Capítulo 9: Secuestrada. (2/2)

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Secuestrada: segunda parte.

—Es inútil que forcejees —soltó—. Estás perdiendo el tiempo.

Le miré con odio y paré de forcejear a regañadientes, sabiendo que tenía razón. Él sonrió.

—¿Dónde están? ¿Qué has hecho con ellos? —conseguí decir sin echarme a llorar.

—No hemos venido aquí para que me interrogues.

—Lo dices como si hubiera tenido opción de negarme.

—Si la hubieras tenido —se puso ha dar vueltas detrás de mi— ¿Habrías venido? —no dije nada— Eso pensaba. Kelly, has hecho lo correcto. ¿Sabes cuantas muertes has evitado con la tuya?

¿Acaba de decir mi nombre? No recuerdo habérselo dicho. Giré la cabeza para intentar mirarle.

—¿Me vas a matar?

—¿Quieres morir? —dijo pegado a mi oreja— ¡Todo a su debido tiempo! Primero me dirás todo lo que quiero saber.

—No paras de decir que te voy a contar todo lo que quieras saber, ¡Cómo si yo tuviera idea de lo que quieres saber! ¡Yo no sé nada! Te estás equivocando de persona.

—Kelly Jones —suspiró. Otra vez ha dicho mi nombre. Y esta vez completo. Menos mal que mi verdadera identidad está a salvo con esta falsa, si es que sirve de algo..— ¿Me tomas por estúpido? Me estás haciendo perder la paciencia y no te conviene. He sido demasiado tolerante contigo.

—¿Tolerante? ¡Me has traido aquí a la fuerza, no sin antes dejarme inconsciente de un golpe! ¡Has secuestrado a mi novio —¿Acabo de decir "novio"?— cuando me habías dicho que no le pasaría nada! ¡Me has..-

—Vale, vale. Lo pillo. No soy muy.. —hizo una mueca— delicado. Pero tampoco quiero serlo. —Me cogió el brazo y me mordió—. Me vas a decir lo que quiero saber ya, o te mataré ahora mismo.

Cuando me mordió sentí un terrible dolor punzante justo donde había clavado los colmillos, la sangre caía por mi brazo yendo a parar al suelo, yo no podía apartar la vista de ahí donde estaba mordiendo. ¿Esto significaría, una vez que me ha mordido que me iba a transformar? Las lagrimas me corrían por la cara de dolor, gritaba y forzajeaba, pero cuanto más lo hacía más se clavaban los colmillos y las cuerdas en mi piel. Él abrió la boca lentamente sacando los colmillos de mi piel, pero siguió sujetandome el brazo. Yo respiraba rápida y fuertemente dejando escapar quejidos de dolor.

—Tranquila —sonrió con la boca llena de sangre. Mi sangre— no te he inyectado el veneno. Lo mejor siempre me lo reservo para el final. Ahora dime, ¿Qué estáis haciendo para haceros más fuertes y cómo creais esas armas especiales que acuden a vosotros?

¿Armas especiales? "Que acuden a vosotros" ¿De qué estaba hablando?

—¡Responde! —me hundió el dedo pulgar ahí donde había mordido y grité con todas mis fuerzas.

—¡No lo sé! —grité entre lágrimas— ¿Comiendo sano? —me volvió a hundir el dedo aún más, retorciendolo como si estuviera hurgando.

—¿Así que estás graciosa? Por lo que veo no has tenido suficiente. —Se acercó a mi hombro y me volvió a morder. Grité y forzajeé haciendome más daño aún.

Notaba como chupaba mi sangre, como salía de mi cuerpo a una velocidad rápida. Incluso dolía. Me acordé de todas las armas que tenía en mi habitación, y de todas las armas del baúl de entrenamiento. ¿Por qué no cogería alguna? Deseaba tanto tener una ahora mismo.. cualquiera me valdría. Noté un hormigueo en el estómago mientras el vampiro seguía chupando. Empecé a marearme un poco mientras pensaba en todas las armas que tenía pero no usaría nunca. ¿De verdad iba a morir así? De repente sentí algo pesado en la mano izquierda, justo el brazo donde me estaba mordiendo. ¿Sería quizás que me estaba quedando sin sangré ahí? Me miré la mano con miedo. No podía ser.. ¿Estaría alucinando a causa de la pérdida de sangre? ¡Tenía una espada en la mano! No.. más que una espada, parecía un machete. ¿Cómo había llegado eso ahí? ¿Tanta sangre había perdido? De todas formas pensé, si es una ilusión o no, voy a morir igual. Reuní todas las fuerzas posibles y giré un poco la muñeca colocando la parte afilada del machete sobre mi otra muñeca. Justo en las cuerdas. Empecé a mover el machete lentamente, hacia delante y hacia atrás, de forma que cortara la cuerda. Pero la otra cuerda que sujetaba la mano del machete me estaba matando. Me dolia mucho, pero solo faltaba un poco más.. sólo un poco.. Al fin se cortó la cuerda, y con un suspiro de alivio cogí el machete con la mano libre y sin pensarmelo dos veces, estampé el machete contra la cabeza del vampiro.

Noté como de repente paró de beber sangre, para caerse de lado sobre el suelo. Le miré asustada por lo que había hecho, y le ví el machete incrustado en la cabeza. Aparté la vista con asco y miré mi hombro ensangrentado. Me quité la cuerda de la mano atada con mi mano libre, y con un estrépito se abrió la puerta. Miré hacia ella asustada, pero nada más mirar una ola de frenesí me invadió el cuerpo.

—¡Jai! —grité entre lágrimas. Pero cuanto más se acercaba, más me daba cuenta de que estaba hecho un asco. Tenía la camisa rota y estaba lleno de sangre. ¿Sería su sangre? No, seguro que no. Pero.. ¿Cómo ha conseguido escapar de los vampiros?— ¡Jai!

El se agachó y me quitó los nudos de las cuerdas de los tobillos y luego del cuerpo, me terminé de quitar las cuerdas de encima yo sola, mientras él miraba seriamente al vampiro y con el pie, le movía la cara para verle bien.

—¿Cómo has hecho eso? —preguntó.

—¡Qué más da! —dije mientras me dirigía hacia él torpemente— ¡Estás vivo! —quise abrazarlo pero di un traspiés y él me agarró.

—Sí, estoy vivo. Pero tú no lo estarás por mucho tiempo, has perdido mucha sangre.

—¡No me importa! ¡Estás vivo! ¡Estás vivo! —gritaba, ¡no podía creerlo! Estaba fascinada, y a la vez confundida porque no le habían matado. Me acerqué más a él y le besé.

Cuando me separé, noté como me estaba cogiendo en brazos. Metiendo un brazo bajo mis piernas y colocando otro bajo las espalda ya que había perdido un poco el equilibrio.

—Salgamos de aquí. —dijo. Se giró conmigo en brazos y en el cambio de luces y sombras que se formaron en su cara a causa de la lámpara caída que estaba de espaldas a nosotros, me di cuenta de que.. de que éste no era Jai. Sino Luke.

Cazadora de Vampiros. (Janoskians: Luke Brooks, Jai Brooks y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora