Mi llegada estaba prevista para esta tarde así que entre al palacio sin contratiempos, guiado por uno de los guardias reales, comencé mí recorrido. Estaba haciendo un gran esfuerzo por mantener la compostura y no mostrar mi emoción al ver esos grandes jardines repletos de flores distintas y diversas plantas, las belleza de la arquitectura con esos tonos rojos vivos, los verdes esmeralda y aquellas tejas azuladas y esos toques dorados hacían lucir todo tan lleno de poder; las vestimentas tan elegantes que portaban los hombres y mujeres que venían de aquí para allá con tal calma que no parecían notar mi presencia lucían bastante pesadas en comparación a lo que yo llevaba puesto, con todo y que estaba usando mis mejores galas: pantalón thai verde jade que llegaba a media pantorrilla acompañado de una cinturilla del mismo tono, encima de esta un cinturón dorado grabado en alto relieve con un gran sol como remate, el pecho descubierto únicamente adornado con una "x" conformada por finas cadenas de oro con broches de gran tamaño decorando cada cierta distancia, en los brazos un brazalete de cada lado con pequeñas tiritas bailando y para rematar, en las muñecas, diversas pulseras doradas, bastante cómodo para el clima de Tailandia, mucho más cálido que el de Joseon, estaba acostumbrado a usar estas ropas ya que me crie gracias al trabajo de mi padre como el embajador de Joseon en ese país, estar de vuelta aquí se sentía como estar fuera de casa cuando debía ser todo lo contrario.
Sin pronunciar palabra continúe mi camino mientras seguía analizando todo lo que encontraba a mi paso hasta que el guardia me indico detenerme frente a un campo de flores de tonos rosados cerca de los límites del lugar, hice una inspección rápida con la mirada hasta que mis ojos se toparon con la criatura más hermosa que había visto en toda mi existencia... una suave brisa movía los mechones negros que habían escapado de su peinado, llevándolos a su rostro como una caricia resaltando su tez morena, sus cejas negras enmarcaban a la perfección los bellos ojos afilados como los de un tigre al ver a su presa de un precioso tono marrón oscuro, a pesar de la que la luz del sol los aclaraba haciéndolos lucir amielados, su nariz afilada le daba el perfil más glorioso que mis ojos hubiesen visto jamás, sus labios esponjosos decorados con ese pequeño lunar sobre el superior, dibujaban una línea recta con el grosor perfecto, a pesar de la ropa se podía notar que tenía un cuerpo delgado y su altura, probablemente rayaba en el 1.77, sin haberme notado se agacho con gracia a recoger una de las tantas flores que crecían en sus hermosos jardines, el *baji le permitía sentarse en cuclillas sin ningún problema, con aquella bella flor entre sus dedos inclino su cabeza sutilmente hasta que la punta de su nariz roso los pétalos inhalando el aroma de esta sin mostrar expresión alguna, lo cual le daba un aire misterioso e intrigante. A una distancia prudente se encontraban sus escoltas aguardando, el guía que me llevaba hizo una seña y el más alto de ellos dio un paso al frente apenas y dándome una fugaz mirada por el rabillo del ojo
--su majestad el sucesor del embajador Kim está aquí, Kim Taehyung
Hice una reverencia de inmediato, cuando levante la mirada me encontré con sus ojos negros y la ceja izquierda ligeramente elevada con arrogancia -su majestad- pronuncie en voz alta sintiendo un extraño cosquilleo en la punta de los dedos.
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|Shall we skate| HopeV
FanfictionKim Taehyung es un patinador profesional, amante de la fotografía, en especial cuando son de él mismo y de los hamsters. Cuando finalmente llega su temporada libre, después del último Grand Prix, decide regresar a Seúl para pasar tiempo con su famil...