2. ¿¡Es gay!?

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Era ya la cuarta vez en lo que va del mes que lo golpeaban.

—Oye, ya párate. Me ensucias el piso, —JiMin se pone en pie e intenta salir del baño, sin lograrlo siquiera. Se derrumba sobre las baldosas frías del baño y cuando se asegura que todos sus agresores se fueron, saca su celular de su bolsillo con dificultad y llama a la primera persona que se le ocurre.

Llamando a TaeTae💓

TaeHyung es como el apoyo de un amigo que nunca tuvo. Durante la primera semana de clases, Tae lo salvó de muchas agresiones- tanto verbal, como físicas -por parte de sus demás compañeros, curó sus heridas y lloró junto a él cuando le contó de su vida en Busan. Y JiMin siente que al fin, después de tanto tiempo, logró tener un amigo.

—¿JiMin?¿pasó algo?

Sólo se escucha la respiración entrecortada del pelinegro y luego su llanto. —T-Tae...

—¿Jiminnie qué...?

—E-En los baños del... Tercer piso.

—Voy para allá. —Y cuelga la llamada.

El pelinegro continúa sobre el piso llorando desconsoladamente, preguntándose a sí mismo si acaso era un castigo de Dios lo que le estaba pasando, nadie merecía sufrir aquello, ¿entonces por qué le pasaba justo a él? No le hace daño a nadie, entonces... ¿por qué se empeñan en hacerle sufrir esa manera?... ¿qué clase de seres sin corazón son?.

—¡Mierda! JiMin... —Le siente arrodillarse junto a él, —¿qué te hicieron? Nada más mira tu rostro. ¿Puedes caminar?— JiMin asiente y se pone de pie con ayuda de TaeHyung.

Llegan a la casa del pelinegro y encuentran un paquete en la puerta de la misma, lo llevan consigo al ingresar. JiMin se sienta en la barra de la cocina y descansa un poco, mientras Tae revisa en la alacena en busca de un botiquín, al encontrarlo vuelve con el mayor y cura sus heridas.

—¿Y el paquete?— señala TaeHyung, intentando evadir el tema de sus agresiones, obteniendo la atención del pelinegro. —¿No vas a revisarlo?

JiMin acerca su mano temblorosa a la caja y la abre, pero al ver su contenido- o al menos parte de él -se aleja abruptamente y rompe a llorar. TaeHyung, sin comprender el por qué de la reacción de su amigo, se acerca a observar y suelta un gruñido por acciones tan malvadas de sus compañeros. Un peluche de un cerdito con palabras despectivas escritas sobre él, además de una nota que Tae prefiere obviar y simplemente bota todo a la basura; al volver su corazón duele por ver al pelinegro en llanto, indefenso y en una posición de protección tierna.

Lo abraza por los hombros y suspira antes de hablar, —Ya, JiMin... No llores. Piensa en que, al menos el peluche es muy kawaii.

JiMin sonríe, entendiendo las palabras de su mejor amigo, mirando a Tae a través de sus pestañas espesas por las lágrimas. —Tae, tú... ¿Crees que soy kawaii?

—¡JiMin!¿Cómo puedes siquiera preguntarlo? La respuesta es muy obvia... —El mayor duda. —¡Sí, JiMin. Sí!— chilla.

Y TaeHyung atesora momentos como esos, donde su pequeño JiMin sonríe sinceramente para él. Su pequeño amigo no merece pasar por todo eso.

—JiMin —dice con un tono serio que asusta un poco al pelinegro. —Tengo una idea para que ellos ya no abusen de ti. Pero sobre todo, esto debes hacerlo por ti y por amor propio. No por agradarle a los demás, sino porque te amas a ti mismo y quieres mejorar ¿si?— JiMin asiente y aquella señal es luz verde para el castaño, quien prosigue; —Puedes ir a un gimnasio, hacer ejercicio y bajar de peso.

A JiMin se le ilumina el rostro por la grandiosa idea de su amigo, aunque... Había un pequeño inconveniente. La falta de confianza en sí mismo que tiene —No, Tae. No podré lograrlo. —Ya lo había intentado antes. ¿Qué cambiaría está vez?. Tae hace un puchero y eso remueve algo en el mayor. —Déjame pensarlo al menos, ¿si?

The GYM of love💪💘[ Kookmin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora