Capítulo 9

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Los chicos no comprendían la atmósfera que los rodeaba.
- ¿Quién? - la niña tiró de la túnica de sus hermanos - ¿a quién conocieron?
- ¡Harry Potter! - respondieron al unísono.
- ¿Es él realmente? ¿Cómo lo sabes?
- Se lo pregunté - contestó Fred.
- Mamá, ¿puedo subir al tren para verlo? ¡Oh, mamá, por favor! - pidió la niña llamando la atención de Molly.
- ¿Qué? ¿a quién? - contestó confusa la bruja que no prestó atención a la charla de sus hijos.
- A Harry Potter mamá - dijo Ginny.
Se oyó el silbato del guarda.
- Dense prisa - dijo la madre y los chicos subieron al tren. Se asomaron por la ventanilla para que los besara y la hermanita menor comenzó a llorar.
- No llores, Ginny, vamos a enviarte muchas lechuzas - dijo un gemelo.
- Y un inodoro de Hogwarts - acotó el otro.
- ¡George! - llamó la atención su madre molesta.
- Era una broma, mamá.
- Me agradan tus hijos - dijo Sirius riendo.

El tren comenzó a moverse. Harry vio a su familia con las manos alzadas despidiéndose y gritando que se cuidara, que escriba y lo mucho que lo querían e iban a extrañarlo.
La madre de los muchachos pelirrojos también estaba agitando la mano y la niña estaba mitad llorando, mitad riendo, corriendo para seguir al tren, hasta que éste comenzó a acelerar y entonces todos se quedaron saludando.
Harry escuchó como el viento trajo la voz de su mamá diciendo "te extrañaremos mi valiente".
Harry observó hasta que desaparecieron, cuándo el tren giró.

Las casas pasaban a toda velocidad por la ventanilla. Harry sintió la expectación de lo nuevo, estaría por su cuenta, bajo otras reglas, acarició a sus compañeros, Zafiro y Rubí lo acompañaron en su travesía a lo desconocido. Todavía recordaba cómo decidieron quienes lo acompañarían, realizaron una competencia a través del pasillo, las más rápidas lo acompañarían, su madre les dijo que su función era ser espías, no tan solo guardaespaldas de Harry, debían utilizar su talento para ser los ojos y oídos del chico.
Por poco y la lechuza Mistik de su madre se las come, porque cuándo las serpientes llegaron a la casa, la lechuza avellana estaba de viaje. Al sentirse en peligro las serpientes emitieron su escudo y el ave picoteaba el aire para llegar a sus presas. La lechuza se enfurruñó cuando fue informada que sus presas eran familia y no podía ni debía comérselas, Hedwig posada junto a ella parecía decirle que la comprendía con su ulular.

Harry miraba el horizonte, acariciando su pulsera doble verde trébol como la piedra central de su medallón; bajo su camisa ocultaba el nudo celta que su padre le regalo para su último cumpleaños.
La puerta del compartimento se abrió y entró el menor de los pelirrojos.
- ¿Hay alguien sentado ahí? - preguntó, señalando el asiento opuesto a Harry - Todos los demás vagones están llenos.
Harry negó con la cabeza y el muchacho se sentó, dio una mirada a Harry y luego desvió la vista rápidamente hacia la ventanilla, como si no lo hubiera estado observando.
Harry notó que todavía tenía una mancha gris en la nariz.
La puerta se volvió abrir y asomaron el dúo de pelirrojos.
- Eh, Ron - los gemelos tenían una mirada curiosa - nosotros nos vamos a la mitad del tren, porque Lee Jordan tiene una tarántula gigante y vamos a verla.
- De acuerdo - murmuró Ron.
- Harry - dijo el otro gemelo - él es Ron, nuestro hermano. Nos veremos después, entonces.
- Hasta luego - dijeron Harry y Ron. Los gemelos salieron y cerraron la puerta.
- Entonces, ¿eres realmente Harry Potter? ¿él original? - dejó escapar Ron.
Harry asintió.
- Pensé que podía ser una de las bromas de Fred y George - dijo Ron - ¿Y realmente te hiciste eso... ya sabes? - señaló la frente de Harry.

Harry ladeó la cabeza tratando de entender, luego se iluminó entendiendo a qué se refería, se levantó el flequillo para enseñarle el difuso rayo. Ron la miró con atención.
- No veo nada, bueno veo que tienes una mancha de nacimiento en forma de rayo... Oh, se pusieron de acuerdo para hacerme una broma - dijo algo molesto - no deberías hacerte pasar por el niño que vivió, este año viene a estudiar a Hogwarts, todos están deseosos de conocerlo y ver al héroe del mundo mágico, dicen que está siendo criado por su familia muggle, aunque mi mamá dice fue secuestrado por su padrino, que parecer ser un hombre irresponsable...
- ¡Eso es mentira! - dijo molestó Harry.
- ¿Tú qué sabes? Mi madre estuvo muy apenada por el niño, ¿leíste todo lo que se dice de él?, con mi hermana compramos todos sus libros, por supuesto sé que algunas cosas son mentira, no soy tan ingenuo. Mis padres dicen que debe estar confundido, dicen que su padrino se casó con una bruja excéntrica. Harry Potter no lo debió pasar bien, imagínate que te lleven lejos de tu familia para vivir con extraños. Claro que yo sé esto porque soy de familia de magos.
- ¿Son de una familia de magos?- preguntó Harry, ya que encontraba a Ron tan interesante como una roca, pero si no cambiaba de tema terminaría por colocarle una mordaza o directamente noquearlo, podía tomar la jaula de Hedwig y desmayarlo de un golpe. «Pero me faltaría más fuerza... y si... no tampoco, pero si... no, uf.» pensaba.
- Oh sí, al menos eso creo. Me parece que mamá tiene un primo segundo que es contable, pero nunca hablamos de él.
- Entonces ya debes de saber mucho sobre magia - dijo sarcástico, era evidente que los Weasley eran una de esas antiguas familias de magos de las que sus padres habían hablado - ¿Tienes más hermanos?

Renacer: El caso de Helena Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora