— ¡Gohan! — exclamó Goku moviendo a su hijo de un lado hacia el otro, intentando hacer que reaccionará o volviera en si— vamos Gohan, tienes que despertar.
— papá déjalo — comento goten, tomando la camiseta de su padre para llamar su atención — no tiene caso... ¿Acaso no la escuchaste? — pregunto mostrando unas cuantas lágrimas caer de su rostro — nueve, diez, robo tu alma... Es más que claro lo que paso aquí.
El patriarca de los son solo se limitó a soltar a su hijo y depositarlo de la manera más suave y cuidadosa que pudo en el suelo, para comenzar a caminar de un lado hacia el otro en aquel cuarto, acto que intrigó al menor, más solo se limitó a observar y ver lo que sucedería tiempo después.
— ahh — exclamó con un suspiro lleno de frustración, ladeando su cabeza de un lado hacia el otro — la única manera de traer a Gohan de vuelta es con las esferas del dragón — más al decir eso, noto el rostro de confusión de su hijo al no comprender el problema que traería eso — si llamamos a seng long nesecitamos el radar del dragón, es decir; que nesecitamos la ayuda de Bulma y los demás, y si milk se entera nos matará a todos — comento mostrando que fuera cual fuera el camino, al final todos se enterarían — pero es el único plan seguro que tengo... Goten vamos con Bulma.
— si
Dicho eso; ambos sayajines emprendieron vuelo hacia capsule corp para hablar con la peliazul; más antes de eso, Goku se encargó de dejar al mestizo en su habitación, libre de cualquier peligro que se presentará.
El sayajin puro, no sabía ha ciencia cierta lo que había sucedido; ante tal presión que comenzaba a cargar dentro de su interior, comenzó a aumentar más su velocidad, al igual que su hijo.
Después de un rato; ambos lograron llegar a la casa de la científica, quien se encontraba en su patio trasero, donde logró verlos descender.
— hola Goku... Hola Goten — dijo Bulma regalándoles una gran sonrisa por su parte, para después notar que su saludo nunca fue regresado ni siquiera bien recibido— ¿Qué los trae por aquí? ¿Ya terminaste mi encargo, Goku?
— Bulma no quiero sonar descortés ni nada de eso... — declaró el único sayajin de raza pura que se encontraba ahí, sin dejar aún lado su mirada llena de seriedad y preocupación — pero nesecito el radar del dragon.
— ¿Qué? ¿El radar? — recapitulo la fémina dudosa, al no saber lo que sucedía en esos momentos — ¿Para qué lo quieres?
— Bulma, no quiero ser impetuoso pero por favor — exclamó Goku; Bulma al ver su comportamiento tan anormal solo se limitó a asentir y decirle que aguardará hasta que ella regresará — gracias.
La peliazul dicho eso, comenzó a caminar de laboratorio en laboratorio buscando el radar del dragon; en su mente solo pasaban hipótesis de lo que podría haber sucedido o sucedía, pero que ella no creyera que pasará.
Mientras tanto; Goku y goten se hallaban ansiosos de la gran perdida de tiempo que les hacía pasar Bulma por no hayar el radar, ante tal comportamiento vegeta fue a la habitación en donde ambos se encontraban para poder saber la causa de su comportamiento.
— kakarotto — exclamó el príncipe de los sayajin, apareciendo en la sala después de un largo entrenamiento con la máquina de gravedad —¿Qué te sucede?
— hola vegeta — contesto Goku, ignorando la pregunta que le hizo este, para seguir divagando en su mente en lo que llegaba Bulma.
— ¡Kakarotto! — grito con eufória al notar como fue ignorado ante su mayor rival — ¡¿Qué pasó?! ¡Habla ya!
— ¿Eh?... — contesto el mayor de los son, saliendo de sus ideas y pensamientos — ah, si. Lo que pasa es que pasaron algunas cosas y queremos solucionarlas.
— ¿Y se puede saber qué cosas?
