Capítulo 9

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Ambos, humano y lobo, estaban abrazados en una parte profunda del bosque. Aquel momento era acompañado por la luz de la luna y el sonido de algunos grillos. A Brian no le molestó en ningún momento el silencio del rubio aunque en su mente se preguntaba porque no lo había alejado aún. Quizás era porque Jae había estado muy sumido en sus pensamientos como para pensar con claridad y analizar el contexto y la situación. Pero lo que si era completamente seguro era que el licántropo tenía aún la esperanza de que el humano pudiera corresponder sus sentimientos. Aquel abrazo lo había animado a no rendirse. A veces sentía celos por Dowoon, Jaehyung solamente había estado pensando en él desde que el lobo lo conoció. Además, gracias a Dowoon, estaban donde estaban.

Jae siempre ha cuidado y siempre cuidará de Dowoon...

Si bien su relación no era amorosa, ellos se querían y mucho. Siempre habían estado juntos, desde el momento en el que Jae escuchó los llantos del pequeño Dowoon en aquel bosque. Desde ese mismo momento estarían destinados a protegerse el uno al otro. Nunca antes se habían separado y Jae sabía que esto era tan difícil para él como lo era para Dowoon. El mayor estaba cansado de cometer los mismos errores, y aunque no podía evitarlo. Esta vez, por primera vez, él estaba listo y completamente decidido a enmendar sus errores. Si había pasado con Sungjin, podía arreglarlo con Dowoon. Él era la segunda oportunidad que el universo o el destino le habían otorgado, y no pensaba desperdiciarla por nada en el mundo.

...Y ni Brian o Wonpil podían cambiarlo

Si era cierto que Jae estaba empezando a sentir algo por Brian o que Wonpil estaba muy enamorado de Dowoon; de su forma de ser, su manera de hablar y de cada cosa que componían su persona, cada detalle que lo hacía ser Dowoon; incondicionalmente, nunca jamás lograrían separarlos el uno del otro. Habían pasado por tanto y si es cierto que el primer amor nunca se olvida, Jae sabía que aún así Dowoon, su pequeño y único amigo, correspondía o no el amor de Wonpil, nunca sería capaz de dejarlo solo.

Ni por todos los Wonpil's del mundo.

Y hablando de Wonpil...

En el campamento se podía ver a un licántropo castaño observando el cielo nocturno con cierto aire de melancolía. Y aunque cuando Dowoon y él eran separados durante la noche, siempre pasaba la noche consolándose con que volvería a verlo sonreír al día siguiente. En esos momentos no estaba tan seguro de volver a ver esa sonrisa y mucho menos para o por él.

Wonpil sabía a que lugar habían enviado a Dowoon, sabía que le sucedería una vez estando allí y aún así no se interpuso cuando tuvo tiempo. Él pudo haber aceptado aquella propuesta y en estos momentos el pelinegro ya estaría en casa con Jae. La razón por la que no aceptó fue que él no quería que sucediera así. Si Dowoon iba a perder su virginidad con alguien, Wonpil sabía que ese alguien debía ser aquel que el corazón del menor escogiese. Él no era como Jinyoung, sabía lo importante que sería su primera vez y en ese entonces pensaba que Jae y él estaban en una relación. ¿Y cómo no pensarlo? Cada vez que Dowoon hablaba de Jae, su hyung, sus ojos brillaban y parecía que una ola de felicidad invadía todo su cuerpo y cuando Jae llegó completamente decidido a recuperar a Dowoon, supo que aquel chico cuyas orejas se tornaban de color rojizo cada vez que hablaba, algo que a Wonpil se le hacía lo más hermoso que había presenciado en toda su vida, tenía dueño. Esta vez, una vez más, puso de lado su felicidad para que finalmente, aquel inocente humano pudiera vivir feliz para siempre y se unió a la búsqueda de Jae.

Pero si Wonpil seguía postergando su felices por siempre ¿Cuándo podría ser realmente feliz?

