Memorias Postergadas

Capítulo 26

Capítulo 26

—¿Esto fue lo que averiguó mi madre? —Preguntó Emily, exigiendo una respuesta al entrar a la oficina de Kate. —¿Por eso la mataron? ¿Acaso a ella no la tomaron con suficiente importancia para ponerle uno de estos malditos aparatos? —dijo mostrando el CM.

—Tu madre averiguo una parte de ello, no todo —dijo Kate, sin despegar la mirada -mensaje que estaba escribiendo—, y su muerte no es algo que nos corresponda. Nosotros tuvimos que notificarle al gobierno su escape y qué tanto sabia, lo que sucediera después no fue nuestra culpa.

—Eso no les quita la culpa si sabían lo que podía sucederle.

—No hables sin saber —dijo Kate volteando a mirarla—, tu madre fue demasiado impulsiva con todo, encerrarla hubiera sido una las decisiones más fáciles que habría tenido en toda mi vida, pero no la alcanzamos a hacerlo. Al igual que con el prototipo número 0, hicimos lo que tuvimos que hacer.

Negó con la cabeza. —Yo no tengo decisión acá. Si hablo con alguien, Roger me va lastimar por medio del CM, si hago o tomo una decisión diferente a la que ustedes quieren, siempre saldré perdiendo —afirmó para sí misma—, pero yo no quiero hacerlo más y no pienso aceptar su trato a menos que me dé libertad.

— ¿Libertad? —Preguntó Kate con tono de burla. —¿Para que vayas corriendo con el prototipo 2 a contarle todo lo que sabes? —negó con la cabeza. —No lo creo.

—No, no le diría eso, no está listo para saber. Ningún otro de los biónicos está listo aún.

—Al fin dices algo coherente... Si las Industrias Whitemore se enteran de que escapan o hacen algún tipo de rebeldía, se los llevarán y sabes en las condiciones que trabajan ellos, has visto los archivos.

Emily asintió levemente. —Por eso no he buscado una forma de hablarles, pero no puedo evitar pensar en lo que ha sucedido todos estos años y, simplemente, no puedo, yo no soy como usted ni como otros líderes anteriores; no, el fin no justifica los medios.

—Si pongo esto en tus manos es por algo —se acercó a ella—, no solo porque me quedo sin tiempo, sino porque me recuerdas a mí...

—Yo no soy usted.

—No, pero tienes los mismos principios que yo tuve en algún momento y posiblemente seas más fuerte que yo, porque tu madre lo era y yo la veo reflejada en ti.

—Entonces, ¿por qué no la salvó? —dijo sintiendo un nudo en su garganta. —Ella lo haría mejor que yo.

—Todos tenemos nuestros defectos y cometemos nuestros errores; como ya te he dicho, fue demasiado tarde para ella. Cuando las personas de afuera la escucharon hablando de experimentos y personas con poderes, solo se rieron de ella, fue motivo de burla por todos lados. Ellos mismos se encargaron de que terminara en un psiquiátrico.

Parpadeó algo confundida. —Entonces, ¿cómo murió?

—Cuando le hicieron los análisis, descubrieron que ella fue habitante de la Zona Letal. Ellos mismos se espantaron y la mantuvieron en cuarentena; luego, por medio de votación, decidieron que lo mejor era matarla —dijo Kate con seriedad. —No fue una muerte mala, si la comparamos con la de otros o la de los padres de los biónicos.

—¿Mi padre no hizo nada? ¿Cómo es posible que ella perteneciera a la Zona Letal? De allí es casi imposible salir.

—Tu padre no hizo nada porque tenía que cuidarte, eras muy pequeña y él no se fiaba de mí. Pensaba que me pondría a experimentar contigo.

— ¿Qué? —preguntó, alejándose un poco.

—Tu madre poseía el factor Rn, todos los de la Zona Letal o Ciudad Prohibida lo tienen. Es una mutación en la sangre—comenzó a explicarle, mientras buscaba algunos archivos en la pantalla. —Las personas les tienen pavor. Es un factor que tú también heredaste, el cual te ofrece la ventaja de tener un chip biónico.