— pues... — decian ambos sayajines en unísono, más fueron interrumpidos por Bulma, quien después de un largo tiempo logró encontrar el radar; para entregárselo al mayor de los son y comenzar la búsqueda, dejando a vegeta sin respuesta alguna.
— muy bien Goten, tenemos que encontrar todas las esferas antes del atardecer — exclamó Goku emprendiendo vuelo, seguido por su hijo quien solo asintio a su declaración — ok, vamos.
Ambos pelinegros pusieron todo su esfuerzo en encontrar cada una, el cansancio y el hambre tambien hicieron su presencia, más ellos se encontraban mas concentrados en traer a Gohan de vuelta.
Al poco tiempo, lograron conseguir las siete esferas del dragon antes de que el sol logrará meterse; no obstante el patriarca de los son no pudo evitar sentirse frustrado al ver que dependerían una vez más de seng long por una equivocación suya, más eso no era todo, también buscaba una manera de explicarle todo a Bulma, ya que tarde o temprano ella exigiría respuestas, más eso no era importante ahora.
Goten al notar el rostro de preocupación de su padre le aconsejo que invocará al dragón en las montañas, para así evitar sospechas de todos; si todo marchaba bien no nesecitaria dar explicaciones a todos solo a unos cuantos, ante tal pensamiento Goku solo optó por la sugerencia de su segundo hijo.
Después de un rato, lograron llegar a las afueras de su hogar, para después colocar en forma consecutiva cada esfera.
— ¡Sal de ahí, seng long! — dijeron en unísono — ¡Y cumple nuestros deseos!
Dicho eso, el cielo comenzó a oscurecerse y a tomar un color azul marino; mientras que las esferas al acto de ver el cielo oscurecer, comenzaron a brillar de manera desenfrenada, apareciendo un enorme dragón de piel verde esmeralda, con unos ojos color rubí.
— te concedere tres deseos — mencionó — ahora habla.
— seng long, quiero que revivas a mi hijo Gohan — ordenó Goku, con mucho entusiasmo y plenitud.
Al escuchar tal deseo, el dragón comenzó a hacer brillar sus dos ojos a un rojo más intenso, intentando conceder tal deseo; pero al paso del tiempo no había hecho nada.
— ese deseo no puedo concederlo — exclamó
— ¿Qué? ¿Por qué? — cuestionó goten, intentando guardar la calma y no romper en llanto.
— el sujeto llamado como Gohan, se encuentra vivo
— ¿Qué? — pregunto el mayor— pero cuando revise su pulso, no lo hallé — negó el pelipalmera, buscando alguna posible respuesta — ¿A qué te refieres?
— ¿Ese es tu deseo? — pregunto la divinidad, a lo cual recibió solo un asentimiento por parte del mayor — el sujeto llamado Gohan no se encuentra en el mundo de los mortales ni del mas allá, su alma fue robada por un ser diabólico, quien se resguarda entre ambos mundos — comento el dragón — si quieres recuperarlo, tendrán que ir tres personas a desafiar a la chica.
— ¿En que problema nos hemos metido? — musitó Goten, observando hacia el suelo al no hallar forma de encontrar a alguien más de su misma sangre — Papá ¿Cómo podremos ir tres a las vez?
— es cierto — exclamó el sayajin puro — seng long, mi segundo deseo es que me des toda la información de aquel ser que tiene a mi hijo.
— claro, ese es un deseo fácil de conceder.
Dicho eso; nuevamente los ojos de aquel dragón comenzaron a brillar, para enviar cada conocimiento que el dragón conocía hacia la cabeza de nuestro azabache.
— listo — dijo seng long, regresando el color de sus ojos a los que ya estaba acostumbrado — les queda un deseo
Los azabaches solo asintieron, para después volverse a cuestionar sobre el último deseo, ¿Qué podían pedir?
— seng long, ya tengo mi último deseó — exclamó el sayajin puro con una gran sonrisa — se que tú no puedes interferir en este tipo de situaciones, pero... — agrego sin dar vuelta atrás a lo que decía —quiero que mi último deseó sea que una de las reglas sea cambiada. En lugar de ser tres de la misma descendencia de sangre, quiero que ahora sea por el mismo tipo.
