Ir al centro comercial un sábado por la tarde puede que no haya sido una de mis mejores ideas, el lugar se encontraba lleno de gente yendo a todos lados. Las cocinas en los puestos de comida se llenaban de humo haciendo que el olor se esparciera, y esos olores son los que yo odio.
Pero todo sea por Yoongi, su cumpleaños se acercaba y yo quería darle el mejor regalo que pudiese recibir, así que le pregunté a Hoseok y me dijo que una simple gorra negra estaría bien.
Y no sé por cuanto tiempo estuve caminando, buscando una perfecta para él. Hasta que por fin encontré una tienda que estaba a punto de cerrar y tuve que rogarle al vendedor. Ahora sólo regresaría a casa y dormiré por mil años. Pero todo mi mundo se detiene cuando logro ver a Yoongi tomando de la cintura a alguna chica.
Sentía como si mi corazón dejara de latir por un momento y mis ojos se llenaban de lágrimas. Era de esperar, Yoongi no era gay, eso me dolía. Dolía porque yo tenía esperanzas de que algún día él se podría enamorar de mí.
Apreté mis labios, haciendo uso de toda mi fuerza para no seguir llorando, bajando mi vista al piso. Me hubiera marchado si no fuera por alguna mano en mi hombro, asustándome.
— Jungkook-ah, ¿qué haces aquí? ¿Por qué lloras? ¿eh? —Hoseok se encontraba secando mis lágrimas con sus pulgares— ¿estás bien?
—Todo bien, hobi. —sonreí sin ganas— ¿tú que haces aquí?
—¡Tengo una cita con Taehyung! Creo que algo podría funcionar entre nosotros. —guiño un ojo, sonriendo— En verdad, ¿qué tienes Jungkookie?
—Yo... compraba un regalo para Yoongi-hyung, así que ya voy a casa
Salí de ahí tan rápido como pude, evitando los gritos de Hoseok detrás mí, e ignorando también que Yoongi me haya visto llorando.
¿Estas eran las consecuencias de enamorarse de un chico hetero?