迷路 | jimin.

❀2.

Así que aquí estamos castigados de nuevo. La DÉCIMA vez en el mes, si no mal recuerdo. 

—¿Irás a la fiesta de hoy?——Park preguntó quitándose un audífono.

—No te importa.

—Me importa, quiero saber si debo llevar mi repelente para piojos.

Rodé los ojos, dedicándome a pintar nuevamente.

—Min, la niña piojo.

—¿Las neuronas en tu cerebro trabajan o tanto peróxido las mató a todas?

—Tengo más que tú.

—No se nota.

—¡PARK, MIN, MENOS CHARLA Y MÁS BROCHAZOS!

—Podría estar en casa, ejercitandome, con una linda chica de compañera lista para hacerme feliz...pero estoy aquí pintando porque a una niña piojo se le ocurrió lanzarme una silla.

—Lo siento...——hice un puchero——A la otra prometo aventarte una mesa.

—Pude haber muerto.

—No me importa.

Las 5 horas de castigo parecían eternas.

—¡Jimin, Jimin! ¿Me das tu autógrafo? ——una chica llegaba corriendo, con una revista donde tenía al imbécil de portada—— ¡Amo tu rostro! ¡Eres perfecto! ¡Ójala se haga realidad tu sueño en Maximus! ——se fue como llego cuando el rubio terminó de escribir.

—¿Qué ves, tú quieres uno?——me llamó.

—¿Para que quisiera una frase con tu caligrafía horrenda?

—Para que no me extrañes cuando me acepten en MAXIMUS ó también podrías venderlo en internet y comprarte una blusa bonita, ¿O quieres una foto? Esas valen más.

—Para lo único que querría tu foto sería para hacerle vudú o usarla de método para vomitar.

—Eres un encanto.——habló sarcástico.

—Y tu das asco.——bufé.

¿Por qué tanto odio innecesario a Park?

Más adelante, más adelante.

En la salida principal, mis dos mejores amigos esperaban por mi.

Namjoon y Jungkook.

—Chae, ¿Cómo te ha ido? ¿Pediste permiso para la fiesta?

—Lo más probable es que Sungyae vaya también, así que sí ire, ¿Cuál es la dirección?

—Es en casa de Wang.

—¿DE JACKSON?

―De Jackson y no exactamente Michael.――Jungkook hizo un chiste.

—Sí, es el anfitrión, si no quieres ir podemos pasar por un cartón de cervezas, llamó a Hoseok y vamos a mi casa, vemos un maratón de películas en Netflix si quieres.

—N-No, hay que ir.

—¿Segura? No queremos que te sientas incómoda o...nerviosa.

—¡No puedo pasar todo lo que resta del semestre evitándolo! ¡Seguro iremos!

—Te recojo...¿A las 7?——Nam preguntó.

Entré a casa botando mi mochila en el sillón, Sungyae estaba en el telefóno hablando seguramente con el chico que le gustaba, y Yoongi estaba preparando la cena.