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Volví a mi habitación sentándome sobre la cama comenzando a pensar en todo lo que me habían dicho en tan poco tiempo, debería creerles por que son ellos, o no creerles por que tal vez quien sabe que cosas llegarían a pasar.

Necesitaba mas por saber, así que tome mi laptop para buscar mas información acerca de eso, no parecía haber nada malo allí, pero un cierto temor me invadió por completo... 

- ¿Vienes a cenar princesa?.- Suga.

Cerre la laptop lo mas rápido que pude estirándome y bostezando, sabia fingir cuando tenia sueño y lo hacia muy bien.

- Lo siento... pero fue una noche agotadora... Caminar con los chicos me canso demasiado... Así que dormiré hasta mañana, si.- Bravo...

¿Risa sarcástica? ohhhh cierto... odio que el me conozca muy bien, pero eso no es lo de menos, entro y cerro con seguro la puerta. Tecleo un par de cosas en su celular manteniendo esa sonrisa ladina en su rostro para así dejarlo sobre una de las mesas de noche y acercarse para sentarse en frente mio.

- Tal vez eso te sirva con JIn, o con Jhope, pero conmigo no mi princesa, recuerda que conozco hasta tus mas mínimos movimientos para hacer las cosas.-

Narrador onmiciente

El chico cada vez se acercaba mas a ella, era tal vez, un momento que ambos habían esperado por mucho tiempo.

- S-suga... yo creo que debes.- 

La chica no pudo hablar mas ya que el mayor había juntado ambos labios en un muy pequeño pero fogoso beso. Aquella chica comenzó a resistirse, no podía permitir aquello, el la había visto nacer y crecer, que de la nada haga aquello era algo que a sus 17 años aun no había podido lograr, su primer beso, y era con el, el mejor amigo de su padre.

Fue acercándose cada vez más a ella hasta hacer que su cabeza se apoyase en una de las almohadas de la cama, así estaban, el entre las piernas de la chica y ella debajo de su cuerpo, había cedido, finalmente cayo ante la tentación que habían sido aquellos labios, con los que tanto había soñado probar.

El chico cada vez avanzaba más, su mano se adentro por la blusa de su pequeña princesa, el deseaba aquello tanto como ella, pero era algo que estaba prohibido, y a el le encantaba que su princesa fuera algo prohibido.

- No lo haré si no estas lista aún.- El sabia que si seguía avanzando iba terminar en algo mucho peor, pero nunca se percato que en ese lugar estaban también los padres de la niña.

- ¿Duele... Mucho?.-

- Prometo que seré lo más cuidadoso en hacerlo...-

Sin decir más, aquellos besos volvieron a ser los protagonistas de aquel comienzo en nuevas sensaciones dentro de la chica. Comenzó quitando su blusa y sus diminutos shorts, los ojos del chico divagaron por el perfecto cuerpo de la chica, sus curvas a sus tan sólo 17 años eran como de una mujer adulta.

Quito su playera para que así la chica pudiera ver el buen cuerpo trabajado de quien había sido su compañero de juegos, travesuras, diversiones, y ahora, compañero de cama.

De mucho jugueteo, la chica término quedando en ropa interior al igual que el. Su corazón palpitaba a un ritmo descontrolado por lo que no sabia si iba a morir, o pasar la mejor moche de su vida.

Los besos del chico bajaron por el cuello de ella hasta sus senos. Las manos de la chica jugaban con el cabello de él, enredando sus dedos, tirando leve de este, haciéndole saber que estaba sintiendo una de las mejores sensaciones en toda su vida.

De a poco fueron despojándose el uno al otro de las pocas prendas que les quedaban. Ya estaban ambos desnudos, piel contra piel, él entre sus piernas disfrutando de aquellos gruesos labios, de los gruesos labios de su pequeña princesa, quien ahora iba a ser únicamente suya por primera vez.

- ¿Lista princesa?.- susurro en su oído ya preparado para poder sentir a su pequeña como siempre lo había deseado.- Sólo respira.-

Ella asintió, estaba realmente segura de aquello, estar con él, solamente con él. Sintió como de a poco el miembro de aquel chico iba desgarrando su mas preciado tesoro el cual dejaría que solamente una persona podría tener. No se movió por unos segundos esperando a que ella se acostumbrase a aquel nuevo intruso entre sus piernas.

De a poco comenzó con un leve vaivén haciendo que la chica dejara salir aquellos jadeos que él tanto había esperado escuchar. Afirmó sus manos en las caderas de ella y así tener mas agarre y contacto con su piel. Ella por su parte, había llevado sus manos hacia la espalda del chico, clavando levemente sus uñas en esta, sentía que aquel dolor iba convirtiéndose de a poco en un indescriptible placer.

En el momento que ya estuviera lista, comenzó a hacer aquellos movimientos cada vez mas intensos, cubrió la boca de la chica con sus labios para que así no pudieran escuchar lo que estaba sucediendo en ese momento. Habían decidido tener una cena al aire libre, por lo que si debían ser cuidadosos en ese momento.

Ella sentía como cada vez iba hipnotizándose por aquel chico, ya no sabia quien era él, pero sin duda alguna, era lo que quería, estar en ese momento, que el la hiciera suya. No pudo contenerse por lo que él hizo del vaivén aun mas rápido, quería sentirla por completo, quería hacerla tocar las nubes con las yemas de sus dedos, quería hacerla sentir única en su vida.

En el momento que sentía aquel tipico cosquilleo en su zona baja, recordó que no tenia un condón puesto, quito su miembro del interior de la chica terminando por correrse sobre su abdomen, lo cual fue una vista demasiado placentera para ella.

 Tomó unos pañuelos que habían en la mesa de noche para isa poder limpiar con cuidado su abdomen tirando este a un basurin cercano, realmente era muy bueno en basketsball. Con cuidado volvió a vestir a la chica solo con su ropa interior dejando pequeños besos por todo su cuerpo y sus labios, se vistió igualmente con solo sus boxsers para despumes recostarse abrazando su pequeña cintura.

Ese era el momento que tanto deseaba, tenerla descansando sobre su pecho, después de haberla hecho suya, algo que había deseado desde hace tiempo. Estaba realmente enamorado de su hermosa princesa.

- ¿Te sientes bien linda?- desde aquella posición, podía observar la belleza de su cuerpo, acariciaba su cabello y uno de sus brazos sin romper en ningún momento aquel reconfortante abrazo.

- Mejor que nunca...-

- Avísame si sientes algún tipo de dolor, no quiero que sospechen cosa alguna...-

- Descuida, no pasara nada malo.-

Allí, en ese momento, ambos estaban en terreno peligroso, pero no les impostaba nada, eran solo ellos, existían en su propio mundo, nadie podría separarlos o hacerlos cambiar de parecer en ese único momento.

•[¿Amor O Ilusion?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora