Capítulo 12: Vacaciones desesperantes

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Cuando salió Harry de la enfermería, estaba confundido, se sentía mareado y parecía tener la vaga sensación de que debía hablar con alguien en particular sobre un tema, pero no lograba conectar las piezas. Aunque claro, Ginny ahora estaba más pegad a él, cuidándolo y parecía que no quería dejarlo solo, por temor a que algo le pasara.

Para Harry el tener a su novia así de cerca, le hacía sentirse mejor, pues una cosa le había dejado casi morir en ese cementerio, y era la sensación de mantenerse más cerca de las personas que amaba, como su novia y sus amigos.

Harry tuvo que empezar a dividir mejor su tiempo, Ron tenía razón y no podía solo enfocarse en Ginny. Además, él empezaba a involucrar a su novia en varios asuntos que antes prefería dejarlo solo para Ron y Hermione, aunque no todos sus secretos, todavía había cosas que no podía ir revelándolas así porque sí, solo para mantenerla al margen y a salvo.

Antes de que se finalizaba el curso Harry trato de darle a los Diggory lo que era el premio de los tres magos, pero no los aceptaron, alegando que él también se lo había ganado y que era mejor que lo conservara, para sus gastos.

--- Pero, no me siento cómodo con él --- le dijo Harry a Ginny una tarde, antes de abordar el tren --- no se siente correcto...

--- Bueno... sí no lo quieres... ¿puedes donarlo a una buena causa? --- pregunto ella en un murmullo, su novio la vio sin entender --- no sé, alguien que necesite el dinero para algo...

--- ¿Alguien que necesite el dinero? --- pregunto dudoso, Harry se quedó pensando --- estaba pensando en los gemelos, ¿tú también?

--- La verdad... ellos lo necesitan más y quieren hacer su tienda, pero necesitan una inversión, alguien que los apoye --- le dijo pensativa --- ellos aprovecharían demasiado el dinero, mejor que otros y sería una buena forma de ayudarlos, si no quieres el dinero.

Con el consejo de Ginny, les dio a los gemelos la bolsa con el premio de los tres magos, para que pudieran abrir su tienda, ambos parecían sorprendidos y a punto de rechazar ese dinero.

--- Vamos chicos, póngalo como una inversión --- les dijo por último Harry --- yo creo que necesitamos más risas en estos momentos y ¿Qué mejor que la tienda de bromas?

--- Harry, no sabremos como agradecértelo --- dijo Fred tomando por fin el dinero --- enserio gracias.

--- Sí, gracias Harry --- dijo George mirando a su hermano y luego a su cuñado --- y dale también las gracias a Ginny, que estoy seguro ella fue quien te aconsejo esto...

--- Solo me ayudo a decidirme, ya lo había pensado yo --- dijo sonrojado Harry, mientras ambos hermanos le daban una palmadita en la espalda.

--- Nunca lo olvidaremos --- dijeron ambos guiñándole un ojo --- eh cuñado...

Después de eso, Harry regreso a su compartimiento, junto con sus amigos y Ginny, quienes platicaron con él y se reían de diferentes cosas, hasta llegar a la estación, donde Arthur Weasley y Molly lo saludaron, sintiéndose él nervioso y consiente de que ambos sabían que tenía una relación con su única hija mujer.

Harry no pensaba que las vacaciones con los Dursley iban a ser demasiado aburridas y desesperantes. Solo habían pasado dos semanas desde que se despidió de todos en la estación y las cosas no iban nada bien, primero estaban esos sueños, repleto de torturas y que lo despertaban con dolor en la espalda o unas ganas de romper todo a su paso, además en segundo lugar estaba que no se podía comunicar tanto con Ginny, ni con Ron, ni Hermione. La última carta que le había escrito Ginny había sido de hace cinco días, cuando se habían prometido estarse escribiendo casi a diario y esta solo decía así:

1 Harry y Ginny: Una Historia de amor diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora