Astrxnauta

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-¿Puedo ayudarla en algo? -Pregunté mientras me miraba de arriba a bajo, la miré directamente al rostro buscando algún rastro de reprobación y cuando su mirada de cruzó con la mía, sólo sonrió.

Hice una pequeña mueca, estaba algo extrañada.

-¿Se encuentra la señorita Lucy?

-¿Lucy?

-Si, su hermana, señorita Chestmose.

-¿Qué quiere con ella? ¿Acaso se ha metido en problemas?

- No, sólo tenemos que resolver algunos.... asuntos.

-¿Cómo que tipo de asuntos?

-Por lo visto usted es muy curiosa -exclamó levantando una ceja.

-¡Lizzie! - era cass, ésta se detuvo en seco al darse cuenta de la presencia de la directora -Hola señora benerietty.

-Buenas tardes señorita Leaky -dijo sin perder la compostura.

-¿Señora Benerietty? Pensé que no nos veríamos hasta mañana.

- Se me presentaron varios asuntos y tenemos que realizar la reunión hoy -Nos miró y paró de hablar  -A solas  -dijo mientras nos miraba a Cass y a mi.

No éramos tan estúpidas como para no darnos cuenta de que no nos quería serca, porque así no estaríamos irrumpiendo su pequeña platica misteriosa.

Cass me tomó del brazo y comenzamos a caminar.

-Un momento -me detuve y cass bufó.

-¿Ahora que?

-¿Por qué no nos vamos en el auto?

-¿Estás segura de querer llevar esa cosa? Te aviso de antemano que el barrio al que vamos no es muy seguro que digamos.

-Pensé que iríamos de compras ¿No iremos al centro comercial?

-Si iremos de compras pero te llevaré a otro lugar, te gustará.

-Perfecto, pues.... vamos

-Tranquila, no está tan lejos.

-¿Segura?

-100%

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Creo que todos cometemos errores a lo largo de nuestra vida y mi peor error fué creerle a mi querida amiga cass, resulta que el lugar quedaba a más de una hora.
De no ser por mi, aún estaríamos en camino, por suerte logré convencerla para que tomaramos un taxi que nos llevara a la calle. Según la política de seguridad, el taxi no podría adentrarse a la calle de nuestro destino, porque ese lugar se caracterizaba por una serie de atracos y para ser sincera, tenía algo de miedo.

-Llegamos -dijo el taxista pagué y salimos rumbo al lugar mencionado por cass.

Después de varios minutos de camino, sólo se veían varias casas abandonadas, de los callejones sólo se escuchaba en maullido de los gatos.

Nos adentramos por un callejón, y salimos en una especie de barrio. Estaba lleno de personas y habían varias tiendas.

No me quedó de otra más que seguír a cass, ésta entró a una de las tiendecilla y comenzó a sacar varias prendas, lanzándomelas.

-Pruebate esto, esto, ¡ah! y esto, los vestidores están por allá -dijo mientras señalaba una dirección con su dedo índice.

-¿Dónde? Sólo veo unos baños portátiles.