Cazadora de Vampiros. (Janoskians: Luke Brooks, Jai Brooks y tú)

Prólogo.

PRÓLOGO

-¿Qué vamos hacer? -decía mi padre desde el otro lado de la puerta.

-No lo sé.. -respodía mi madre con voz temblorosa.

-Ingrid -decía mi padre intentando aparentar seguridad. -Llegarán pronto..

-Lo sé. -Le cortó mi madre. -No podemos entregársela así como así.. es nuestra hija. Si se la entregamos la.. matarán. Pero si no lo hacemos.. -Estaba llorando. -Ellos nos matarán a nosotros.

Decidí levantarme de la cama. Miré el despertador, ya eran casi las diez de la mañana. Todavía escuchaba a mis padres hablar al otro lado de la puerta, di unos pasos y la abrí. -¿Qué está pasando? -pregunté. Ambos me miraron reprimiendo las lágrimas.

-Nada. -dijo mi madre.

-¡Venga ya, os acabo de escuchar! ¿Qué es eso de "la matarán"? ¿Quién va a morir?

-Nadie. No va a morir nadie. -dijo mi padre. Me apoyé en el marco de la puerta, justo en el umbral. Crucé los brazos.

-Mira pap.. -Sonó el timbre sin dejarme terminar la frase y justo después, aporreaban la puerta. Fuera quien fuese, tenía prisa.

-Ya están aquí. -Mis padres se miraron.

-¿Quién mamá?

-¡ABRID LA PUERTA, SÉ QUE ESTÁIS AHÍ! -chillaban desde abajo. Mi padre miró a mi madre y ambos asintieron. Mi padre bajó las escaleras mientras mi madre me metía en mi cuarto a empujones.

-¡Eh, eh, eh! ¿Qué haces?

-No hay tiempo para explicaciones, apartate. -Me echó a un lado y empezó a andar hacia el baño de mi habitacion contando los pasos, "tres, cuatro.." cuando entró se agachó y empezó a palpar el suelo con las manos. -Aquí está. -dijo levantando la losa.

-¿Aquí está el qué mamá? -se escuchó un estruendo abajo. Mi padre.

-¡Ingrid, no les podré retener por mucho tiempo!

Mi madre se apresuró hacia mi, llevaba una caja que había sacado de aquella losa. No tenía ni idea de que hubiera algo escondido en la losa de mi baño. Mi madre me miró a los ojos y me dijo -Escúchame bien. Aquí tienes todo lo que necesitas. Abrela cuando estés sola y a salvo, no le digas nada a nadie. Ni quién eres, ni de dónde eres.. miente. No confíes en nadie salvo en Celeste.

-¿Que.. Quién es Celes.. -Dirígete al Internado Wanderover, allí estarás a salvo. -Me cortó. -Y recuerda, no reveles tu identidad. A partir de ahora eres Kelly Jones. Hija de Brian y Samantha Jones. -me abrazó, deduje que sería la última vez que la abrazaría, por ahora, así que le devolví el abrazo. -No olvides que te queremos, Carla. Ahora vete. -Me llevó hacia la ventana. ¿En serio pretendía que bajara por ahí? La miré, y sí, lo decía en serio.

-¡Estamos subiendo! -canturreaba la voz. Pasé una pierna por la ventana y me agarré a la tubería que había al lado y pasé la otra pierna. Miré a mi madre y me dió la caja.

-No la olvides. -me dijo. Supongo que mi madre dedujo por mi mirada lo que le iba a preguntar. -Estaremos bien. Si haces todo lo que te he dicho no tiene por qué salir nada mal. Confía en mi. Ahora corre. No pares hasta que llegues al internado, no hables con nadie y.. -Se abrió la puerta de golpe, chocandose contra la pared de la habitación dejando a la vista a un hombre que sonreía, pero la sonrisa no le llegaba a los ojos. Abrió la boca para decir algo pero mi madre se llevo la mano a la cintura rápidamente sacando.. ¿eso era una pistola? la empuñó y disparó. Una. Dos. Tres veces. El hombre se calló hacía atrás haciendo un ruido sordo.

-¿¡Mamá acabas de matar a una persona!?

-No era una persona. -respondió ahora con la voz mas firme. -Vete ya, no tardarán en llegar más. Y prométeme que no volverás a esta casa, ya no es segura. Ya nada es seguro, solo tu nueva identidad. ¡Prómetemelo!

-Te.. te lo prometo.

Eché un último vistazo al cuerpo que, misteriosamente, había desaparecido. Dejando donde antes estaba el cuerpo inerte, una motón de cenizas. Miré por última vez a mi madre que asentía con la cabeza. -Sé cauta. -me dijo. Me agarré bien a la tubería y me deslicé. Una vez abajo miré hacia arriba contemplandola por última vez. Sudando, confundida y reprimiendo las lágrimas, empecé a correr.