Astrxnauta

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Al terminar de subir, me adentré a un aterrador pasillo oscuro, la madera del piso se escuchaba cada vez más con cada pisada, al final del pasillo había una puerta pequeña, no estaba en muy buenas condiciones, agarré la manija para abrirla y me sobresalté al escuchar unos pasos que se dirijan al lugar donde me encontraba.

Sin pensarlo dos veces me escondí en el primer lugar que vi, me encontraba detrás de un enorme casillero que contenía varios archivos e instrumentos de ciencias, estaba en una posición muy incómoda, llegué a la conclusión de que con cualquier paso en falso podría delatarme.

Contuve la respiración unos segundos al darme cuenta a quien pertenecían los pasos, eran nada más y nada menos que la directora y la señora Lims, las cuales se dirigían a la misteriosa puerta, tenía que escapar de ahí de una forma u otra sin descartar el hecho de que tenía que pasar por desapercibida.

- Ahora que estamos en privado ¿Me puedes decir que es lo que ocurre con las nuevas alumnas? - dijo la directora en forma de susurro.

-Pues tengo sospechas sobre la hija mayor de los Chestmose, por lo visto es muy curiosa, estaba haciendo preguntas sobre "la puerta".

Desde donde estaba no se podía escuchar con claridad así que con cuidado decidí moverme. De un momento a otro sentí que algo me estaba caminando en la pierna, tenía intención de gritar pero no podía exhibirme de esa manera, di unos pasos por la madera hasta encontrarme a unos metros de la puerta, tenía que decidir entre meterme en problemas y descubrir la verdad o alejarme sin poder saciar mi curiosidad, la respuesta era obvia pero hoy no era el día, no podía estropear mi primer día en este lugar, no era juzto para papá, suficientes problemas le había causado en mi antigua escuela y ya le había prometido mejorar de una forma u otra, pero para ser exactos, no me lo estaban poniendo muy fácil que digamos.

Los susurros se escuchaban cada vez más lejos, por lo tanto, decidí aprovechar y escapar de el pasillo, no se si son sólo cosas mías pero sentí que alguien me observaba desde el momento que entré hasta el momento que salí.

Tenía que ir a clases, ya había perdido varios minutos de tardanza, sin embargo, no encontré el mapa que me dió la Sra Lims en ningún lado, estaba preocupada y no era por no saber dónde se encontraba mi salón, más bien era por no saber el paradero del mapa y algo en mi cabeza me decía que se me había caído cerca de la puerta y lo que menos quería era que me descubrieran.

[.....]

Después de vagar unos minutos por el enorme pasillo me encontré con dos chicas sentadas en el patio trasero y sin dudar me dirigí  a ellas para preguntarle sobre mi salón de clases.

-Disculpen, soy Lizzie ¿de casualidad saben en donde se encuentra el salón 102?

Me miraron durante unos segundos hasta que una de ellas se dirigió a mi de la forma más indiferente.

-Sigue ese pasillo y luego dobla a la izquierda, ahí verás una puerta que te llevará hasta tu salón.

-Muchas gracias -me alejé de ellas lo más pronto posible y seguí sus instrucciones.

Cuando abrí la puerta del salón todos se me quedaron mirando.

-Así que usted es la Señorita Elizabeth Chestmose -dijo un señor mientras revisaba una lista -tome asiento, llega 30 minutos tarde, ya tiene 5 puntos menos en el tablero de responsabilidad.

Obedecí y me senté el una de las sillas de la parte trasera.

-Como les venía diciendo, las cetonas compuestos orgánicos oxigenados que tien........

[.....]

Ya era hora de receso, busqué a Lucy por todos lados, sabía lo sociable que ella solía ser, podría conseguir amigas sin dudarlo, pero nesecitaba hablar con ella, implícitamente tenía que sacarle información a ver si ella también había visto algo extraño y así poder acomodar mejor mis ideas.

Al ver que no había rastros de ella en la cafetería, decidí ir a la biblioteca, quizás podría encontrar algo que me pueda funcionar en alguno de los libros o incluso podría investigar más a fondo en algunos archivos.

Entré a la biblioteca, como supuse estaba vacía, nadie es tan loco como para pasar su receso en una biblioteca espeluznante, claro, nadie excepto yo.

Caminé cerca de los anaqueles, era la biblioteca más grande en la que había estado, aunque suene algo extraño, me agradaba el ambiente, era tranquilo y se podía sentir algo de paz, algo que no experimento hace mucho tiempo.

Llegué al pasillo en donde suponían estar los libros y leyendas de este lugar.

Escogí unos cuantos y comencé a leerlos, sólo detallaba información que yo ya sabía y que no era nada fuera de lo común.

Cuando terminé de leer todos los que había escogido, fui decidida a buscar más, no podía irme hasta encontrar lo que buscaba.

Cuando coloqué el libro en su lugar, volví a sentir la mirada de alguien, sentí calosfrios, me  me volteé rápidamente pero no había nadie.

No había rastro de ningún tipo de persona, pero aún tenía la extraña sensación se ser perseguida por alguien.

-¡Lizzie! -alguien me tocó el hombro y casi me da un paro cardíaco y pego un grito -¿Que haces aquí?

-Lucy, no me vuelvas a asustar de esa manera -El timbre sonó,  era hora de volver a clases.

[.....]

Salí junto a Lucy de la biblioteca y mientras íbamos en camino a mientras clases me dió curiosidad.

- ¿Cómo sabías que estaba en la biblioteca?

-Fácil, sabes que existen ratas de laboratorio, pero tu vienes siendo una ratón de biblioteca y los libros son el queso -le dí un leve golpe y comenzamos a reír a carcajadas.

Nos detuvimos en seco cuando vimos a la directora a mitad de el pasillo, la cual iba junto a un chico alto y musculoso se le podía notar una pequeña rotura en el labio inferior, al parecer había estado en una pelea o algo por el estilo.

Guardamos silencio y esperamos a que ya la distancia evitara que nos escuchara para poder continuar con nuestra platica, la cual dió un giro de 180° desde que Lucy vió al chico.

- Es muy apuesto- dijo mientra miraba hacia atrás buscándolo con la mirada.

- No es para tanto, contrólate, cuando se te termine de caer la baba, me hablas -solté una carcajada y adelanté el paso a lo que esta me siguió.

-Tengo una duda ¿Qué hace un chico en un Instituto de señoritas con uniforme de aquí?

- No tengo idea, pero tu eres muy buena investigando ¿por qué no vas y le preguntas?

-¿Y por qué no me preguntas tu? -exclamó el chico que se encontraba juzto detrás de nosotras.

Me di la vuelta y me encontré con una mirada de tono grisáceo, cuando iba a hablar, sentí que todo estaba dando vueltas intenté dar un paso adelante y pronto todo se tornó oscuro, no había nadie en mi campo de visión, sólo una inmensa oscuridad, intenté dar otro paso fallando miserablemente y callendo al suelo, escuchaba voces a mi alrededor pero no podía decifrarlas, se sentía como estuviese de bajo del agua hasta que otro mareo terminó acabando todo.

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