Sin mas, la deidad concedió su último deseo para después desaparecer de aquel lugar, dispersando todas las esferas del dragon por todo el mundo, ademas de despejar el clima, que el mismo había acarreado.
Al ver desaparecer al dragón; Goku tomó la mano de su segundo hijo, para después teletransportarse a corporación cápsula, justo en frente de vegeta.
— kakarotto — nombró el peliflama, sorprendido al ver a su rival frente a sus narices — ¿Qué haces aquí?
— vegeta ven, acompáñame — ordenó, soltando la mano de su hijo, para tomar la de su rival y comenzar a correr por toda la mansión — ¡Goten!... ¡Consigue la vela!
Vegeta al escuchar la orden que le dio a goten, rápidamente uso su otro brazo para poder liberarse de su agarre y preguntarle a Goku todo lo que está pasando; no obstante este solo se limitó a decir lo sucedido sin abarcar todo el tema, dicho eso vegeta al ver el problema en el que se encontraban y que la mayoria de la culpa era de su esposa, terminó aceptando.
Al poco tiempo, lograron encontrar un baño que tuviera un espejo frente al tocador y la vela que le fue encargada a goten.
— muy bien — exclamó Goku, en aquel lugar — yo iré al centro, vegeta tu irás a la derecha y goten tu a la izquierda.
— hmmm — bufo vegeta al escucharlo, dándole la espalda y analizando la situación — ¿Oye kakarotto y como iremos los tres al mismo tiempo?
— pues... — ladeó su cabeza olvidando su pregunta, para regresar a la verdadera situación — pronto lo verán, ahora solo tomemos las manos del otro y sigamos con las reglas, después yo les diré que hacer. ¿Listos?
— a mí no me das órdenes
— si papá — afirmo con entusiasmo su segundo hijo — prometo esta vez no asustarme.
— bien — contesto, para tomar la mano de vegeta y de Goten y mirar detenidamente hacia el espejo — ahora... — dicho eso; Goten apagó el interruptor de la luz y encendió con su propio ki la vela, para después regresar su vista hacia el espejo, al igual que vegeta.
— kagokeku... Kagokeku... Kagokeku... Kagokeku
— jajaja — río vegeta sin soltarse — ¿en serio?, Esto es solo un juego, nada es real.
Después de decir eso; en esa habitación empezaron a acontecer los mismos sucesos que habían pasado la primera vez; no obstante, está se diferenciaba por la voz elocuente del ser, quien de manera violenta comenzaba a evitar que estos siguieran unidos, cosa que no consiguió.
Poco después; ambos pelipalmera notaron que el espectro comenzaba a cantar su canción y a sentir la misma sensación que en la última vez, más Goku solo se limitó a esperar a que la joven terminará con su canción para comenzar con su siguiente paso.
— 9, 10...
— ¡Ahora! — exclamó el sayajin de el medio en forma de orden, dando a entender que era hora — ¡Rápido! ¡Sueltense!
El dúo al escucharlo, solo lograron acatar la orden que les dio.
Kagokeku al ver a todos sueltos, comenzó a rodear a los tres con todo su cuerpo, para después comenzar a acercarse al pecho de cada uno y sacarle a todos una pequeña esfera color azul de su cuerpo, dejandolos inconscientes.
— robo tu alma... — se escucho por último en ese cuarto.
Momentos después; Goku logro abrir sus ojos y a su vez levantarse del duró suelo, este noto que ya no se encontraban en la tierra o al menos en un lugar que él conocía.
El lugar mostraba un bosque en el anochecer, siendo la unica luz de ese lugar fuese la luna llena; a lo lejos se veía una pequeña cabaña hecha de madera, la cual debido a la ambigüedad que tenia empezaba a llenarse de moho en algunas partes.
El patriarca de los son, también logró ver un gran lago muy cerca de la cabaña que hasta hace poco había notado; el lago era demasiado cristalino, tanto así que lograba reflejarse la luna llena y unas cuantas nubes en el cielo.
— vegeta... Goten — dijo el sayajin intentando despertarlos, moviéndolos de un lado al otro — vamos, no es hora de descansar.
Segundos después; este logro despertar a ambos pelinegros, quienes poco a poco lograron reincorporarse a la situación; vegeta optó porque cada uno se separará y buscará por su misma cuenta, al principio Goku y Goten prefirieron no separarse por el peligro que podría traer, no obstante era más peligroso no hallar a gohan y seguir perdiendo el tiempo, así fue como aceptaron.
Mientras que Goku revisaba el lago y los alrededores, vegeta se encargaría de adentrarse en el pequeño bosque y por último Goten entraría a la cabaña.
— este lugar me da muy mala espina — comento goten, acercándose a dicho lugar hasta llegar a la puerta.
Al entrar, logró ver unas escaleras que guiaban al segundo piso y además un camino recto que llevaba hacia la sala. El híbrido al ver lo silencioso que estaba el lugar, fue primero a la sala.
Los interiores de ese lugar eran de aspecto sombrío; las paredes tenían un papel tapiz, más el tiempo había hecho que comenzará a caerse y a hacerse de un color grisáceo sin vida; el techo se encontraba en muy malas condiciones, parecía que estuviese a punto de derrumbarse en frente de el; mientras que el piso se encontraba hecho de madera que comenzaba a pudrirse, además de generar feos sonidos al caminar.
Al llegar a la sala de estar; noto que no se hallaba ningún mueble o persona ahí, solo un pequeño espejo de cuerpo completo, con un borde de color cobre.
Goten se hayaba paralítico, no encontraba sentido alguno a lo que estaba a unos pasos de el... ¿Un espejo?
En ese momento, el pelinegro decidió poco a poco acercarse a él, pero cada paso que daba era más tétrico que el anterior, su mente se hayaba pérdida al no encontrar explicación alguna sobre dicho espejo, que además fue aumentando al percibir un gran peligro.
— vaya niño eres demasiado listo — dijo una voz en toda la habitación, retumbando entre las paredes — pero los esfuerzos de todos ustedes serán en balde.
— ¿Qué? ¿Por qué? — pregunto Goten, buscando por todo el lugar a aquella voz — ¿Quién eres? Muestrate.
De repente; Goten reapareció a las afueras del hogar, a lado de un pequeño cobertizo; no obstante, no fue el único, también se hayan ahí Goku y Vegeta quienes también se hallaban perplejos.
Goku sin decir palabra alguna, se acerco a aquellas puertas, las cuales se abrieron al instante; el trio pudo notar que solo había unas escaleras hechas de madera completamente descuidadas apuntando hacia la parte más baja del lugar.
El pelipalmera al ver lo profundo que parecía estar, decidió ir solo a ver qué habría ahí, mientras ellos vigilaban.
Dicho eso; el patriarca de los son comenzó a descender con suma precaución las escaleras; el silente era incómodo, el final nunca se lograba observar y poco a poco comenzaba a desesperarse.
Pasados los minutos; este logro llegar al fondo, notando varias bolas de fuego azules de distintas tonalidades, algunas eran color grisáceo.
— Vaya, vaya, vaya... — resonó la misma voz, tomando forma atrás del sayajin, quien rápidamente subió su guardia — haci que la decisión final, queda en el padre, pero que típico.
— ¿A qué te refieres?
— soy una ente y lo sabes — comento kagokeku, atravesando su brazo por el cuerpo del sayajin — no puedo herir a nadie... Más los que logran invocarme, aceptan el riesgo de que yo tal vez los lastime
— ve directo al grano
— bueno, te lo diré en palabras sencillas... El alma de tu hijo se encuentra entre todas estas, toma la correcta y será devuelta a el mundo de los mortales, junto a ustedes
— ¿Y que si no lo consigo?
Más kagokeku solo levantó los brazos, haciendo arder de enojo al sayajin, quien comenzó a buscar de una en una; sin embargo este había notado que una alma grisácea se convertía en polvo y era desvanecida frente a sus ojos, al verlo giro su rostro hacia el de aquel ser demoníaco en busca de respuestas.
