9. ❝Día IX❞

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─La tormenta seguía presente y amenazante sobre las calles de Londres, el par de británicos se encontraba de regreso en el departamento, la joven estaba totalmente agotada por sus arduas horas de trabajo─

──Casi llegamos, no te duermas── el chico de mechas castaño oscuro le insistió como para mantenerla al tanto─

──Solo cerré los ojos unos segundos── ella se excusó, aún bastante cansada, cosa que le arrebató una risilla por parte del más alto─

─Una vez llegaron al edificio hasta dar con el respectivo departamento, la chica fue la primera en querer entrar, estaba exhausta y quería caer en su cama de una buena vez─

──¡Sorpresa!── el par de jovenes no tardó en gritar después de recibir a su amiga, a diferencia del bajista, quien yacía detrás cruzado de brazos y con una cerbatana de fiestas en su boca─

─En cuestión de tiempo, la británica quedó cubierta de confeti y brillos de pies a cabeza, para finalmente ser envuelta por los brazos de sus amigos─

──¡Felíz cumpleaños!── tres de ellos exclamaron, aún llenos de entusiasmo─

─Cada mirada ajena se posó sobre el sin ojos, quien aún estaba apatado del resto, este solo suspiró, se quitó la cerbatana y habló─

──...Felíz cumpleaños...── balbuseó entre dientes al abrazar forzosamente a la chica, quien rápidamente correspondió a aquel intento de abrazo con uno más cariñoso─

─El bajista gruñó ante aquellas muestras de afecto, cosa que hizo reír a la joven, quien lo seguía abrazando, a la vez que el de cuecas vacías trataba de librarse de las garras de su amiga─

──¡Celebremos!── el joven nórdico exclamó con bastante entusiasmo, seguido del resto─

【...】

─La británica esa noche ignoró por completo su cansancio y decidió celebrar junto a sus amigos. Muy mala idea si en esa casa vive el par de alcoholicos que, irónicamente, se embriagaron hasta más no poder esa misma noche─

──¡Edd!── la chica se quejó después de que el artista le arrebatara de sus manos la lata de cerveza─

──Fue suficiente alcohol por hoy, es hora de que vayas a descansar── este le indicó con un semblante serio─

──Eres un aguafiestas, Edward── el bajista saltó a la defensiva── Deja que la niña se divierta por está noche, por algo es su cumpleaños── dijo entre leves ataques de hipo─

──Eso va para ti también, Tom── de igual manera le quitó de las manos la petaca── Tienes que dejar de ser una mala influencia para ella── lo regañó─

──Bien── gruñó molesto── Ya escuchaste a tu noviecito, niña, vé a la cama── el chico de cabellos en punta exclamó─

──¿Noviecito?── ella rió aún mareada, mientras que era empujada por su amigo de cuencas hasta dar con la escalera─

──Lo que sea, solo hazle caso── reiteró, para luego subir las escaleras junto a la joven, aún tambaleándose con ella debido a su borrachera─

──Tengan cuid── estaba por advertirles, pero fue interrimpido luego de que sus dos amigos cayeran rendidos sobre los escalones── ...ado...── frotó su sien irritado─

─Pronto, el joven amante de Cola cargó al par de ebrios hasta sus respectivos cuartos, para finalmente encaminarse al suyo deseando descansar─

【...】

─A mitad de la noche se logró oír unas pisadas desesperadas, seguido del sonido de como alguien vomitaba todo aquel líquido embriagador que bebió, tratándose de la británica, quien despertó con grandes sensaciones de asco y mareos. Aquello había logrado despertar a sus amigos, pero el único que se dispuso a ir con ella preocupado, era el dibujante, mientras el resto siguió durmiendo, restándole importancia a la chica─

──...Edd...── miró al joven que se asomaba desde la puerta del baño, comenzando a sollozar, no le agradaba que el chico la viera en ese estado tan vomitivo y asqueroso─

─El chico no respondió, solo dio un soplido y se acercó a la más baja extendiéndole un vaso de agua, como para que enjuagara su boca, y un par de servilletas como para que se limpiara los restos─

──Lo siento── ella se disculpó, a lo que el mayor la observó extrañado─

─Este solo le sonrió amablemente, mientras que acariciaba el rostro de la británica con delicadeza. Una vez que la chica logró recuperarse, el joven le dejó tomar una ducha como para que se refrescara antes de regresar a dormir. En poco tiempo, ella volvió a salir, está vez vistiendo una camiseta y short propietarios del castaño, ya que este se negó a hurgar en las prendas de la chica─

──Vamos── le susurró queriendo devolverla a su habitación perteneciente como para que descansara─

──...Si...── ella se detuvo algo pensativa── ...También vomité las sabanas...── le explicó algo apenada─

─El más alto sacudió su cabeza asqueado de tan solo pensar que tendría que limpiar aquel desastre, cosa que la británica volvió a disculparse, luego de comprender la idea que se hacía el chico─

──Puedes dormir conmigo por hoy, pero mañana te pondrás a limpiar esa asquerocidad tu s...── sus palabras se le volvieron a enredar─

─Por un lado, quería enseñarle una lección a la joven al darle el trabajo de limpiar aquel desastre, pero verla en ese estado lograba hacer que el artista se rindiera a sus pies, sabía que la chica no lo hacía a propósito como para complicarle la vida, es más, ni a ella le gustaba hacerlo, pero no podía evitarlo por alguna extraña razón─

──Bien, te lo dejaré pasar y mañana limpiaremos juntos, ahora a descansar...── anunció después de arrugar su entre cejo algo fastidiado de ceder tan fácilmente sin que ella siquiera le dijera nada al respecto─

─En cuestión de tiempo, la británica se encontraba envuelta en los brazos del joven dibujante y con el felino acurrucado a un costado de ambos, logrando sentirse resguardada de cualquier peligro, se sentía a salvo con cada abrazo que el castaño le brindara, se sentía enamorada de aquellos abrazos tan cálidos, incluso enamorada de la persona que los emitía─

❝It's Pretty Swell❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora