—¡¿Qué?! —exclamó desconcertada.
—Que lo hicimos —sonrió Madison, apenada de estar contándole eso a su amiga.
—¿Eso quiere decir que él te aceptó como eras?
—No, en realidad... No le dije nada —murmuró.
—No estaría entendiendo como lo hicieron, y que él no se diera cuenta.
—Es que le pedí hacerlo con los ojos cerrados, vendados.
—Madison ¿Por qué hiciste eso? Debiste decirle la verdad.
—Es que temo que no me acepte —Pronunció afligida.
—¿Y cómo crees qué se sentirá cuando le cuentes la verdad? No está bien lo que estás haciendo.
—Yo estuve averiguando —le dijo mirando hacia abajo, jugando con sus dedos—. Hay un refugio para androides, cyborg y humanos artificiales, allí además ofrecen atención médica.
—¿En dónde es?
—Está lejos, ni siquiera está en nuestro continente.
—Maddie ¿Qué es lo qué quieres hacer?
—Cambiar mi sexo, sé que ellos pueden ayudarme. Pero hasta que pueda concretarlo, se lo ocultaré a Liam.
—¿Y cómo planeas hacerlo? Porque no creo que Liam acepte por mucho tiempo hacerlo con los ojos vendados. Además ¿Cómo harás para viajar, Maddie? Es mucho dinero.
—Iba a intentar contactarme con ellos, tal vez me den la posibilidad de darme el pasaje de ida aunque sea, y luego sólo me quedaría juntar dinero para volver.
—Entiendo que ahora más que nunca quieras hacer esto, pero me parece una locura. Una locura que no quieras hablarlo con él, una locura que te vayas sola a un país que no conoces... Creo que debes tomarte un tiempo para pensarlo mejor, sabes que yo te apoyo en todo, Maddie, pero deberías pensarlo.
-o-o-o-o-
—¿En dónde estabas?
—Por ahí —sonrió—. Y no hablaré de eso ahora. Hola Agus.
—¡Hola Liam! —sonrió la niña, corriendo hasta el moreno para que la tomara—. ¿Did you miss me?
—Yes, I did —sonrió divertido—. ¿Are you okay?
—Ya, por favor, no más inglés —suspiró con cansancio August—. Ya me duele la cabeza.
—Sí, estoy bien —respondió la pequeña rubia—. ¿Quieres jugar conmigo?
—Claro que sí hermosa, en un momento. Ahora debo hablar con tu papá.
—Okay —sonrió bajándose, volviendo a la sala.
—Me encanta como suena su voz cuando habla inglés, es tan tierna.
—¿Tierna? odio cuando habla como ese maldito gringo. Ni con mi hija puedo comunicarme bien. Para ella es más fácil ahora hablar su lenguaje, que el mío, y es tan frustrante.
—August, debes entender que ella vive más tiempo con ellos, es su idioma el que escucha a diario. Además, piensa que es muy beneficioso que hable inglés.
—Sí, supongo que tienes razón. Pero me frustra no poder hablar bien con ella, que a veces me diga cosas que no entiendo.
—Entonces busca la forma de aprenderlo, esfuérzate tú también.
—Dejando de lado mi inutilidad en idiomas, dime ¿dónde estabas? Te ves muy bien.
—Un caballero no habla de esas cosas —le dijo guiñándole un ojo.
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Meek
خيال علميLiam es un joven detective, que en uno de sus primeros casos de prostitución, se encuentra con una muchacha en un club nocturno, a quién le pide que lo ayude. Es la primera vez que se siente atraído tan rápido por una chica, comprendiendo entonces q...