No podía seguir simplemente feliz si rescataban a Dowoon y él y Jae se alejaban completamente de ambos lobos a rehacer su vida intentando olvidar la situación traumática que Dowoon estaría pasando en este mismo momento. Por lo menos para Wonpil no sería igual, el simple hecho de no volver a ver a aquel quien le estaba robando el aliento y demasiados suspiros lo aterraba completamente.

El castaño no podía conciliar el sueño. No si ya no podía consolarse con la idea de volver a ver a Dowoon, de volver a oír su nombre salir de los labios del menor, ya estaba acostumbrado. Ahora, se sentía incompleto, vacío, no debió volverse dependiente de él y mucho menos si ya sabía lo que sucedería posteriormente.

Bueno, aunque para Wonpil todo comenzó con simple curiosidad. Él jamás había visto a algún humano. Si era cierto que el grupo de los cazadores, del cual él formaba parte, iban a las aldeas y robaban a los pobladores, él jamás se había encargado de hacer eso. Wonpil prefería cazar animales del bosque. Además, YoungK le tenía estrictamente prohibido visitar la aldea humana. Es muy peligroso, le decía cada vez que preguntaba.

Había escuchado muchas historias sobre los humanos. La mayoría lo hacía dudar sobre querer ir a visitar su aldea. Pirómanos o no, de todos modos YoungK no dejaría que Wonpil  asomase su hocico cerca de los humanos.

Luego llegó, cabello negro, piel clara y de aspecto suave. Era muy atractivo. Wonpil sintió pena por no poder hablar con él al principio. Puesto a que, YoungK había exigido que lo golpearan en la cabeza y que de esa manera perdiera la conciencia, con la escusa de que gritaba y lloraba mucho. Y finalmente, unos días después se despertó. Tenía los ojos de un color café muy oscuro, los cuales dejaron hipnotizado al mayor.

Poco a poco, Wonpil fue descubriendo las maravillas que componían la personalidad de Dowoon. Cada vez que el menor lo permitía, claro. Dowoon era muy tímido y cuando fue la primera vez que el pelinegro vio al lobo, se negaba a entablar una conversación con él.

Wonpil se sentía devastado en este momento, sentía que le habían arrancado una parte fundamental de su ser. Y digamos que recordar cada una de las cosas que le resultaban fascinantes del enigma que era Dowoon, no le ayudaban mucho. Si quería dejar de sentirse miserable porque en parte, aunque sea muy pequeña, era su culpa, debía distraerse y pensar en algo más que no sea Dowoon. Aunque la soledad no le era de mucha ayuda en esos momentos.

Wonpil: Se están tardando demasiado, ya no puedo quedarme y solamente esperar.

El castaño se adentró en el bosque convertido en lobo y dispuesto a rastrear al par de individuos que se habían alejado del campamento tiempo atrás. Siguió el aroma de YoungK, lo conocía perfectamente. ¿Y como no? Desde que el antes mencionado perdió a su padre, la única compañía que aceptaba era la suya.

Wonpil siguió exitosamente el aroma de Younghyun y antes de ir a su encuentro, se ocultó detras de un árbol y volvió a ser una especie de humano pero con cola.

Wonpil: Por fin los encuentro ¿Por qué... -el recién llegado no pudo seguir su frase, estaba totalmente paralizado-.

La escena que el menor de los tres estaba presenciando en esos momentos era digna de una pintura. A pesar de la poca luz, la imagen era clara. Kang Brian y Park Jae se habían besado bajo la luz de la luna. Y digamos que no era un beso pequeño, estaban hambrientos el uno del otro. A pesar de que apenas y pudieron soportarse el uno al otro en todo el tiempo que Wonpil los había visto juntos, en ese instante parecían llevarse muy bien, demasiado bien, quizás más de lo que se debería.

Por la cabeza de Wonpil solo había una pregunta ¿Cómo demonios había sucedido esto entre ellos dos?

×A Brave Hunter× (Day6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora