Nunca creí sentirme tan nervioso como ahora.
Jimin tomaba mi mano fuertemente esperando el avión, mientras que Taehyung, Hoseok y Seokjin sacaban frituras y bebidas a montones de las máquinas expendedoras. Parecían niños pequeños.
-¿A dónde va? -le pregunté a Jimin, ya que se había soltado de mí.
-A buscar más bolsas.
Me reí internamente de él, pues me había dicho que aunque viajara a muchos otros países y continentes, siempre vomitaba en los viajes.
Empecé a mover mis dedos un poco más nervioso.
-Te voy a eftrañaf muchof. -dijo Taehyung simulando llorar con su boca y manos llenas de comida.
-Espero que vuelvas. Me hubiese gustado verte crecer, pero algunas cosas no son del todo posibles. -Hoseok me sonrió y yo a él.
En ese momento todos miramos a Seokjin, quien seguía comiendo, ajeno a lo que pasaba a su alrededor.
Taehyung hizo una tos falsa para llamar su atención.
-¿Sí?
-¿No piensas decirle nada?
-Ah, de nada por salvarte en el baño, recuerdame siempre Jungkookie.
Este hombre necesita más sentimientos y tacto en su vida.-¿Taehyun?
-¿Yo?
-Tú no, él.
Señalé detrás de ellos.
Venía Taehyun, uno de los amigos de Yoongi. Su cabello estaba partido a la mitad y un poco desordenado, una camisa blanca sin un botón arriba, pantalones de tela y zapatos de cualquier otro siglo. Con una mano en un bolsillo y la otra sosteniendo un cuaderno demasiado desgastado.
Pasó entre Seokjin y Hoseok, empujando sus hombros y se sentó al lado mío, donde estaba Jimin antes.
-Lo sabemos, Yoongi es un idiota, pero con lindos sentimientos -me miró-. Él quería entregarte esto pero creo que su miedo a que lo mandaras al diablo le ganó, así que amablemente se lo quité y aquí estoy. Realmente no sé que tiene escrito, nunca lo muestra, supongo que debe tener algún valor.
Tomé el cuaderno en mis manos y él se levantó.
-Buen viaje.
Sonrió y se fue.
-Uhh, léelo. -Taehyung dejó toda su comida en manos de su novio para sentarse junto a mí y casi quitarme el cuaderno.
-¿Qué? No con ustedes aquí. Me lo dio a mí, así que sólo yo lo leeré.
-Ahg. Te odiamos.
-¡Jungkook! Ya debemos irnos, rápido.
Hoseok me miró, entregó la comida a Seokjin y me abrazó.
-Te queremos. -dijo.
-Yo también los quiero. -besé su mejilla y caminé hacia Jimin, él llevaba mis maletas y las suyas.
Cuando ya subimos al avión, miré a través de la ventana a tres tipos locos mover sus manos de lado a lado en dirección hacia mí.
Los extrañaré demasiado.