comiendo mientras trataba de retener una carcajada.
-¿Qué? -dije.
-¿No te diste cuenta de lo que dijiste? -dijo entre risas. Ahí comprendí.
-Pervertida -ahora yo reí. Mi tía nos miró con una cara divertida.
-Nosotros te acompañaremos. Irán con nosotros en un auto que tu tío ahora fue a alquilar. Después puedes estar por ahí con él.
-Suena justo -dije.
Después de nuestra conversación comí un poco y regresé a mi habitación. Me senté un pequeño sillón blanco individual y tomé uno de los libros que había traído. Leí cincuenta páginas y después fui a buscar que iba a usar hoy. Escogí unos shorts color mostaza, una camisa blanca de gaza ancha, unas botas estilo militar y un kimono parecido a, color del short y con flores.
Entré al baño que estaba junto a mi habitación y luego rápidamente me vestí.
Llegué justo a tiempo al comedor.
-Ayúdame a poner los cubiertos -dijo Paula al verme. Asentí y lo hice. Después mi tía llegó con la comida y todos se sentaron.
-En la mañana fui a juntarme con unos socios de la empresa. Tienen unos proyectos grandes acá -mi tío se mencionó después de masticar la lechuga que estaba en la mesa.
