1 Harry y Ginny: Una Historia de amor diferente

Capítulo 21: La carta de Percy Weasley

Harry, Ron y Daniel iban en el pasillo platicando, pues el segundo quería entrar en el equipo de Quidditch como guardián y la verdad estaba muy nervioso, pensó que los dos Potter se iban a burlar, pero ambos lo estaban animando para que fuera.

"Espero que sea bueno en esa posición" dijo Daniel pensativo desde su mente, Harry también lo esperaba.

--- Harry, ¿Qué es eso en el dorso de tu mano? --- pregunto de repente Ron, y Harry se dio cuenta de que sin querer se había rascado la nariz con la mano derecha. La intento esconder, de igual modo Daniel puso su mano atrás, pero Ron no se dio por tonto, tomando la mano de su amigo para ver que era.

--- Solo es un corte Ron, no es nada...

Pero su amigo estaba mirando las palabras marcadas en la piel y luego, asqueado lo soltó, para ir con Daniel y hacer el mismo procedimiento, mirando ambos con verdadero enfado.

--- ¡Pensé que habían dicho que solo los hacía copiar renglones!

Harry dudo un segundo, porque su hermano le gritaba desde la mente que guardara silencio, pero después de todo Ron había sido honesto con él, así que le conto toda la verdad de las horas pasadas en el despacho de Umbridge.

--- Esa vieja alimaña --- susurro Ron con repulsión cuando llegaron frente al retrato de la señora gorda, que dormitaba plácidamente --- está enferma de la cabeza... deben ir con McGonagall chicos, ¡digan algo!

--- Por favor, ¿y darle la satisfacción de hacerlo a la cara de zapo? --- dijo Daniel con sarcasmo --- estamos bien Ron, no te metas.

--- ¡Te estás escuchando Potter!, no pueden dejar que continúe con esto, no está bien --- les acuso Ron a ambos.

--- Ron, no sabemos que influencia tenga McGonagall sobre ella --- le dijo Harry resoplando.

--- ¡Dumbledore entonces, dile a Dumbledore! --- le dijo desesperado.

--- Ron tiene demasiado de que ocuparse --- le dijo Harry, pero esa no era la verdadera razón, no iba a pedirle ayuda a Dumbledore, cuando este ni siquiera le había hablado una vez desde el verano.

--- Bueno me parece que...

--- Ron basta, por favor y además no le digas nada a tu hermana --- le dijo Harry algo preocupado, Daniel negó.

---- ¿Decirme que? --- pregunto Ginny, quien venía con Sahara, las dos chicas se quedaron esperándolo --- Harry, ¿Qué es lo que no me debe decir mi hermano?

--- Nada, sobre que no logre quitar el castigo para el partido --- dijo el encogiéndose de hombros.

Pero por culpa de Daniel quien se había puesto nervioso y jugaba con su manga, Sahara pudo ver que había algo en su mano derecha y la jalo para ver los cortes, horrorizada lo miro.

--- ¡Daniel que es eso! --- le dijo con la cara en blanco, Ginny también lo vio --- o por merlín, Dan... ¿eso no es una pluma de sangre?

--- ¿Una pluma de sangre? --- pregunto Ginny sorprendida, Sahara asintió --- ¿Qué es eso?

--- Es una pluma con la que escribes y se te queda marcado ---- dijo ella enojada, mirando a su primo --- Dan, para eso tenía que marcarlo demasiado... o muchas horas seguidas... ¡No tenías unas heridas así desde que vivías con esa arpía!

--- ¿Qué arpía? --- pregunto Harry mirando a su hermano.

--- Hace mucho tiempo, Daniell tuvo que ir a Estados Unidos por un mes y no me pude ir con ella, por aquellos años Joana y Sahara estaban en una excursión en Alemania. Entonces Daniell me dejo a cargo con mi tía Lora, una vieja gorda Squib que debe ser parte de la familia de mi padre o algo así --- dijo pensativo --- ella y su marido me traían carrilla, ambos me hacían hacer trabajos pesados y como, aunque era Squib conocía todo eso, tenía de esas plumas, cuando me portaba mal pues me hacía escribir en un cuaderno por un par de horas.