||Cap 6||

673 67 7
                                    

Tercer día desde que entré en la Port Mafia. Mori me dijo que prefería que siguiese vestida con ropa negra para lograr esconderme en las sombras fácilmente. Chuuya me explicó más reglas.
-Bien T/n, a partir de ahora tendrás otro nombre- ¿qué? -en el sentido de que en las misiones te llamaremos así.- sonrió -tranquila, tu seguirás siendo T/n para nosotros pero usaremos otro nombre públicamente...también nos servirá para que a la ley les sea más difícil encontrarte.- sacó un papel de su bolsillo -aquí algunos que me dijo el jefe, tienes que elegir el que prefieras. A ver, Aiko, Ayumi, Chiasa, Daruma, Den, Fumiko...
Esto iba para largo. Me senté en el suelo mientras Chuuya seguía leyendo los nombres que no me llamaban la atención. Después de algunos minutos, el pelirrojo posó su vista en mí.
-¿Y bien?
Demoré un poco y miré arriba -Jinsei. Me gusta Jinsei.
Asintió. -A también me gusta. Suena bien. Jinsei t/a...- se puso serio mientras me levantaba del suelo -no debes decir tus apellidos. Desde ahora eres públicamente Jinsei t/(primer) apellido. Ven- dicho esto caminó veloz a una habitación y obviamente le tuve que seguir. Mori me dio el trabajo de seguir espiando a los de la Agencia de Detectives y de tener el ojo echado en Atsushi, o según Ryunosuke-san, Jinko. Todavía no entiendo por qué le tiene manía. Me encogí de hombros. Me sentía bien en la Port Mafia. Mori fue simpático en todo ese tiempo, Chuuya-san me apoyaba muchísimo, Ichiyou-san se comportaba conmigo como la hermana que perdí, me lo pasaba bien cuando Michizou-san me entrenaba con las pistolas, Ryunosuke-san me ayudaba a potenciar mi habilidad exitosamente, me alegraba con las bromas que hacía Kajii-san, Hirotsu-san me contaba la historia de la Port Mafia las veces que quería y Gin-san me protegía tanto como Ichiyou. Más adelante se convirtió como en mi familia. Me daba muchísima pena tener que cumpir las órdenes del hombre que me llevó allí.
Chuuya y yo llegamos a una amplia habitación con varios maniquíes y dianas. Abrió un armario y sacó una pequeña pistola.
-Toma- dijo cuando se acercó a mí -intenta disparar.
Me tendió la pistola, a lo que yo la agarré insegura. El hombre se puso detrás de mí, colocando mis brazos en la posición correcta. -Así... muy bien. Ahora- señaló un maniquí no muy lejano -intenta darle.
Le miré con inseguridad. Nunca tuve en mis manos una pistola, y mucho menos la usé. Chuuya me asintió con determinación. Él creía en mí y no quería defraudarlo.
Me posicioné como me enseñó. Apunté al maniquí y disparé.

Justo en el pecho.

Chuuya estaba claramente MUY impresionado, ¿quien no lo estaría? Una chica que no tuvo nunca un arma de fuego en sus manos dio en el blanco. Me palmeó la espalda -¡Ha sido un tiro espléndido, T/n!- me sonrojé notablemente.
-Gracias, Chuuya-sensei...- y se emocionó todavía más porque nadie le llamó así nunca antes.
Me encantará enseñarte todavía más!

Atsushi Nakajima x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora