Con solo una mirada

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NARRADOR OMNISCIENTE

- Hace 16 años -

-Mami, pero si voy, Bombón y Freddy se quedarán solitos-, dice la pequeña Josi haciendo un puchero mientras le reclama a su mamá.

-Joscelyn Pedrita Estrada, tú irás a esa reunión conmigo y tu padre. Ellos dos se pueden cuidar solitos, así que ve y ponte tu vestidito-, dice su madre con las manos en las caderas, mirando a la pequeña que está junto a sus dos perritos.

Rendida, la niña recoge su vestidito amarillo pollito con sus zapatillas azul cielo, sus colores favoritos. Se dirige al baño y se pone su pequeño vestido. Cuando sale, su mamá sonríe.

-Ves, te ves hermosa. ¿Adivina qué?-, dice su madre agachándose para estar a la altura de la pequeña.

-¿Qué?-, pregunta la pequeña, mirando sus pequeñas manitas.

-Andy va a ir-, dice su madre, y en ese momento la pequeña la mira y su cara se ilumina con una sonrisa.

-¿Qué estamos esperando? Muevan ese trasero-, dice la pequeña, jalando la mano de su madre y, cuando se encuentra con su padre, lo jala igualmente.

-¿Acaso ese niño es tu novio, bebé?-, dice el papá de la pequeña bajando las escaleras después de que su pequeña bebé los soltara.

-¿Qué? No, qué asco, solo es mi amigo-, dice la niña saltando para llegar a la manija de la puerta. -¿Cómo me veo?- La pequeña da una vuelta en su lugar.

-Como una pequeña princesita-, dice su mamá caminando hacia ella.

-Mi princesita y de nadie más-, su papá la alza y salen de su casa.

Después de entrar a su auto, se dirigen hacia el restaurante al que siempre van en las reuniones importantes.

Cuando entran, se encuentran con la familia de Andy; su mamá está arreglándole su pequeño corbatín azul cielo, el niño tenía el mismo color preferido que la pequeña niña.

La pequeña Jos toca el hombro del pequeño. -Hola, bobo-, dice la pequeña con una sonrisa iluminada de felicidad.

-Hola, Josi-, dice el pequeño Andy, mirando los ojos color miel claro de la pequeña con una sonrisa que irradiaba felicidad por toda su cara.

-Hola, Ana-, saluda la mamá de la pequeña Josi a la mamá del pequeño.

-Hola, Kathe-, dice la mamá del pequeño niño. -¿Cómo has estado?

-Josi, ¿desea usted acompañarme a jugar?-, dice el pequeño Andy, ofreciéndole a la pequeña Jos su brazo.

La pequeña ríe un poco y le sigue el juego. -Por supuesto, bobo-, dice la niña entrelazando su brazo con el del pequeño.

Se fueron a la pequeña sala de juegos que tenía el restaurante. Ellos ya habían ido muchas otras veces en el pasado, ya que sus padres son y eran grandes colegas desde hace muchos años. Por eso, los pequeños tenían una confianza y una amistad del tamaño del océano Atlántico.

Los pequeños siempre que se veían, hacían su juego que ellos habían inventado. Las palmeras de Alicia, consistía en imaginarse palmeras en el país de las maravillas y pintarlas, así como Alicia hizo con los árboles de la Reina Roja. Siempre terminaban haciendo una guerra de pintura invisible.

-Mira cómo está quedando la mía, bobo-, dice la pequeña pintando el tronco de la palmera de color verde esmeralda.

-Igual que tus hermosos ojos, color miel clara-, dice el pequeño Andy pintando su tronco de color azul Transformer.