Luego de haber visto a Yoongi con una chica, pocas eran las veces que lo buscaba, ya no sentía esa necesidad. También estuve evitándolo, durante todo un día. Él parecía no comprender que me sucedía, y eso lo ponía curioso.
—¿qué tal, Jungkook?
—Ah, todo bien
—¿sucede algo? quizás, ¿Algo que quieras decirme?
No respondí. No puedo llorar frente a él.
—Vamos, dime. —puso una de sus manos en mi hombro izquierdo, dándome un sonrisa—confía en mí.
Ah, eso es lo que nunca debí hacer.
—Yo... te vi en-con una chica, y, y creo que-
—¿Celoso, Jungkookie?
—¿Yo? ¿Por qué lo estaría? ¿Qué dices? ¿Estás loco acaso?
—Soojin-ah, tan hermosa —golpeé su estómago con mi codo, a lo que él carcajeó— Es una simple amiga, ella no es mi tipo. Mi tipo eres tú
—¡Ahh! Deja de decir cosas absurdas, ¿quieres? —luego tomé mis cosas y salí del salón de clases, claro, con Yoongi detrás mío.
—¡Lo digo en serio!
—Sé que no eres gay. No puedes enamorarte de mí.
—¿Sabes?, creo que no necesariamente debo serlo para que me guste un chico. De hecho, que me atraiga uno solo, sólo él en especial, no me hace gay, ¿O sí?
¿Por qué mi corazón se estaba acelerando de esta manera?
Yoongi me detuvo, colocándose frente a mí, con su mirada seria. Tan sexy...
—Sal conmigo. —soltó de la nada— Sé mi novio, Jungkook.
Y en un momento, sus labios ya presionaban los míos. Lento, suave.
Tanta era mi emoción que ni siquiera pude cerrar mis ojos y dejarme llevar, pero así podía ver más de cerca su rostro.
Nos encontrábamos en el pasillo de la escuela aún, así que cualquiera que pasara nos vería. Tomé con mis manos temblorosas los hombros de Yoongi, separándolo de mí. Sus finos labios se hallaban rosados, haciéndolos ver más provocativos.
—Tomaré esto como un sí. ¿Qué tal si salimos mañana? Hay un lugar que sería genial enseñarte.
Y con un beso en la mejilla se fue, dejándome con el corazón loco y la cara como un tomate.
