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Abrí los ojos con dificultad, estaba tirada en una especie de asfalto, no veía nada, mi cuerpo se sentía pesado, no podía moverme, intenté varias veces pararme, me era muy complicado, no sentía mis piernas.

- ¡Auxilio!- grité con la intención de que alguien pudiera socorrerme -¿hay alguien aquí que pueda ayudarme?

Ya no podía aguantar más, un dolor fuerte comenzó a invadir mi pecho, intenté moverme para calmarme pero era imposible, el miedo comenzó a clavarse en mi, estaba temblando.

-¡Lucy! ¡papaaá!- todo era en vano, lo único que se podía escuchar era el ecoMamá! Los necesito!

No pude soportar más y me derrumbé, comencé a llorar desconsoladamente, sentía que era mi fin, no tenía nadie.

Una luz apareció de un momento a otro, vi frente a mi a una persona, no podía distinguír su género, quizás podría ser la misma persona del sueño anterior, sólo se que ese alguien me había puesto un pañuelo en la boca que contenía un tipo de sustancia química (Cloroformo), todo se volvió oscuro, ya no podía ver ni sentir nada.

[......]

-Doctor, está despertando - dijo mi hermana mientras salía de la habitación.

No podía lograr abrir los ojos con facilidad y la luz de la lámpara no me estaba ayudando en nada, todo había sido otra pesadilla, no es muy común en mi ¿y qué tal si algo malo está por pasar? Quizás esa es la causa de mis pesadillas tan frecuentes, puede ser un aviso de ante mano.

Cuando logré abrir los ojos con claridad hice el intento de sentarme y lo conseguí, tenía miedo de que me ocurriera como en el anterior sueño.

- ¿Que me pasó? Pregunté mientras apoyaba mi cabeza en la camilla de la enfermería.

-Te desmayaste Rapuncel, pero vino tu príncipe azul al rescate -dijo Lucy, moviendo exageradamente sus brazos mientras reía.

Solté una pequeña carcajada -En primer lugar, Rapuncel es caracterizada por su larga cabellera, no por desmayarse y segundo ¿De qué príncipe hablas?

-De mi - volteé y me encontré el "príncipe" de ojos grisáceos, muy  entrometido por cierto.

- ¿Ahora te dedicas a escuchar las conversaciones ajenas? Dije mientras lo fulminé con la mirada.

- No sabes a lo que me dedico y creo que no te gustaría saber -me guiñó el ojo, no tuve más alternativa que callar, no estaba de ánimos como para andar discutiendo con desconocidos, necesitaba explicaciones y por lo visto el doctor no aparecía.

- ¿Por qué sigues aquí? ¿No tienes cosas que hacer? Tengo que esperar al doctor -estaba un poco cabreada y este chico no me estaba ayudando en nada. (cosas de mujeres, hombres no entenderán los cambios de humor tan repentinos)

AstrxnautaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora