JOSCELYN
Entendido, aquí tienes el texto corregido y coherente:
---
No entiendo a Omar, vino a verme y lo único que hicimos fue empeorar las cosas entre nosotros (sea lo que sea que haya). Estábamos bien y él vino haciéndose el "no diré nada, soy hielo". Creo que me equivoqué de cómo es él. Literalmente vino con la cara hecha trizas y no me quiso decir por qué. Obvio, yo preguntándole para ver si lo puedo ayudar, pero el Dios de las nieves tiene que seguir en el papel de hielito.
Pero si así quiere jugar, pues está bien, jugaré el papel de la Reina de las Nieves también.
Ya es un nuevo día y me siento mejor, un día perfecto para ir a la uni y encontrarme con Omar (nótese el sarcasmo). Hago mi rutina de todos los días y me visto con una sudadera que dice "No estoy de humor" de color blanco, unos jeans largos rasgados en algunas partes y con un par de flores, llevo unas Nike negras, mi pelo está recogido en una cola alta y unos mechones sueltos. Bajo las escaleras y veo que hay de desayunar, decido desayunar cereal con un poco de fruta. Me voy en el auto con el chofer. Cuando llego, veo a Mirana recostada en su casillero.
- ¿Llegué temprano? - Le pregunto abriendo el mío que está junto al suyo.
Este fue el lugar donde Mimi y yo nos conocimos, gracias a mi desordenada forma de guardar las cosas nos volvimos amigas. Yo estaba apenas llegando de ir a recoger la llave del casillero, cuando yo y mi desastre de papeles, apuntes, libretitas, cuadernos y libros íbamos hacia él. Trato de meter la llave sin que nada se me caiga y lo logro, ahora el problema era cómo voy a abrir la puertita sin hacer una piscina de papeles en el mismo piso. En eso trato de abrirla y se me cayó todo.
- Mierda - digo agachándome y recogiendo mis cosas.
En eso veo que una chica de ojos color marrón, cabello de color café oscuro y casualmente con todo perfectamente ordenado en su casillero.
- Te ayudo - dice agachándose y ayudándome a recoger mis cosas.
Está claramente comprobado que tengo mi torpeza desde que nací.
- Gracias - digo mientras pongo mis cosas en el casillero y las que ella recogió me las estaba pasando. - Joscelyn, mi nombre es Joscelyn.
- Un gusto, mi nombre es Mirana - dice dándome la mano. Y ahí fue cuando empezamos a hablar y volvimosnos mejores amigas.
- Más temprano que él, sí - dice señalando la entrada.
Dirijo mi vista hacia donde Mimi está señalando y veo a Omar caminando tranquilamente con su cara de congelado y aun con moretones leves, y el corazón se me empieza a acelerar.
<<Maldito corazón de mierda>>
Porque me tengo que poner así apenas lo conozco, ni siquiera sé de dónde es, ni nada. Con costo me sé su apellido y me pongo así apenas lo veo, tengo un problema y uno muy serio.
De verdad que no sé cómo está tan golpeado. De hecho, seguro que fue Joseph. Es el único que tiene bronca con él por haber chocado, pero si lo salvé de eso.
- ¿Por qué estará lleno de moretones? - digo ladeando la cabeza, mientras le pregunto a Mimi.
- Será porque Joseph lo golpeó - dice Mimi volteando a verme. Esperen ¿qué? Mimi sabía. Al parecer, cuando me enfermo pasan cosas interesantes.
- ¿Y por qué lo hizo? - digo mirándola fijamente. Mimi es una de las personas que no les causa nada mis ojos, y esa lista es muy pequeña: están mi mamá, mi papá, Mirana y los profesores, la minoría.
- Porque dijo que tú y Omar se habían acostado y que eras una puta. Entonces Nieves te defendió pero terminó golpeado, y Joseph no salió ileso ya que yo me di cuenta y te iba a decir, pero no contestabas.
- Oh, se las verá conmigo - digo mientras me dirijo a donde está Omar y cuando llego, lo agarro de la mano y camino con paso apresurado hacia donde está Joseph.
- ¿Joscelyn, qué haces? - Me pregunta Omar mientras forcejea para que lo suelte, entonces como es más grande y fuerte, me detengo.
- Joseph se va a arrepentir de hacerte eso, y aunque estemos enojados el uno con el otro, no me quedaré de brazos cruzados - digo enojada y con toda mi fuerza, llevándolo donde está Joseph.
Cuando llegamos, lo veo con su típica bola de amigos Mateo, Ricardo, Taylor, Cristopher y Travis. Me acerco a ellos, y Joseph dirige su mirada hacia mí, claramente me mira extrañado.
- Hola, muñeca, ¿por qué estás...? - Le pego una patada en su entrepierna. - ¡Argh! Pero qué mierda - grita mientras se retuerce de dolor. Sus amigos me miran asombrados. Incluso Nieves me mira con asombro.
- Lo vuelven a tocar y les daré a ustedes donde le di a él - digo señalándolos, luego de cachetear a cada uno, y me agacho donde está Joseph, todavía tirado en el piso, con sus manos en su entrepierna. - Y tú - le digo agarrando su cara. - Eres un hipócrita - y suelto su cara.
Dejo a Omar y a los doloridos ahí, y me voy a clases, pero pensando en que es una de las pocas veces que no soy pasiva. Siempre soy pasiva, feliz, amable, pero cuando hice eso, no me entró ningún rencor dentro de mí.
Joseph y yo no tenemos nada, pero él piensa que soy su novia, y yo con él no quiero nada, porque sé que no es una persona que tiene valores. Literalmente, lo que dijo de mí es ser hipócrita, cómo quiere que sea su novia si ni siquiera puede tenerme respeto.

ESTÁS LEYENDO
Con solo una mirada
JugendliteraturEl será cautivado por su mirada, ella cambiará su corazón Jocelyn, una chica extrovertida, divertida, amable, solidaria, desordenada, distraída y con unos ojos hermosos, conocé a Omar un chico centrado, maduro, conservador y con un corazón de hielo...