One-shots de Anime

Accion #2

—Ya volví —dijo Gohan abriendo la puerta de su departamento, notando a Goku y a Goten haciendo su tarea, algo que le había resultado bastante raro— ¿Qué pasó?
—¿Que? No sabemos a qué te refieres —dijeron en unísono ambos pelipalmera.
Gohan solo se limitó a hacer un pequeño puchero de resignación para terminar de adentrarse a su hogar y tomar su mochila que la había traído Goku para comenzar con sus deberes escolares.
—Oye Gohan —llamo Goku intentando no arruinar nada— ¿Sabes acaso qué día es hoy?
El pelinegro al escucharlo solo se limitó a negar con la cabeza para después continuar con sus trabajos, pero rápidamente sintió como dos cuerpos uno grande y uno pequeño le daban un gran abrazo.
—¡Feliz cumpleaños! 
—¿Qué? ¿Hoy es mi cumpleaños? —pregunto intentando acordarse de la fecha— ah, es cierto.
—siempre lo olvidas —replico Goten.
Aunque ya era muy tarde para aquel niño, esa noche decidió esperarlo y comer juntos la tarta que Goku había hecho; al pasar el rato, ambos adolescentes mandaron al pequeño a dormir, mientras que ellos terminaban algunas cosas.
—Aun no sé cómo no puedes recordar tu propio cumpleaños —dijo el azabache leyendo el mismo libro que Gohan pero más lento que el— eso no es normal.
Gohan solo se limitó a reír bajo para después decirle:
—¿Y quién te dijo que era normal?
Ambos se miraron un momento y soltaron una risa de par en par; puede que a ellos no les gustase la vida que han tenido pero aún así disfrutaban y amaban el presente, tanto como a su propia vida.
Goku al poco tiempo, terminó hartandose del libro ya que le resultaba muy aburrido y difícil de entender, así que fue a guardarlo en su mochila, pero al ir hacia haya y ver al pelinegro detenidamente noto algo extraño en su playera, era de un color bastante rojo y como su camisa era blanca no hallaba una razón.
El pelipalmera al temer que fuera algo malo, fue directo hacia el pelinegro y le levantó el brazo y escucho como este soltó un quejido en sus adentros para después notar que era sangre lo que corría libremente en su camisa.
—gohan ¿Por qué no me dijiste? —Solto Goku preocupado, intentando no hacer tanto ruido para no despertar a Goten— debemos curarte ahora.
—estoy bien, no te preocupes —sermoneo el adolescente intentando tranquilizar a su mejor amigo, quien se encontraba buscando el botiquín de primeros auxilios— oye... Goku.
Goku al poco tiempo, regreso con este y le pidió que se quitará la playera para poderlo curar más este solo se rehusaba, haciendo que este estuviera a una distancia considerable de el.
—Gohan, esto no es un juego —declaro el pelipalmera mirando cada movimiento que hacía su amigo.
—no dejaré que te me acerques —dijo Gohan imitando la misma acción que el pelinegro.
Gohan rápidamente comenzó a correr por todo el departamento, viniendo detrás de él un Goku que comenzaba a exsasperarse de su absurdo juego. Al verlo correr hacia la cocina; el pelipalmera corrió hacia el comedor, para después subirse a la mesa y lanzarse contra el, quedando Gohan tirado en el piso y Goku arriba de el.
El cumpleañero intentaba zafarse del agarre que el pelipalmera había hecho pero le resultaba imposible, ya que en términos de fuerza el era mucho mas fuerte que el.
De la manera más rápida que pudo Goku, coloco su hombro sobre el cuello de Gohan sin usar tanta fuerza para asfixiarlo pero si para detenerlo, para después con su mano libre tomar el botiquín y buscar el alcohol y arrojarle el líquido a la herida.
—¡Ahhh! —grito Gohan liberándose del agarre de su amigo para comenzar a quejarse por todo el departamento el fuerte ardor que le había ocasionado— ¡¿Qué te pasa?!
El pelinegro solo miraba a su amigo, para después tomar un pequeño bisturí y un par de vendas, dándole a entender que aún no había terminado, sino todo lo contrario.
Gohan al pensar que su dolor no podía aumentar soltó un gran suspiro y se sentó en el sofá, dándole a entender a Goku que este al final se había rendido.
Goku no era un maestro en la medicina, pero debido a la práctica que había adquirido en esos días, poco a poco comenzaba a facilitarle el método para curar enfermos y cuidarlos.
