迷路 | jimin.

❀17.

Tendría el atrevimiento de decir que tengo a los mejores amigos del mundo.
E incluir ahora a Jin y Park,  me daba más alegría.
Todos los días,  Park me llevaba una fruta o cóctel en las mañanas,  lo hacía en pago de que yo le enviaba diariamente un arreglo floral a su estudio de  fotos. 
Los pequeños detalles hacen grandes diferencias en las personas.

Descubrí que Jackson sí salía con Kelly,  desde el día que Park jugó a Cupido y los presentó.

Él lo sabía pero no quiso decirlo,  guardo silencio ante eso para que yo no estuviera desanimada,  aunque todos los días me mentalizaba con las palabras de Yoongi sobre la situación,  había momentos solo en los que me colocaba triste porque nunca tuve la oportunidad de sostener la mano de Jackson. 
Y quizá decirle o confesarle todo lo que he callado por él.

Jackson seguía siendo angelical conmigo,  me entere que fue él quien pidió a Kelly se disculpara, dijo que no quería cargar con mi corazón mayugado.

No es tan ingenuo,  sabe que me gusta. 

Considero que no quiere aceptarlo para no lastimarme con el rechazo.
Aunque esté en todo su derecho de hacerlo.

El timbre sonó, por obviedad comencé a colocar mis guantes de látex,  busque el recipiente y coloque la silla en mi tocador.

—¿Para que me llamaste...? ——Park quedó inmóvil en el umbral de mi puerta al ver todos los utensilios que habían dentro. ——¿Qué... Qué es todo esto?

—Esto,  es tu cambio.

—¿Mi... Cambio?

—Te voy a teñir el cabello,  dejaras de ser un rubio copia barata de ese tal Jesse y comenzaras a ser tu.

—Me gusta cómo me veo de rubio...

—A mi no. Así qué he comprado lo necesario para traer  a la vida lo verdadero Park Jimin.

—Esto no es necesario,  Min,  de verdad.

—Lo es,  tu yo interior se muere por salir,  así que tienes dos opciones o decides de qué color te tiño el cabello o yo decido por ti.

—Min...——negó.

—O pones tu trasero grande en la silla o nunca más te vuelvo a dirigir la palabra.

—Eso es amenaza verbal,  ¿lo sabes verdad?  Cuenta como violencia.

Me mantuve mirándolo inexpresiva,  echo un suspiro y se sentó.

—No creo que otro tono me vaya bien.

—Oh, amigo mío,  no sabes lo poderoso que es tu rostro.

—Min... Ese fue un...

—No volveré a decirlo así que ya callate.