— ah, lo había olvidado — dijo la chica, con una sonrisa macabra — las almas no pueden estar lejos de sus cuerpos por más de un dia... Y tu hijo lleva conmigo como unas 10 horas.
Al escucharla, Goku emprendió nuevamente su búsqueda intentando hayar al correcto, más a este se le complicaba ya que cada una era congruente a la otra.
La joven pelinegra solo se limitó a verlo entrar en pánico, mientras que Goten y Vegeta solo aguardaban afuera del cobertizo; ante tal presión Goku comenzó a buscar cualquier forma de encontrar a Gohan, por su ki, llamándolo e intentando oler su aroma, más todo era inútil.
Goten y Vegeta al ver como este comenzaba a demorarse, decidieron bajar también y ayudarlo; al llegar con el, el pelipalmera les dijo todo lo que había pasado y lo que podría suceder si no encontraban el alma correcta a tiempo.
Aquel trio volvió a comenzar con su búsqueda, más los resultados terminaban siendo los mismos, no sabían cual era la correcta al cien por ciento.
— ya la encontré — dijo goten con alegría, saltando de un lado hacia el otro — ¡Viva, viva!
— ¿Eh? ¡Alto! — grito Goku, acercándose hasta donde estaba su hijo — ¿Cómo sabes que es la correcta?
— no lo sé — contesto, mirando atentamente a el alma que aseguraba ser su hermano — solo se que es el, algo lo dice dentro de mi.
— muy bien — exclamó Goku, sonriente — ¡hey! ¡Kagokeku! — grito llamando su atención — elegimos está.
— ¿Estas seguro? — pregunto vegeta y la ende en unísono.
— si... Si Goten asegura que es esa, yo también lo creo.
— de acuerdo— afirmo la joven, juntando ambas manos en su pecho — si de verdad esa es el alma de tu hijo todo volvería a la normalidad
— ¿y si no? — cuestionó vegeta, más no recibió respuesta alguna, solo una pequeña risa.
Aquel ser comenzó a sacar de su cuerpo una gran luz blanquecina, que poco a poco comenzó a consumir a aquel trio, junto con el alma que escogieron, regresando asi a la tierra.
— ¿Qué? ¿Eh? — dijo goku, despertando de su trance; apareciendo de repente en su habitación que compartía con milk; de la nada el pelinegro pudoo observar como la puerta comenzaba a abrirse dejando ver a la azabache, quien solo le dio una cálida sonrisa —¿Milk?
— qué bueno que despertaste, te veía muy cansado
— eso no importa— dijo levantándose de su cama, para acercarse mucho más a su esposa — ¿Qué pasó con Gohan?
Milk al oír tal nombre no supo que contestar, alarmando a un más al sayajin.
— no se a quien te refieres — terminó contestando la fémina — el único Gohan que conozco es tu abuelito.
— ¿Qué quieres decir con eso? — pregunto, tomando a milk de los brazos — hablo de Gohan, nuestro hijo.
— ahhh— comento ruborizada la azabache, para dirigirse hacia la puerta — si querias otro hijo solo tenías que decirlo, hoy mandaré a Goten a dormir a capsule corp entonces.
El patriarca de los son, solo se limitó a suspirar, no comprendía nada de lo sucedido, ¿Acaso no había salvado a su hijo? ¿Todo era una trampa?, no lo sabia, pero no podía alterar a nadie hasta que estuviera muy seguro; mas desde ese día nunca volvió a saber de su hijo, además de que nadie lo recordaba a excepción de el.
Mientras que en el hogar de aquel ser, la joven pelinegra se encontraba recostada en el pastoso suelo, observando la hermosa vista que tenía de el cielo.
— 11... 12...— tarareo sacando de su bolsillo una pequeña botella con la verdadera alma de Gohan — no vivirás... — dicho eso, la joven expulsó de su palma un fuego color rojo vivo, evaporizando aquel frasco con su contenido de la faz de la tierra.
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