Capítulo 5: Me asignan un nuevo profesor de entrenamiento.

350 21 3
                                    

Llevaba ya una semana y pico en el internado. Desde el primer día de entrenamiento, mi vida se había convertido en una rutina. Sonaba el despertador, me aseaba, iba a la cafetería, entrenaba, volvía al cuarto, (a veces ni cenaba) y me dormía. Y así todos los días. No me malinterpretéis, en realidad me gustaba. Prefería eso antes de estar en clase escuchando a los profesores como los demás. Aparte, ahora me sentía más fuerte -debido a todo el entrenamiento que tenía y al gimnasio (tenía que coger forma), que estaba en una sala paralela al pabellón, los cuales estaban separados por una gran cristalera- más saludable y menos cansada. Bueno, eso antes de ir a entrenar, que siempre terminaba echa polvo.

En general, todo iba bien -exceptuando que unos vampiros habían secuestrado a mis padres, que me había visto obligada a cambiar de identidad y formarme como Cazadora, y que un psicópata se colaba en mi cuarto con una navaja amenazándome..- había hecho buenas migas con Lía, la cual ahora consideraba mi "amiga" aunque la mayoría del tiempo se ausentaba misteriosamente. Sobretodo este tiempo en el que Luke había desaparecido. Sí, mi pesadilla llevaba días sin aparecer por el internado, lo cual me parecía maravilloso, ya que iba a mis anchas, e incluso me había hecho más cercana a Jai. Bueno, el a mi. Ya me entendéis. Digamos que, pasaba bastante tiempo con él, -cuando no estaba con Lía, ya que ésta no lo terminaba de aprobar- incluso a veces, Jai me invitaba a sentarme con él, y con su pandilla. ¿Cómo los había llamado Lía? Ah, sí, "Janoskians". La verdad es que no sé por qué Lía me advirtió de ellos, porque eran realmente fantásticos. Beau -que para mi sorpresa, era el hermano mayor de los gemelos, Luke y Jai- siempre estaba gastando bromas, chillando y haciéndonos reír. Daniel, al que también llamaban "Skip" -no me quiso decir por qué- siempre estaba poniendo caras raras, y aprovechaba cualquier oportunidad para enseñar el culo o desnudarse completamente. Y James, bueno, James no para de hablar. Era como un volcán de palabras, escupía una tras otra. Aunque seguía sin entender cómo podían convivir y obedecer a Luke. Cada vez que sacaba el tema, el ambiente se volvía frío e incómodo, y siempre acababan cambiando de tema. Todavía sentía esos escalofríos, aunque ya no me sentía.. ¿cómo decirlo? amenazada. 

Cuando salí del baño envuelta en la toalla, me dirigí al armario para preparar mi ropa de entrenamiento, -el chándal- la coloqué en la cama para cuando terminara de secarme, vestirme. Iba de vuelta al baño a secarme el pelo cuando llamaron a la puerta. ¿Quién sería? Me agarré bien la toalla y fui a abrir la puerta. La abrí un poco, y me asomé.

—¡Buenos días! —canturreó Lía mientras me empujaba hacia dentro y cerraba la puerta.

—¿Dónde has estado? —le pregunté andando tras ella— Llevas desaparecida dos días.

—Kelly, yo no me meto en tus cosas ¿verdad? 

Esa era una de las cosas que me gustaban de Lía, que no se metía en tu vida. No te atosigaba como haría cualquier otra amiga. Aunque eso no lo sabría porque nunca antes había tenido amigos, ya que de Italia me mudé a una edad temprana, y desde que llegué a Los Angeles había estudiado en casa. Ni si quiera me preguntaba por qué no iba a clase, como ella. Aunque supongo que eso lo habría aclarado Celeste, ya que cuando me cruzaba con algún profesor, me saludaban y no me preguntaban por qué había faltado. Pero eso era totalmente diferente, llevaba dos días desaparecida en combate y sin saber si estaba bien o no. Pero no le di más vueltas.

—¿Lo siento?

—Mira lo que te he traido —llevaba un pequeño sobrecito que le cabía en la mano, con unos dibujos de flores. Un envoltorio. Lo abrió y sacó un collar plateado con una cruz colgando de la cadena— ¡Póntelo a ver como te queda!

—¿Lía por qué me has comprado nada? Yo no tengo nada par..

—¡Chist! Vamos, recogete el pelo, te lo pondré. —se colocó detrás mía, mientras yo me sujetaba el pelo y me puso el collar. La primera sensación que tuve fue la frialdad de la cadena al tacto con mi piel, pero enseguida desapareció y adquirió la temperatura de mi cuerpo— te queda genial.

Cazadora de Vampiros. (Janoskians: Luke Brooks, Jai Brooks y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora