PELIGRO: No Lo Hagas [En Proceso]

47 | "Entrenamiento"

Alisson.

De verdad amo besarlo. Sus besos son tan agresivos pero a la vez suaves, tiernos y cálidos. En serio lo deseo, tal vez él a mi no pero yo a él si, y mucho.

—Perdón...me descontrolé...—digo separándome de él y mirándolo a los ojos.

—Si así me besarás cada que eso pase, descontrolate todo lo que quieras...—sonríe pícaramente y yo río—

—¿Porque me dijiste mi amor Zac?—pregunto sin rodeos—

Él se queda callado, desvía la mirada y luego me mira fijamente a los ojos.

—No sé, sólo lo dije y ya... pero si te incomode prometo no hacerlo de nu...—lo interrumpo con un beso—

—Cada que quieras llamarme mi amor, hazlo, por mi no hay problema, se escucha muy bonito...—sonrío y le doy otro beso.

—Si sigues haciendo eso, juro que el que perderá el control seré yo...—susurra en mi oído y siento una corriente pasar por todo mi cuerpo—

Me levanto lo más normal posible, quitándome de encima de Zac. Estamos en la oficina de juntas, me trajo aquí después del espantoso casi secuestro.

Que por cierto, ésta y las oficinas individuales ya están listas, sólo falta pedir la ayuda de mis amigos, mi mamá y mi hermano. Camino hasta la ventana por donde se ve la piscina, me asomo y ahí esta, la piscina.

—Esa piscina me trae un gran recuerdo a la mente...—digo mirándola—

—¿Por que te lancé a ella con ropa o porque no aguantabas las ganas de besarme?—pregunta Zac abrazándome por detrás—

—Ja, ja... no me hagas reír, Zac... fue porque me lanzaste ahí con ropa, punto...—me suelto de su agarre y camino hacia la puerta.

—¿A dónde vas?—pregunta él algo confundido—

—Voy a entrenar, ¿recuerdas? Tengo que seguir perfeccionando mi puntería y sobre todo aprender a defenderme, ¿vienes o qué?—sonrío y él me sigue al instante, bajamos hasta el área de puntería. Empecemos con esto.

(...)

Un disparo.

Dos disparos.

Tres disparos.

Cuatro disparos.

Cinco disparos.

Todos dándole al blanco.

Ya llevo más de una hora aquí y cada vez estoy más orgullosa de mi misma. Desde armas pequeñas hasta armas largas es lo que he estado practicando y siento que a este paso, el plan saldrá a la perfección.

—¡Alisson!—alguien grita mi nombre, me giro y es Zac— ¡Ven! Necesito que veas algo...

Dejo el arma con todas las demás, me quito los lentes protectores y sigo a Zac. Vamos directo a las oficinas individuales, esto es raro.

—Zac... ¿a dónde vamos?—pregunto confundida mientras él me toma de la mano—

—Llegamos. Esta es tu oficina, yo mismo me encargué de la decoración antes de irnos, espero te guste...—sonríe y abre la puerta—

Entro y... ¡wow! Esto es impresionante. Todo está decorado de la manera que a mí me gusta.

Muros rosas claros, cuadros de paisajes, flores por todos lados, un escritorio con su respectiva silla giratoria, un estante con decoraciones pequeñas pero lindas, y más.