Al lograr retirar la bala de su brazo con ayuda del bisturí, el pelipalmera comenzó a rodear sus brazo con una venda no tan larga, para que pudiera evitar una infección o que continuará el sangrado.
—listo, ya terminé —dijo contento guardando todos los materiales que uso en el mismo lugar, no sin antes limpiarlos— listo, ya eres libre.
El adolescente bufo ante su comportamiento para arreglar todo el desorden que habían generado ellos dos por aquella pelea; no le veía nada de malo que lo curará, pero al ser unos meses mayor que el debería intentar ayudarlo y cuidarlo no ellos a el.
—no tenías porque hacerlo —musito Gohan guardando todas sus cosas en su mochila.
—y tu no tenías porque no decirnos de tu herida —Solto Goku enojado con su amigo—; ya no quiero que ayudes a Videl.
Al momento de escucharlo, no pudo evitar sentirse como un niño pequeño, el cual era mandado siempre por su madre. Esto no le incomodaba, le cansaba y hasta algunas veces hasta le fastidiaba.
—¿Por qué? —pregunto intentando mantener su tipica postura tranquila— Videl es muy buena chica.
—Nunca dije que no lo fuera, solo que si estás con ella es muy peligroso —comento el pelipalmera, guardando el botiquín en el mismo lugar donde se hallaba— pero esta es la quinta vez en el mes que regresas herido, eso es muy... —dijo intentando buscar la palabra adecuada, fallando en el intento— bueno a lo que me refiero es que es malo y ya no lo haras, punto.
Gohan solo pudo sentir como le era imposible tener una conversación tranquila con su amigo, no le molestaba la idea de que se preocupara de el, pero odiaba que le impidiera cosas que a él le agradaban.
—¿Y cuál es tu poder para impedirmelo? —justifico intentando mostrar más autoridad en sus palabras— no tienes ningún poder en mi que me haga obedecerte.
Goku al oírlo fue directo hacia el para chocar su mirada contra el y soltar un pequeño gruñido que hizo que Gohan también imitará la misma acción; el ambiente comenzaba a ponerse tenso y duro, cada uno esperaba la respuesta del otro, ninguno se sorprendería si aquella discusión terminada en un pelea por culpa de un simple malentendido.
—oigan pueden dejar de pelear —dijo Goten somnoliento— siempre se pelean parecen pareja, pueden dejar de pelear y subir a dormir.
Al ver al infante comenzar a bostezar y a tallar se el ojo izquierdo, no tuvieron más de otra que aceptar lo que pedía el niño, dejando su discusión a un lado. Más ambos sabían que aquella discusión nunca terminaría en esa misma noche, o ese mismo mes.
Al día siguiente; el pelinegro herido había despertado haciendo una pequeña mueca de disgusto por los recuerdos de la noche anterior que habían llegado a su mente.
Esa misma noche Gohan se había quedado dormido en el sofá, mientras que Goku en su habitación, ya que a falta de espacio tuvieron que hacer que uno durmiera en la sala y en esta ocasión había sido el.
Cómo era típico en el, se levantó primero que todos para preparar el desayuno para después ir por el infante y que este despertara al pelipalmera.
Al terminar de preparar el desayuno y de levantar a ambos pelinegros, comento a comer sin decir palabra alguna, mientras que Goten mantenía su sonrisa de oreja a oreja, Goku miraba detenidamente cada movimiento que el mayor hacia, más ha este no le importa.
—¿Cómo dormiste Gohan? —pregunto Goten rompiendo el hielo.
—bien, gracias —dijo sin dejar de degustar sus alimentos— ¿Y tú?
—bien 
—Me alegro Gohan —exclamo Goku, llamando la atención de este— porque hoy nesecitaba mucha energía.
El mayor al no saber a qué se refería, miro al pelipalmera arqueando su ceja derecha para darle a entender que no entendía nada.
—hoy le dirás a Videl que ya no continuarás ayudándola —comento carismático, haciendo que Goten mirara al mayor con un brillo en sus ojos— ¿O no?
—¿Eso es cierto?
Goku no era el único que quería que dejará de ayudará Videl, también Goten quería que le dejase de ayudar; el menor de todos no sabía mucho lo que hacía Gohan y Videl, pero siempre noto como llegaba herido o frustrado por no poder encontrar una solución a los problemas que la adolescente le daba.
—Si — soltó Gohan con un suspiro de pesadez, para continuar comiendo, mientras que ambos pelinegros reían por haber conseguido lo que querían.